Max
Miro como Emma se acerca a mi mesa, mirando cualquier cosa, menos a mí
Se ve hermosa mientras me mira con nerviosismo
Mis ojos se enfocan en su rostro cuando se sienta frente a mí
Sus ojos brillosos se centran en los míos
—No tienes que hacer esto —susurra mirándome—. Si quieres puedes llegar a la residencia cuando esté allá
—Quiero esperarte —le aseguro
—Pero me falta más de media hora —me recuerda—. Además quiero…caminar
Eso no es suficiente para que me vaya.
—Pues caminaremos —digo simple
Ella bufa
—No quiero que pierdas tu tiempo por mi culpa
—Solo por ti renunciaría a todo. Pero no estoy perdiendo nada Emma.
Ella me mira con mala cara
—Apenas llegué hace una hora —me justifico—. ¿Ya quieres qué ve vaya?
—No es eso —niega—. Es que…bien —bufa rodando los ojos—. Regreso después —dice antes de ponerse de pie
Saco mi celular y le escribo a Thomas que venga por mi auto y que lo deje en la residencia.
Emma sigue normal con su trabajo, aunque varias veces voltea a mirarme, y me dedica esas pequeñas sonrisas tiernas.
Con ella estoy notando cosas que no había visto, o que no me importaban, estoy sintiendo cosas que nunca sentí, ahora me gusta el cielo porque ella me ha enseñado a apreciarlo, no solo tengo que dar por hecho que está ahí. Cada sentimiento es válido y necesario. Me encanta…amo verla, me siento en paz cuando me mira con una sonrisa, cuando está entre la naturaleza, cuando vemos el cielo, porque sé que ella está bien. Y sí ella está bien, yo también lo estoy. Y hace mucho tiempo que no lo estaba. Ella me encanta y no sabía lo bien que se siente tener un sitio al cual ir cuando todo está mal. Ella es mi lugar favorito en el universo.
—No tenías que hacer esto —dice cuando salimos del diner
—Lo sé, pero me gusta hacerlo —digo caminando a su lado
Emma se pone la capucha de su suéter.
—¿Crees qué llueva? —me pregunta mirando el cielo
Las nubes negras empiezan a esparcirse por el cielo, oscureciendo el lugar
—Es muy probable —vuelvo a mirarla
—¿Te gusta la lluvia? —me pregunta de repente
—Si no estoy en un lugar en el que pueda morir sí —respondo—. A ti te gusta —deduzco
—Me encanta. Siento que la lluvia te da una nueva oportunidad, cuando esta empapa y corre por tu cuerpo, es como si limpiará cada cosa que has hecho mal. Y te brindara una nueva oportunidad para cambiar y mejorar —sonríe mientras habla—. Y me parece…romántico, no lo sé, un abrazo, un baile…un beso, todo parece más intenso bajo la lluvia.
Sonrío mientras miles de ideas que podemos hacer bajo la lluvia invaden mi cabeza.
—Espero con muchas ansias que empiece a llover —menciono mirándola
—¿Y si te resfrías? — voltea a mirarme divertida
—Habrá valido la pena —respondo—. ¿Y si tú te resfrías?
