Bailando bajo la luna.

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Después de eso Jack llevó a Anastasia a casa.

-Hasta mañana.-dijo Anastasia.

-Hasta mañana Nasia.-dijo Jack dándole un beso en la cabeza.

Al día siguiente Anastasia llegó al instituto con un hermoso vestido.

Llevaba unas medias de color carne y unas botas, también un abrigo a juego con el vestido.

Anastasia se llevó muchas miradas por parte de algunos chicos.

Anastasia caminaba con elegancia por los pasillos del instituto. Se sintió un poco incómoda con las miradas de algunos chicos, pero trató de ignorarlas.

De repente, vio a Jack en la otra punta del pasillo y le sonrió. Jack le devolvió la sonrisa y se acercó a ella.

-¿Cómo estás, Anastasia? -le preguntó Jack-. Te ves hermosa hoy.

Anastasia se ruborizó y le dijo:

-Gracias, Jack. Tú también te ves muy guapo.

Después de eso los dos entraron a clase.

Cuando acabó la primera clase fueron a la clase de anatomía, pero cuando pasaron por los pasillos un chico silbó a Anastasia.

Anastasia se giró y le preguntó algo molesta:

-¿Qué te pasa?

Mientras Jack miraba con cara asesina al chico.

El chico se quedó un momento en silencio y luego dijo con una sonrisa burlona:

-¿Qué te pasa, preciosa? ¿No te gusta que te silben?

Jack se enfadó aún más y dijo con una voz grave:

-¡Discúlpate con ella ahora mismo! ¿No tienes vergüenza?

El chico se quedó sorprendido por la reacción de Jack y le dijo a Anastasia:

-Perdón, no quería molestarte.

Anastasia se sintió un poco incómoda por la situación y le dijo al chico:

-No hay problema. Olvídalo.

Después de eso, Anastasia y Jack siguieron caminando por los pasillos hasta llegar a la clase de anatomía.

-Ya puedes quitar esa cara asesina.-dijo Anastasia.

-¿Que cara asesina?-preguntó Jack.

Anastasia se rió.

-La que tenías cuando estabas enfadado con el chico que me silbó. Parecía que querías matarlo.-dijo Anastasia.

Jack sonrió y le dijo:

-Sí, supongo que estaba un poco enfadado. Pero sólo quería protegerte.

Anastasia le agradeció con un beso en la mejilla.

-Sé que lo haces por mi bien, pero a veces es mejor ignorar a la gente y seguir adelante.-dijo Anastasia.

-Tienes razón, Nasia. Lo tendré en cuenta para la próxima vez.-dijo Jack.

En el recreo fueron a un sitio donde nadie los veía.

Allí los dos se sentaron, Jack se sentó y Anastasia se sentó entre sus piernas poniendo su espalda en el pecho de Jack.

-Te quiero.-dijo Jack y la besó.

-Yo también te quiero, pero quítate ya la barba de pocos días que pica.-dijo Anastasia.

Jack se rió y le dijo a Anastasia:

-Lo siento, mi amor. No sabía que te molestaba tanto la barba. Lo haré por ti.

Una sonrisa en la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora