Capítulo 9

26 3 0
                                    

Cuando el solo apareció Akutagawa decidió levantarse, no había dormido nada y le dolía la cabeza. Sin saber qué hacer, empezó a ordenar un poco sin hacer mucho ruido. Después de ordenar el salón, se dispuso a entrar al dormitorio para coger ropa nueva. Hizo una pausa antes de abrir la puerta, al otro lado no se escuchaba nada. Cuando entró vió al albino hecho una bolita y tiritando un poco. Se acercó a él y vió que tenía los ojos rojos y rastros de lágrimas por las mejillas. Buscó algo con lo que arroparle, pero la manta estaba debajo de él y si la cogía le despertaría. Busco por el cuarto y  lo único que encontró fue su gabardina en el suelo, dónde la había dejado la noche anterior. Después de arropar al chico cogió algo de ropa del armario y salió para ir a darse una ducha muy fría. Cuando salió eran las nueve miró la puerta del dormitorio, no veía indicios de que se fuera a abrir, así que decidió hacer el desayuno. Una hora más tarde lo notó, Atsushi se había despertado. Notó sus pasos acercándose a la puerta. Llevaba puesto la gabardina porque tenía frío y miraba al mafioso con una mezcla de tristeza, vergüenza y sentimiento de inferioridad. Akutagawa volvió a lo suyo.

-Siéntate

Atsushi obedeció y en cuánto se sentó apareció frente a él un plato grande de huevos, bacon, y salchichas. Además había galletas en la mesa y una jarra de zumo de naranja. Atsushi miró extrañado a Akutagawa, este por su parte se sentó y comenzó a comer. Entonces el albino miró su plato y dudó.

-Se enfriará

Atsushi finalmente cogió el tenedor.

-Si quieres, hay más.
-G-gracias.
-Luego te daré una camisa nueva en compensación por haber roto la tuya.
-N-no hace falta.
-Aunque antes será mejor que te duches.
-No quiero molestar.
-Tengo la ducha lista así que cuando termines entra.
-Te he dicho que no quiero, ¿me estás escuchando?
-...
-...
-Al fin me respondes
-Eh
-Tu actitud me estaba irritando, tu siempre pones pegas a cualquier cosa que digo. Pero ayer parecías uno de mis subordinados, no replicabas, no peleabas.
-No es eso lo que quieres.
-Creo que te dije ayer que es lo que quería.
-Si lo dijiste y me parece tremendamente hipócrita.
-¿Cómo?
-Quiero que te entregues a mi por tu propia voluntad. ¿Quieres que te recuerde que es lo que pasó la última vez? ¿Cómo ignoraste “mi voluntad”?
-...
-No dices nada, eh.
-Entonces Akutagawa-sama que desea de mí, déjelo claro.
-No uses ese tono conmigo.
-...
Se mantuvieron en silencio por un rato, comiendo pero sin cruzar miradas.
-Quiero hacer lo que te dije ayer.
-¿Y si mi voluntad no es la que quieres?
-Eres libre, no haré nada.
Atsushi golpeó la mesa y se levantó mientras clavaba la mirada en su compañero.
-¿Que soy libre dices? Estarás de broma. ¿Soy libre? ¿Cuándo? o mejor dicho ¿desde cuándo? ¿Soy libre cuando estás de buen humor, o cuando te apetezca?
-...
-Responde Akutagawa-sama, soy tu omega lo dejaste claro. ¿Cuándo tiene libertad tu omega?
-¡Basta! ¿Qué es lo que exactamente quieres que te diga? ¿Que me equivoqué? Pues sí me equivoqué, en ese momento estaba cegado por el rut.
-¿Cegado por el rut? ¿De verdad crees que eso lo justifica todo? Con rut o sin rut ese eras tu, no escapes de tus responsabilidades porque-porque - rompe a llorar- porque entonces todo lo que he experimentado por culpa de ese día sería una broma.

Atsushi se vuelve a sentar mientras intenta limpiar sus lágrimas con las manos.

-Yo…

Akutagawa intenta buscar las palabras, pero se da cuenta de que no sabe qué decir.

-¿Que… qué te ha pasado?
-¿Cómo si te importase?
-Atsushi soy tu alfa, me importa más de lo que crees.
Escuchar su nombre en los labios de aquel que tanto daño le había hecho corta su llanto.
-Puede que no parezca creíble, pero te lo dije ¿no? verte en peligro me causa ansiedad y verte así me hace querer ayudarte. Y para ello voy a pedirte disculpas, lo que hice la otra vez fue deplorable. Si Dazai y Chuuya no hubieran aparecido…
-*snif* yo… me sentía tan impotente *snif* no podía moverme, byakko no me respondía *snif*. Era horrible, dabas tanto miedo.
-...No lo volveré a hacer, te lo prometo.
-*snif* *snif* Tu… tienes razón…
-¿En qué?
-En que soy un inútil. Ser omega me vuelve débil, cualquier alfa puede manipularme aunque sea un poco. Estas marcas… byakko tardaba en responder, *snif* esas situaciones me aterran.
-¿Te han atacado?
-Si… Yo siento que le estoy fallando a mi padre.
-¿Aquel hombre que te golpeaba?
-Sí, aunque a su manera me enseñó a valorar lo más importante. Y a poner mis habilidades al servicio del débil. Si no fuese por ello no tendría derecho a  vivir.
-¿Otra vez con eso? *suspiro* Mira… tu no eres débil. Si lo fueras no lucharía a tu lado. Piensas así ahora porque has perdido confianza en ti mismo. Antes aunque tenías miedo seguías adelante. Si Byakko no te respondía inmediatamente es por eso, nota tu falta de confianza.
-Pero tú…
-Yo… tch… yo buscaba esto, minar tu confianza, pero ahora veo que me equivocaba. No te quiero así, quiero que vuelvas a ser el de siempre.
-Ya es un poco tarde ¿no crees?
-No, no lo creo. Atsushi tienes miedo de tu segundo sexo, pero no deberias, solo tienes que domarlo, al igual que hiciste con el tigre.
-¿Domarlo dices? Esto es algo biológico no una habilidad.
-Pero es tu cuerpo y tu deberías poder controlarlo.
-Pero… ¿cómo demonios voy a hacer eso?
-Te tocará averiguarlo.
Atsushi se limpió las lágrimas mientras que Akutagawa volvió al desayuno.
-Se ha quedado frío.
-Supongo que lo puedo intentar.
-Bien, pero antes come, estas en los huesos.
-Pero hay algo que no me queda claro. Ese día, la proposición que me hiciste… parecías muy serio.
-*suspiro* ¿Vas a seguir con eso?... Sí, la propuesta es en parte real, aunque ese día con el rut y todo no hice las cosas bien.
-jajaja supongo que no soy el único que tiene problemas con su segundo sexo.

Destinos FortuitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora