Max
Max se considera un romántico en potencia, no por arte de magia se volvió así, no, claro que no. Esto se debe a una persona, ese joven bonito de sonrisa muy bella y como a él le gustaba decir, sus hermosas "estrellitas" en la cara, sus pequitas. Max estaba demasiado obsesionado con Checo, sí, Checo, el periodista amable que siempre lo entrevista.
Pero no todo es felicidad. Lamentablemente, Checo era hijo de su jefe y cada vez que miraba por un segundo a Checo, Horner lo fulminaba con la mirada. Pero, ¿alguna vez a Max le importó correr riesgos? Checo sería suyo.
Ahora se encontraba en la oficina de este, sí, y otra vez, no le interesó el que Christian lo regañara por estar tan cerca de Checo, él seguiría conquistando a su "chequito".
"Checooo, entonces sí tendremos una cita el domingo?", dijo con una sonrisa mientras miraba al joven sentado al frente suyo en el escritorio. "- Max, ya te dije que es peligroso, además tú ya debes tener muchas citas pendientes." Ese tono en su voz no le gustó, algo no le gustaba a Checo.
"¿Por qué dices eso? Yo tengo solo un plan, celebrar con un lindo periodista", Max tenía una sonrisa coqueta y Checo solo sonrió de manera cínica. "- Espero que a Mick le guste tu invitación, se nota que se llevan bien", dijo sin más para salir de la oficina con una carpeta en la mano.
Max quedó algo sorprendido, ¿Checo estaba celoso? Todo indica que sí. Esta mañana, Max hablaba con Mick, el nuevo periodista. Era muy buena onda y logró sacarle un par de sonrisas.
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Amores un tanto prohibidos
Humor✦ dónde algunos pilotos de f1 quedan enamorados de los hijos de sus jefes o... ✦ dónde George, Charles, Checo, Lando y Oscar tienen estrictamente prohibido salir con aquellos pilotos Si no te gusta este tipo de cosas no las leas, no pretendo asu...