Decisiones que duelen.

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Al día siguiente Anastasia fue a desayunar mientras sus padres hablaban con su abuela.

-¿Sabes a quién me recuerda Anastasia?-preguntó la abuela de Anastasia.

-¿A quién?-preguntó el padre de Anastasia.

-A ti, se parece a ti cuando empezaste a salir con su madre.-dijo la abuela de Anastasia.

-Pero ella no era una psicópata.-dijo el padre de Anastasia.

-Y otra vez volvemos al tema. -dijo la abuela de Anastasia ya cansada de lo mismo-. Estoy segura que si no fuera un psicópata tampoco la dejarías verlo porque te piensas que sigue siendo esa niña que necesitaba que la protejan de todo, pero te equivocas. Ella ya es una mujer fuerte, valiente e independiente; ya tiene 17 años mételo en tu cabeza.

Después de eso su abuela se fue del salón. Anastasia terminó de desayunar y volvió a su habitación.

Anastasia sabía que sus padres la querían proteger, pero ellos no entendían que cuando el soldado está enamorado en guerra morirá.

Y así se sentía ella, Jack había cambiado su vida completa. Se sentía más llena que antes, cuando estaba con él se sentía feliz y viva.

Anastasia estaba en su habitación pensando en las cosas hasta que llamaron a la puerta.

-Adelante.-dijo Anastasia.

La abuela de Anastasia entró en la habitación y volvió a cerrar la puerta.

-¿Qué tal está mi nieta?-preguntó la abuela de Anastasia.

-Está cansada de que sus padres no le dejen estar con el chico que ama.-dijo Anastasia.

-Lo sé.-dijo la abuela de Anastasia -. He intentado hacer todo lo posible, pero no cambian de opinión.

-Lo sé, nunca me dejarán ver a Jack de nuevo.-dijo Anastasia-. Por lo menos ahora, cuando sea mayor de edad no podrán impedírmelo.

-¿No lo sabes?-preguntó la abuela de Anastasia.

-¿Lo qué?-preguntó Anastasia.

-Será mejor que te lo digan tus padres, yo no soy la persona indicada.-dijo la abuela de Anastasia.

-¿Qué quieres decir, abuela? - preguntó Anastasia, confusa.

-Nada, no te preocupes. Habla con tus padres, seguro que sabrán explicártelo mejor. - dijo la abuela, evasiva.

Anastasia no entendía qué estaba pasando, pero decidió hablar con sus padres en la noche.

Anastasia pasó la tarde con su abuela tejiendo.

Anastasia disfrutaba de los momentos que pasaba con su abuela. Era una mujer sabia y comprensiva, y siempre estaba dispuesta a escucharla y darle consejos.

Mientras tejían, Anastasia le contó a su abuela lo que le había pasado con Jack.

-Anastasia, sé que es difícil, pero tienes que tener paciencia. Tus padres solo quieren lo mejor para ti, aunque no siempre lo expresen de la mejor manera.- dijo la abuela, con sabiduría.

-Lo sé, abuela. Pero es difícil entenderlo cuando no puedo estar con la persona que amo. - dijo Anastasia, con tristeza en su voz.

-Sé que es duro, pero tienes que ser fuerte. Pronto llegará el momento en que puedas estar con Jack, pero ahora tienes que centrarte en tu vida y en tu futuro. ¿Y tus estudios? ¿Cómo te va en la escuela? - preguntó la abuela, intentando distraer a Anastasia.

-Bien, estoy sacando buenas notas y me gustan mucho mis clases.- respondió Anastasia, sonriendo.

-Eso me alegra mucho, Anastasia. Eres una chica inteligente y con mucho futuro. No dejes que esta situación con Jack te desanime, sé que puedes con todo.- dijo la abuela, alentadora.

Anastasia se sintió mejor después de hablar con su abuela. Sabía que tenía razón, tenía que ser fuerte y centrarse en su futuro.

Llegó la noche y Anastasia decidió hablar con sus padres.

-Tenéis que contárselo.-dijo la abuela de Anastasia.

-¿Qué tenéis que contarme?-preguntó Anastasia mientras se sentaba en el sofá.

-Hemos decidido que nos mudaremos a Grecia.-dijo la madre de Anastasia.

-¿Qué?-preguntó Anastasia sorprendida.

-Sí, Anastasia. Hemos decidido que nos mudaremos a Grecia. Tu padre ha conseguido un trabajo allí y creemos que será una buena oportunidad para todos. - dijo su madre, nerviosa.

-¿Pero qué pasa con Jack? ¿Cómo voy a verlo si nos mudamos a Grecia? - preguntó Anastasia, preocupada.

-Anastasia, lo siento mucho, pero no podemos permitir que sigas viendo a Jack. Es demasiado peligroso.- dijo su padre, firme.

-¿Y qué pasa con mi vida? ¿No me dejaréis decidir sobre mi futuro? - preguntó Anastasia, con ira en su voz.

-Anastasia, lo siento mucho, pero esto es lo mejor para todos. Hemos tomado esta decisión pensando en tu seguridad y en tu futuro. Grecia te ofrecerá muchas oportunidades que no tienes aquí.- dijo su madre, tratando de justificarse.

-¿Y qué pasa con mi felicidad? ¿No importa para vosotros? - preguntó Anastasia, con tristeza en su voz.

-Claro que importa, Anastasia. Pero también importa tu seguridad y tu futuro. No podemos permitir que pongas en riesgo tu vida por un chico. - dijo su padre, con firmeza.

Anastasia se quedó callada, sabía que no podía hacer nada para cambiar la decisión de sus padres.

-No puedo dejar a Jack, él me ha ayudado mucho. Además, ¿qué pasará con Nadia?-preguntó Anastasia mientras se le caían algunas lágrimas -. No habéis pensado en eso, ¿no? No habéis pensado lo que yo quiero, solo os importa vuestra felicidad. Sois unos egoístas, vais a destruir nuestra familia. Pero eso no os importa, ¿verdad? Solo os importa que seáis felices vosotros dos.

Después de eso Anastasia subió a su habitación.

La abuela de Anastasia entró en su cuarto.

-De verdad que lo siento mucho Anastasia.-dijo la abuela de Anastasia -. Cuando me lo dijeron me emocioné mucho, pero al ver esta situación me entristece.

-No es tu culpa abuela.-dijo Anastasia.

Después de eso la abuela de Anastasia la consoló.

Anastasia después de un rato se consiguió dormir.

Una sonrisa en la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora