La misión fue un éxito para la agencia sin embargo cuatro días más tarde Atsushi vuelve a caer víctima de su celo y queda confinado en su apartamento junto a Kyoka.
-Lo siento Kyoka, soy una molestía.
-No es verdad, todos tenemos nuestras circunstancias.
-Pero si no estuvieras aquí podrías estar ayudando a salvar vidas en la agencia.
-Atsushi eso ya lo estoy haciendo.
Hay un pequeño silencio después del cual ambos ríen ligeramente.
El timbre suena, al otro lado está Dazai portando varias bolsas de papel. Saluda y entra directamente.
-¿Qué tal estás?
-Si no fuese por la medicina estaría fatal.
Dazai se sienta a su lado y le acaricia la frente. Kyoka vuelve a la cocina para seguir practicando sus nuevas habilidades. Ese silencio es reconfortante para los tres, inclusive les hace felices, pero para el pesar de Dazai debe romperlo.
-Atsushi-kun te he traído algo. Me ha costado mucho conseguirlo. Espero que lo aceptes.
-¿Porque no iba a aceptarlo?
Dazai suspira y coge las bolsas de papel que había dejado detrás suya. Comienza a sacar piezas de ropa color negro, camisas de cuello largo, pantalones, camisas interiores negras, etc. Sin embargo Atsushi no reacciona hasta que no sacó la última prenda, una gabardina negra algo corroida. El calor en el cuerpo de Atsushi aumentó de golpe, y empezó a tener espasmos. Todos se alertaron, incluso Dazai que intentaba mantener la compostura se sorprendía ante la fuerza de esas feromonas. Rápidamente se tapó la boca y le exigió a Kyoka las medicinas del chico, está se las alcanzó pero él al riñó
-¡Esas no! las más fuertes, la jeringuilla.
Kyoka se asustó, nunca antes habían hecho falta, las tenían guardadas en el fondo de un cajón, tardó en encontrarlas, pero finalmente se las dió a Dazai. Atsushi se había hecho una bola abrazada a los ropajes negros y no fue muy díficil clavarle la inyección en la sien. Minutos más tarde todos se calmaron. Atsushi dormía plácidamente, Dazai podía respirar libre y Kyoka respiraba agitada.
-¿Q-qué ha pasado?
-Kyoka-chan es posible que cuando vuelva a despertar esté extraño, malhumorado, tal vez triste, no se como se lo tomará.
-¿Es por eso? Creo reconocerlo.
-Sip, son prendas de Akutagawa, las he traído para que pueda usarlas de nido y pueda sobrellevar los celos.
-Entiendo.
Dazai volvió a acariciar a Atsushi mientras le observaba tiernamente, por un lado se sentía mal por él, pero por el otro ese era su destino. ¿Sería capaz de aceptarlo? se preguntaba.
Atsushi durmió durante todo el día, no se despertó ni al más fuerte ruido, era como si no estuviese ahí, pero para Kyoka eso se sentía bien, la calma que le transmitía el albino era algo que creía olvidado. Al día siguiente Atsushi se despertó temprano, no había rastro de su celo. Tomó una ducha pues había sudado bastante y comenzó a hacer el desayuno cuando Kyoka despertó.
-Huele muy bien.
-Arréglate, he hecho tortitas.
-Ahora mismo voy.La agencia decidió comenzar a mandar a Atsushi a misiones más tranquilas; buscar información sobre, algo, salvar gatitos de árboles, patrullar la ciudad,... cualquier cosa valía con tal de tenerle ocupado y alejado de otro posible encuentro con Akutagawa. Esa noche Mori y Fukuzawa tuvieron una pequeña reunión íntima en un punto intermedio pactado por ambas organizaciones. El punto principal eran Atsushi y Akutagawa, pero por supuesto también hablaría de lo molesta que era la agencia para la mafia.
-Todo sería más fácil si Atsushi-kun estuviera en mi organización.
-No diga eso Mori-san lo explotaría hasta la extenuación.
-Pero no tendría a mi perro rabioso por obtener a su presa. Y tendría un buen gato de caza. ¿Por qué no me cedes a Atsushi, Fukuzawa-dono? Saldríamos ganando todos.
-No veo cómo eso puede beneficiarnos, mucho menos a Atsushi.
-Mi perro tendía a su presa y tu chico no sufriría.
-Pero a cambio romperás su pureza. Mori-san vayamos al grano, sabe perfectamente que jamás le daría a uno de mis agentes.
-Eso depende de la situación y el lugar, todo el mundo tiene un precio.
-...
-*risita* Bien entonces, ¿qué tal está nuestra pequeña traidora? Espero que estés siendo hospitalaria con ella.
-Está a disposición del gobierno. Estoy seguro de que ahora mismo os está delatando.
-Oh no lo haría, sabe perfectamente que es lo que pasaría si abre la boca más de la cuenta.
-Pero volviendo a nuestros jóvenes se me acaba de ocurrir algo, tu chico es el único que puede detener al mío sin contar a Dazai, pero no es que este sea muy útil en el trabajo de campo.
-Aaahhh, pero yo recuerdo haber acabado con varios grupos peligrosos.
-Con mi ayuda despojo de vendas.
-Calma por favor, ¿a dónde quieres llegar?
-Es buena idea dejar k.o. a uno de tus mejores hombres sin siquiera tocarle un pelo.
-Te refieres a...
-Mantente en guardía Fukuzawa-dono si no quieres perder ante mi.
Mori se levantó y se marchó seguido por Chuya dejando al presidente atrás mirándole fijamente.
-Ese maldito bastardo piensa obligarnos a mandar a Atsushi-kun porque es el único que puede con Akutagawa.
-Los juegos sucios de ese hombre siempre me sorprenden.
-¿Qué haremos?
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Destinos Fortuitos
RomanceEl agente armado Atsushi Nakajima se ve obligado a enfrentarse a su destino como omega. ¿Su pareja? Akutagawa Ryunosuke, quién pretende controlarlo para siempre. El corazón de Atsushi late con fuerza, pero ¿qué es esta emoción? ¿Es un amor genuino...