✦ dónde algunos pilotos de f1 quedan enamorados de los hijos de sus jefes
o...
✦ dónde George, Charles, Checo, Lando y Oscar tienen estrictamente prohibido salir con aquellos pilotos
Si no te gusta este tipo de cosas no las leas, no pretendo asu...
- ¡Nos vamos a matar, pedazo de idiota! - Carlos gritaba al ver que Max iba a doscientos kilómetros por hora. Estaba acostumbrado a ir a esa velocidad, pero no en plena zona urbana de Italia, y para colmo, le tocó ir en el asiento del medio.
- No le hagas caso, Max, ¡ve más rápido! - Pato, todo oxigenado, iba en el asiento de atrás, al lado de Carlos, aferrado al cinturón de seguridad, pero jamás pediría que bajara la velocidad. Su relación no estaba en juego.
- ¡Cabrón, nos vamos a matar por tus putos celos! - Carlos se aferró a Lewis mientras cerraba los ojos y se apiadaba de su destino.
- ¡Era un llorón, Carlos! Ya llegamos, bájate rápido, ve con tu chiquillo - Max paró rápidamente frente al lugar donde estaba la competencia de Oscar.
- Gracias, chicos, les debo una - Pato se bajó rápidamente del auto, con un collar en mano. Por ahora, solo le daría un collar; luego arreglaría las cosas con otras sorpresas.
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Oscar tenía el escenario enfrente, estaba tras bambalinas junto a Logan. Estaba a punto de bailar por primera vez sin su collar, que era lo único que le daba fuerza para entrar al escenario.
- No puedo, Logan, no puedo - Oscar temblaba y trataba de no llorar para no arruinar el maquillaje.
Los demás se tuvieron que ir a los asientos con Checo y Charles. Lando no se iría hasta que Oscar estuviera bien, y rezaba porque Pato viniera en camino.
- Oscar, tranquilo, podemos bailar sin el collar - Logan tomó la mano de Oscar, tratando de calmarlo.
- Sí... Debo hacerlo - Oscar miró al piso no quería bailar, pero no podía dejar a Logan ahí.
- ¡Cangurito! - Pato apareció entre la gente que corría tras bambalinas, con un collar de conchitas en la mano.
- ¡Pato! - Oscar dejó su enojo y soltó la mano de Logan para correr a los brazos de Pato, quien rápidamente le correspondió.
- Casi muero con Max al volante, pero te traje esto. No puedes bailar sin él sé lo importante que es para ti - Oscar sonrió enternecido y rápidamente besó a Pato. - Prometo hacer las cosas bien, y no quiero perderte. No quiero que te enojes conmigo, aunque no sé qué hice, por favor, perdóname.
- Eso fue una estupidez, lo siento. Te amo tanto, Pato eres el mejor amigo que puedo tener - Oscar pasó sus manos por el cuello de Pato y lo miró a los ojos.
- ¡A la mierda eso! Yo soy todo menos tu amigo. Al diablo eso de ser solo amigos - Pato tomó a Oscar y lo besó de una forma apasionada, sin importar si los demás los veían, sin importar que estaban en medio de la gente él era feliz con su cangurito.
