Capítulo LXVI

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Al día siguiente

Grimmauld Place estaba en silencio, apenas roto por el susurro de las voces mientras el grupo discutía su próximo movimiento. En la sala principal, Hadley, Peter, Hermione, Gwen, Felicia, Fleur, MJ, Darcey, Pansy, Astoria y Daphne estaban reunidos en torno a una mesa.

Hermione: No podemos simplemente irrumpir en el Ministerio de Magia –dijo, cruzando los brazos con una mirada preocupada-. Sabemos que Umbridge tiene el guardapelo, pero está en un lugar muy vigilado.

Felicia: La vigilancia nunca es suficiente –intervino con una sonrisa ladina-. No sería la primera vez que lo hago.

Hadley: Esto no es solo un robo cualquiera, Felicia –respondió, mirando el mapa que Darcey había dibujado del Ministerio.

Darcey: Si fuera tan fácil, ya lo habríamos hecho –dijo con un tono sarcástico-. Pero olvidan algo muy importante, ¿cómo entramos al ministerio?

Fleur: Podemos usar la poción multijugos para cambiar nuestras apariencias. Podríamos hacernos pasar por empleados del Ministerio.

Hermione: No estoy segura de cuántas personas podemos transformar con la poción –reflexionó-. Pero es una opción viable.

MJ, que había permanecido en silencio hasta entonces, finalmente habló.

MJ: Si vamos a hacerlo, debemos saber a qué personas vamos a suplantar.

Peter: Puedo salir e investigar las entradas del Ministerio.

...

La noche llegó a Londres cuando Peter Parker estaba con su traje de Spider-Man, se colgaba de los edificios altos, observando desde las sombras los alrededores del Ministerio de Magia. Su misión era clara, vigilar las entradas, buscar debilidades y encontrar una manera de infiltrarse sin ser detectados. Sin embargo, lo que en un principio parecía una tarea sencilla, pronto se convirtió en un problema mayor de lo que esperaba.

Los aurores aparecían casi cada noche. Parecía que el Ministerio estaba siempre alerta, más de lo que Peter hubiera imaginado. Al principio, había salido bajo la oscuridad, creyendo que la noche sería lo ocultaría, pero estaba equivocado. Cada vez que saltaba entre los tejados o intentaba acercarse a los lugares que podrían ser la entrada al Ministerio, los aurores lo detectaban con precisión.

Una noche en particular, Peter se encontraba en su rutina habitual cuando el aire se volvió tenso. En cuestión de segundos, tres aurores aparecieron de la nada.

???: ¡Ahí está! ¡Es el vigilante enmascarado! –gritó uno de ellos.

Peter apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que una serie de rayos de luz volaran hacia él. Sus reflejos lo salvaron, sin embargo, no podía dejar que lo atraparon.

Peter: ¡Esos hechizos están demasiado bien coordinados! –pensó, balanceándose en el aire mientras los aurores lo perseguían por las calles vacías.

Una pelea estalló. Los hechizos volaban como flechas mientras Peter hacía lo que mejor que podía, moverse rápido, lanzarse a lugares altos y esquivar cada ataque con precisión arácnida. Pero incluso con sus habilidades, era difícil mantener el ritmo.

Durante el combate, mientras derribaba a un auror con una telaraña bien colocada, se dio cuenta de algo inquietante. Estos aurores no estaban actuando por cuenta propia, había algo extraño en sus movimientos, como si estuvieran siendo manipulados. Recordó las historias que Hermione le había contado sobre la maldición Imperius.

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⏰ Última actualización: Sep 27 ⏰

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