Bella
Sentía el corazón salirse de mi pecho, mis piernas temblaban como gelatina y mi respiración se volvió pesada. No recordaba cuanto había corrido, pero podía decir que habían pasado más de tres horas. El sol se estaba ocultando dejando ver un bonito atardecer, pero necesitaba urgentemente un trasporte.
La propiedad de Alec, no estaba cerca de la cuidad, el infeliz lo calculo todo muy bien para que yo no pudiera pedir ayuda con facilidad. Lo único que tenias de visión eran gigantescos árboles y nada más, la carretera no era transitada, no era común ver autos transitar, ni si quiera para vacacionar. Tuve que caminar un poco más tratando de pedir ayuda.
—Mierda— Gemí por mi brazo. Había dejado de correr, la energía y la sed eran una porquería ahora mismo. Casi grite de alegría al ver una furgoneta “Hippie” de Volkswagen de todos los colores que puedas conocer; flores, mariposas y la palabra “LOVE” remarcada. Levante mi mano libre de fracturas, saltando. Pero la baje con lentitud al ver que la combi se tambaleaba, se iba de izquierda a derecha, como si el conductor no tuviera ni puta idea de cómo tomar el volante. Freno de golpe al pasar a mi lado.
—¡Hey, chica!— Me espante cuando un chico abrió la puerta. Tenía el cabello largo y vestía tan… liberal— ¿Quieres un aventón? — Me sonrió más drogado que despierto— Vamos, chica. La vida no te ha tratado bien, he— Se carcajeo fumándose su porro.
Si me quedaba aquí, iba anochecer y probablemente los hombres de Alec ya debían saber que no estába. Pero también estaba el hecho de que esta gente estaba drogada, con solo abrir la puerta, el olor apestoso de la marihuana me llegó. ¿Qué era peor? ¿Esta gente o Alec? Si resultaban ser unos asesinos disfrazados, era mejor morir en sus manos y no en las del otro imbécil— ¡Vamos, chicas! ¡Vamos!— Subí aferrándome a mi mochila. No mentía, el olor me pego, me senté lo más cerca de la puerta, que al cerrarla brinque del susto.
Salude a las seis personas que estaban presentes. En la bocina podías escuchar a “Bob Marley” “Is this love” era lo que sonaba.—Soy Sonny—El chico hablo, recargándose en el respaldo de la puerta. No había asientos así que tenías que aplastar tu trasero en la alfombra que ellos tenían. Se me quedo mirando esperando respuesta, moviendo su porro en círculos.
Carraspeé— Anna— Dije. Silbaron con alegría.—Ella es Harper— Me señaló a una chica que estaba a su lado. Vestía igual que él, usaba unos lentes redondeados y tenía su bandita de colores en su frente. Levantó dos de sus dedos en señal de saludo, amor y paz. Estaba más concentra en la pipa que tenía en su boca, atragantándose—Que buena está—Soltó riéndose.
—Marley — Señaló a otro chico que solo asintió en modo de saludo— Meadow— Saludo amistosamente — Raí— Un chico que estaba al fondo encorvado y fumando. Parecía desesperado — Tranquila— Me dijo— Solo es un novato con la mota. Y ese de ahí, el conductor es Larry— Mire a un hombre con rastas que cantaba al compás de la música. Larry no saludo, al igual que Harper, estaba más concentrado en su pipa—¿Quieres probar? Tenemos de sobra chica.
—Oh, no , pero se los agradezco— Movía mi mano en negación. Tratando de no ofender.
—¿No quieres marihuana? —Pregunto sorprendido—Ah eres de esas chicas que prefieren otra cosa. Meadow, pásale a nuestra invitada hongos alucinógenos. Le van a encantar— trague saliva negando.
—Estoy bien así — reí nerviosa. Larry manejaba como si usara los pies, en lugar de sus manos , me ponía nerviosa que jugará con el volante, pensaba que se trataba de carritos chocones.