ℭ𝔥𝔞𝔭𝔦𝔱𝔯𝔢 𝔇𝔬𝔲𝔷𝔢

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Tres años después

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Tres años después

¿Quién habría pensado que Bert haría una campaña tan dura por mejores relaciones entre humanos y shifters que la frontera se abriría? Era un nuevo tratado, y Chan ya tenía todos sus papeles en orden, un ciudadano permanente de las tierras humanas, ya que se había apareado con Felix y pagó el oro para que le imprimieran los sellos oficiales a algunos papeles.

Pero ahora era más fácil cruzar y finalmente había traído a Felix para que conociera a su familia.

Sus hermanos salieron corriendo de la mansión para encontrarse con ellos antes de que los caballos se detuvieran y el carruaje dejara de rodar. Cayeron en los brazos del otro. Se habían encontrado unas cuantas veces a lo largo de los años, Chan cambiando y escabulléndose por la frontera. Sin embargo, esta era la primera vez que viajaba oficialmente, en forma humana, con todos sus papeles, y había traído a su familia con él.

Soltando a sus hermanos, se giró para agarrar a su hijo primogénito y bajarlo al suelo, luego volvió a ayudar a su Pareja a bajar los escalones del carruaje.

—Y esta es mi pareja, —dijo Chan, sonriéndole a su Omega, levantando una mano para acunar su suave mejilla.

Eric, su hermano Alfa, apretó los puños y su cara se puso roja. 

—¿Estás loco? ¿Lo trajiste todo el camino en su estado?

Felix pasó una mano por su gran vientre. 

—Fue un viaje tranquilo, —dijo—. Aunque puede que acabe teniendo los bebés aquí. Es posible que hayamos calculado mal el tiempo un poco...

—Bienvenido, Felix. — Vernon, el hermano beta de Chan, dio un paso adelante y atrajo a Felix en un ligero abrazo. —Es un placer conocerte por fin, hemos oído hablar mucho de ti.

—El placer es mío —dijo Felix cálidamente, luego sus ojos se abrieron como platos y se echó hacia atrás. —¿Sion? ¿Dónde está, Chan?

—A ese niño le gusta correr, —dijo Chan, mirando a su alrededor, tratando de localizar a su hijo. —¡Sion!

—Ahí esta. ¡Sion! ¡Vuelve aquí! —Felix caminó detrás de su hijo mayor. —Chan, atrápalo. No puedo correr.

—No te preocupes, amor. Lo tengo. —Chan se apresuró tras su pequeño y lo levantó en sus brazos, haciéndolo gritar. —Pequeño bribón. Ven a conocer a tus tíos.

—Así que mi hermano se ha estado conteniendo, ¿huh? —dijo Eric, sonriendo ampliamente y señalando hacia la mansión. —Pasa, debes estar cansado.

—¿Conteniendo? —Felix lo siguió lentamente, con una mano en la parte baja de su espalda. —¿Qué quieres decir?

—Lo que mi hermano quiere decir —dijo Vernon, cerrando la retaguardia con Chan y Sion, —es que esperábamos que ustedes dos ya tuvieran un montón de niños a estas alturas.

Rouge - ChanLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora