Para el amor no hay límites.

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Al día siguiente Anastasia bajó a desayunar, pero no dijo nada.

Cuando terminó se volvió a encerrar en su habitación.

Anastasia llamó a Jack.

-Jack no puedo vivir sin ti.-dijo Anastasia.

-Yo tampoco. Tu presencia es como la sangre que fluye por mis venas, sin ti no puedo existir. Eres mi sustento, mi razón de vida. Te necesito para seguir respirando.-dijo Jack.

-Tiene que haber una solución.-dijo Anastasia.

-Tengo la solución a todos nuestros problemas. Una solución que pondrá fin a todas nuestras preocupaciones. Una solución que nos llevará a un lugar donde no habrá más dolor, solo paz y tranquilidad.-dijo Jack.

-No estoy segura Jack.-dijo Anastasia.

-Bueno pues entonces no hay otra solución, tendremos que hablar por teléfono.-dijo Jack.

-No des todo por perdido.-dijo Anastasia-. Estoy dispuesta a hacer todo por este amor, por nuestro amor.

-Yo también Anastasia, yo también.-dijo Jack-.Estoy dispuesto a cruzar cualquier línea, a cometer cualquier acción, todo por nuestro amor. Nada me detendrá, nada me impedirá lograr nuestro objetivo. Nuestro amor es más importante que cualquier cosa en este mundo, y haré lo que sea necesario para mantenerlo vivo.

-Lo sé, pero tendremos que pensar algún plan. Tiene que haber alguna solución.-dijo Anastasia mientras algunas lágrimas caían sobre sus mejillas.

Jack se quedó callado por un momento, pensando en lo que Anastasia había dicho. Luego, sonrió.

-Tienes razón, Anastasia. Hay que buscar una solución. Pero no te preocupes, yo tengo un plan. Solo tienes que confiar en mí. - dijo Jack, con una voz suave y tranquilizadora.

Anastasia se quedó mirando a su teléfono, sin saber qué decir.

-¿Qué clase de plan?- preguntó Anastasia, finalmente.

-No te preocupes por eso ahora. Solo sé que lo haré todo por ti, Anastasia. Por nuestro amor. - respondió Jack, con una sonrisa en la voz.

Anastasia después de eso colgó, confiaba en que encontrarían una solución.

Los días pasaron y Anastasia cada vez le costaba más estar sin ver a Jack.

Un día notó como alguien golpeaba a la ventana.

Anastasia se asomó y vio a Jack.

-¿Qué haces aquí?-preguntó Anastasia.

-He venido a verte.-dijo Jack.

-¿Está es tu solución?-preguntó Anastasia.

-Se podría decir que sí.-dijo Jack.

Después eso Jack trepó y se metió dentro de la habitación de Anastasia.

-No sé cómo has podido trepar tan rápido.-dijo Anastasia.

-Se me da bien trepar.-dijo Jack.

-Tendremos que hablar susurrando.-dijo Anastasia.

-Bueno, por lo menos nos podemos ver.-dijo Jack.

-Algo es algo.-dijo Anastasia.

Después de eso Anastasia besó a Jack y él le devolvió el beso.

-Te he extrañado tanto.-dijo Anastasia.

-Te he extrañado cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día. Mi vida se ha vuelto gris y vacía sin ti. Necesitaba verte, tocarte, sentirte. Solo tú puedes llenar este vacío en mi corazón. Te necesito, Anastasia. Te necesito más que el aire que respiro.-dijo Jack volviendo a besar a Anastasia.

Después de eso los dos pasaron la tarde hablando.

-Bueno, ya es hora de que me vaya.-dijo Jack.

-Adiós.-dijo Anastasia.

-Adiós.-dijo Jack y le dio un beso a Anastasia.

Jack salió por la ventana con cuidado para no caerse al suelo.

Después de eso se marchó y Anastasia se sentió feliz de poder ver al amor de su vida, aunque fuera a escondidas.

Anastasia bajó a cenar con una sonrisa en la cara.

Después de cenar se duchó y se fue a su habitación.

Llamaron a la puerta y Miguel pasó.

-¿Por qué estás tan feliz?-preguntó Miguel.

-Por nada.-dijo Anastasia.

-Algo te pasa.-dijo Miguel.

-Solo he visto algunas fotos de cuando éramos pequeños y me he puesto feliz.-dijo Anastasia.

-Ya claro.-dijo Miguel, pero no insistió solo se fue de nuevo.

Anastasia se durmió bastante tarde de lo normal, pero ese día se sintió feliz. Se sintió viva de nuevo.

Los días pasaron y Anastasia y Jack seguían viéndose a escondidas.

Los padres de Anastasia no sospechaban nada y Anastasia estaba muy feliz de estar con Jack.

Cada día Anastasia estaba más enamorada de Jack.

Anastasia bajó a beber agua cuando escuchó hablar a sus padres de algo importante.

-Tenemos que decírselo a Anastasia.-dijo el padre de Anastasia.

-No creo que se lo tome muy bien.-dijo la madre de Anastasia.

-Lo sé, pero cuanto antes se lo digamos mejor, así lo aceptará.-dijo el padre de Anastasia.

Anastasia no entendía nada, no sabía de que estaban hablando sus padres.

¿Qué tenían que decirle?

-¿Qué me tenéis que decir?-preguntó Anastasia.

-Tu abuela va a venir de visita.-dijo la madre de Anastasia.

-¿La abu va a venir?-preguntó Anastasia-. ¿Cuándo?

-Mañana por la tarde vendrá.-dijo el padre de Anastasia.

Anastasia volvió a su cuarto y llamó a Jack.

-Hola, mañana no voy a poder estar contigo. Va a venir mi abuela desde Grecia.-dijo Anastasia.

-Vale, no te preocupes. Ya me irás diciendo cuando vuelvo a ir a tu casa a escondidas.-dijo Jack.

-Gracias por entenderme.-dijo Anastasia.

-No te preocupes. Te quiero.-dijo Jack.

-Yo también te quiero.-dijo Anastasia.

Después de eso Anastasia colgó y se durmió.

Una sonrisa en la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora