𝗟𝗮 𝗮𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮

﹙II | La heladería﹚

La mañana del sábado se sentía mágica, perfecta en realidad. Había estado esperando el fin de semana desde el maldito día de la apuesta, de verdad que había sido muy frustrante todo esto.

El hablar con Roier y pedirle que me ayudara con algo así había sido tan humillante... Jamás me imaginé a mi viéndole la cara a ese imbécil, pero, ¿Quien lo haría?

Sin duda alguna serían tres meses de infierno en todos los aspectos posibles, y me imaginaba que para Roier también lo serían, yo no le agradaba y el tampoco me agradaba.
Era un sentimiento bastante mutuo del que ambos teníamos conocimiento, nos odiabamos.

Veía a los niños correr de un lado a otro en aquel parque en el que me encontraba junto a mi amiga Baguera, ella vivía cerca de una zona donde había gente con mucho dinero, y justo había un parque aquí en el que suponía las diferentes áreas se mezclaban. Había una niña que destacaba demasiado entre toda la multitud, tenía una gorra de color rojo que por alguna razón, la hacia demasiado visible, era extraño pero.. sentía que la conocía.

— Oye Cellbit, ¿No crees que Pac y Mike ya tardaron mucho?

— La verdad si, ya tenemos aquí veinte minutos y aún no llegan.

— Creo que Pac se habrá quedado con su noviecito y Mike esta ahí con el. — Hice una mueca.

— Fit es...

— Curioso. — Asentí, aún mirando a aquella niña que corría por el parque. — ¿Que tanto ves?

— Hay una niña de gorra roja que se me hace conocida, pero no se de donde.

— Ah.. esa niña. Si a mi también me parece conocida, no se porque.

— ¿Sera porque venimos seguido aquí?

— Es probable. — A lo lejos escuché la voz de Pac, así que voltee, viendo a mis dos amigos faltantes acercarse a nosotros.

— Hola chicos, lamentamos la tardanza, vimos a..

— Fit. — Me apresure a decir, viendo un sonrojo cubrir el rostro de mi amigo.

— Mejor vayamos a la plaza...

— Yo quiero un helado. — Dijo Mike, comenzando a caminar de manera despreocupada.

Todos comenzamos a seguir a Mike, el iba hacia la heladería mas cercana así que comenzamos una pequeña charla en lo que llegábamos al lugar. En cuanto entramos a la heladería Mike fue casi corriendo hacia el área donde estaban los helados para ver cual iba a pedir, Pac lo siguió bastante animado.

Baguera fue con mas calma, suponía que ella optaría por la paleta, probablemente yo también. Escuché nuevamente la puerta de la heladería ser abierta, suspiré sin poder evitarlo, realmente odiaba venir a la heladería.

— ¿Qué helado vas a querer Leo? — Mi cuerpo se tenso al escuchar aquella voz.

Conocía perfectamente esa voz, demasiado bien diría yo.

— ¿Roier? Ohh, hola Roier. — Frunci el ceño al ver como Pac lo saludaba con demasiado entusiasmo.

Maldito cabron...

Me di la vuelta, viendo a Roier. Mordí mi labio al verlo, era tan.. extraño. No usaba aquellos lentes que normalmente tenía en la escuela, su cabello se veía mas desordenado, y la ropa que usaba era bastante.. alineada.