Capítulo 8

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Al día siguiente la agencia estaba algo alborotada.

-Hola Atsushi me alegra ver que estas bien
-Buenos días presidente ¿ocurre algo hoy?
-Nada relevante, tenemos un caso.
-Oh entonces debería ponerme enseguida a trabajar.
-No quiero que te esfuerces mucho.
-Gracias, pero ya ha pasado un tiempo y he faltado mucho al trabajo. Necesito hacer algo con lo que sentirme útil.
-Bien. Tanizaki derriba parte de tus informes a Atsushi.
-Recibido.

Centrarse en el trabajo le vino bien, pudo olvidarse por unas horas de toda su tristeza y su angustia. Pero cuando llegó la noche y salió de la agencia todos sus pensamientos depresivos volvieron.

-Atsushi-kun, ¿no vienes?
-Ah, lo siento Kyoka vuelve sin mi, hoy me apetece caminar un poco.
-Est…

Haruno la detuvo, ambas se miraron y le dejaron ir.
Y comenzó a caminar, no tenía un destino, sólo le apetecía pasear, callejear por Yokohama. La brisa nocturna le calmaba mientras peinaba su blanca cabellera. Había descubierto los placeres de las caminatas nocturnas. A partir de ese día todas las noches salía y volvía cuando Kyoka estaba ya dormida. No le apetecía hablar mucho con su compañera, y tampoco quería soportar su mirada curiosa. Cuando el hambre apretaba buscaba el sitio con mejor olor y ahí cenaba. Cada día era un lugar diferente. Y también conoció a mucha gente muy variopinta. Sin embargo allá a dónde fuera lo veía. Veía omegas soportando cosas, o cohibiendose para no causar problemas. De pasada habló con algunos del tema y poco a poco comenzó a desarrollar una fobia a su segundo sexo. Llevaba siendo omega toda su vida, pero era la primera vez que pensaba detenidamente en ello. Mientras estaba en el orfanato estaba protegido. Separaban alfas de omegas para no tener problemas. Comían, dormían y jugaban en diferentes estancias. De esta manera creció ajeno a todas las dinámicas sociales y cuando al fin salió del cascarón se topó con ellas de golpe. Una noche mientras pensaba en todo esto no se dió cuenta y se metió en algunos peligrosos callejones.

-Hey y ese muchachito
-¿Qué hace un omega por aquí?
Atsushi decidió ignorarlos y seguir caminando, después de todo no era la primera vez que se topaba con gente así. Pero había aprendido que si no les hacía caso no le harían nada.
-Hey hey chico no nos ignores.
Uno de los individuos se interpuso para detenerle y le levantó el mentón.
-Kuro, es de los que te gustan, un niño muy lindo.
-¿A sí? veamos.
-Hey suéltame.
Pero el chico le ignoró y le agarró del brazo arrastrandolo hacia los demás.
-Veamos… pues sí, es un omega muy lindo. Ey lindura no quieres pasar un buen rato con nosotros.
-¿A quién llamas lindura? eres asqueroso.
-*silbido* Y revoltoso justo como me gustan.
Kuro acorraló a Atsushi contra la pared mientras comenzaba a darle besos en el cuello. 
-¡Detente!
-jajajaja
-¡Por favor, detente!
-jajajaja

Los malos recuerdos volvían, tenía flashazos de aquel cuarto y comenzaba a marearse. Pero cuando Kuro puso la mano en su cintura buscando meterse en sus pantalones estalló. Esta vez el tigre respondió, invocó las manos y lanzando un par de zarpazos al aire logró apartar al individuo.

-¿C-como? ¿Mis feromonas no funcionan?
-Y-yo diría que sí, fíjate en su rostro.
-Ehhh así que tienes mucha fuerza de voluntad, pero cuánto más vas a poder aguantar.
Atsushi no respondió simplemente invocó las piernas de tigre y saltó, corrió por las azoteas y cuando estaba lo suficientemente lejos se detuvo.
-Maldita sea, ¡maldita sea!
Solo un pensamiento pasaba por su cabeza en ese momento…

-Atsushi-kun al fin apareces.
-¿Dónde estabas mocoso, nos tenias preocupado?
-Yo…
-¿Atsushi estás bien?
-Kyoka…yo
-¡Atsushi!
Fukuzawa había aparecido al escuchar el alboroto y viendo los ojos rojos y las ojeras del chico tomó una decisión.
-Presidente lo siento mucho.
-Atsushi tómate unos días de descanso.
-Eh
-Has pasado últimamente por mucho, así no te puedes concentrar.
-No, no, por favor yo quiero seguir trabajando, ya he faltado mucho y he causado muchos problemas. De verdad que no volveré a llegar tarde, lo prometo.
-Atsushi, ¿de qué huyes?
-...
-La agencia no es el lugar para evadirte de tus preocupaciones. Ese tipo de cosas las tienes que enfrentar y solucionar por ti mismo.
-...
-Huir no te servirá de nada.

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