El agente armado Atsushi Nakajima se ve obligado a enfrentarse a su destino como omega. ¿Su pareja? Akutagawa Ryunosuke, quién pretende controlarlo para siempre. El corazón de Atsushi late con fuerza, pero ¿qué es esta emoción? ¿Es un amor genuino...
Dazai había llegado al final de su pasillo, por supuesto no había nada ahí solo una pared y mucha basura.
-Atsushi-kun por mi lado no hay nada ¿qué tal tu? -... -¿Atsushi-kun? -... -¡Atsushi!
Alarmado comenzó a correr de regreso, pero fue interrumpido por Akutagawa, quién había atravesado la pared en una de sus peleas.
-Akutagawa no logro contactar con Atsushi. -Que… -... -Noto su presencia en el lugar, pero no es como antes, le ha pasado algo. -Debemos comprobarlo. -Si
Ambos corrieron hacía el camino de su compañero. Extrañamente el camino estaba despejado, ni siquiera había guardias desmayados por el suelo.
-Esto no me gusta.
El pasillo de Atsushi era el más largo, tardaron una media hora en recorrerlo entero corriendo, al final les esperaba una gran sala iluminada, llena de hombres. Pero extrañamente cuando llegaron ninguno les atacó, permanecían ahí cuál muñecas. Un ruido mecánico comenzó a sonar, delante de ellos sobre una especie de escenario apareció un hombre simple, con un traje color verde oscuro y al lado, Atsushi, atado por esposas y sostenido por el hombre.
-Bienvenidos a mi humilde morada.
Akutagawa y Dazai se miraron, el pelinegro estaba a nada de saltar al rescate y el castaño intentaba calmarlo.
-Jijijijijiji Entiendo jijijijiji lo entiendo, no podéis hacer nada, nada jijijiji mientras le tenga a él.
Ante tal provocación Akutagawa saltó, pero fue detenido por Dazai.
-Date cuenta de la situación, estamos rodeados. -Jjijiijjijjijijijijijijij -Tch y qué hacemos. -Bravo te aplaudo, has conseguido acorralarnos, ¿pero y ahora qué? No pensarás que te dejaremos salirte con la tuya. -¿Salirme con la mía? Ya lo he conseguido. Osamu Dazai, no me puedes atacar porque tu pequeño cordero corre peligro. Pero lo mejor de todo es que le he conseguido poner un bozal al perro de la mafia. ¿No creo que te atrevas a atacarme mientras tu omega esté en mis manos?
Fue solo un instante, en solo un instante el lugar dónde ambos estaban fue atravesado por rashomon y hubo un momento de silencio.
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-Jijijijijijijijiji Es increíble, que un alfa le haga eso a su omega. Ha sido un fatídico error, sufrirás las consecuencias jijijijijijiji…
La risa seguía y seguía, Akutagawa y Dazai buscaban de dónde provenía, pero a su alrededor solo había subordinados.
-Estáis acab…
No pudo terminar la frase, su rostro quedó desconfigurado por las garras del tigre blanco.
-C-cómo es posible… tú estabas… ahí arriba. La voz se escuchaba desde otro lugar diferente. -Todos son muñecos, su poder consiste en controlar maniquíes.
