Capitulo 3

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Holaaa, ya llegó el siguiente capítulo. Disfrutadlo y no os olvidéis de dejarle algún comentario.

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Atsushi se despierta por la alarmada voz de Naomi.

-¡¡Atsushi-kun Atsushi-kun!!
-Naomi-san
-¿Estás bien?
-Yo… ¿y el presidente?
-Te acabo de encontrar, no me ha dado tiempo a avisar a nadie.
-Bien vamos adentro.
-Pero espera, ¿es seguro que te levantes tan rápido?
-No te preocupes ya estoy bien.

Atsushi, Dazai y Fukuzawa volvieron a reunirse en el despacho del último.

-Lo siento mucho, he fracasado.
Hay un pesado silencio, Fukuzawa y Dazai se miran.
-¿Estás bien? Veo mucha sangre.
-Eso es lo de menos, no he podido traer a ninguno con vida. 
-Atsushi-kun lo de menos es la misión, lo importante es que tu estés bien, así que ¿estás bien?
-Dazai-san…-agachó la cabeza avergonzado- yo…yo he sido por completo superado por él.- Algunas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

Fukuzawa y Dazai se miraron preocupados.

-Atsushi-kun cuéntanos qué ha pasado.
-Fukasawa-san yo antes le dije con confianza que me lo dejarán a mi, pero creo que ya soy por completo inútil ante él.
-¿Por qué?
-Él… él usó las feromonas contra mí. En cuanto las olí perdí la fuerza por completo y mi cabeza se nubló, no podía hacer nada y acabó matando a los últimos dos. Yo… yo me esforcé tanto para mantenerlos con vida, pero…pero no pude, todo fue en vano.

Atsushi rompió a llorar, Dazai le abrazó mientras miraba consternado al presidente. Después de unos momentos llamaron a Kunikida para que se hiciera cargo de él.

-El uso de las feromonas está prohibido en cualquier contexto que no sea el de pareja.
-Estamos hablando de un mafioso, la ley no va con ellos.
-De verdad que no pensaba que haría eso.
-He de decir que yo tampoco. Esto ha dado un giro muy preocupante. ¿Qué haremos ahora?
-Mori-san debe de estar aplaudiendo en su oficina.
-Más me preocupa Atsushi.
-Sí, debe de haber sido un golpe muy duro para su orgullo.
-No podemos volver a mandarle a una misión con él, la próxima podría ser peor. 
-Pero tampoco podemos mandar a nadie más.

Kunikida llevó rápidamente a Atsushi a su casa, su celo se estaba despertando, debía tomar cuanto antes el inhibidor. Cuando llegó Kyoka se asustó al ver a su compañero en brazos del rubio y lleno de sangre.

-¡Kyoka rápido la medicina!

Ella obedeció y sacó un vaso de agua y un blister mientras Kunikida tumbaba a Atsushi en el suelo.

-Rápido mocoso bebe esto.

Atsushi obedeció y tomó la pastilla y un gran sorbo de agua y después se recostó.

-¿Qué ha pasado?
-No te preocupes Kyoka yo me ocupo.
-Pero está lleno de sangre.
-Recuerda que es un tigre regenerativo, eso es lo de menos. Cálmate yo le ayudaré a lavarse, tu prepara algo rico para comer. Acaba de volver de su misión, debe estar hambriento.

Kyoka respondió con “sí” algo vago y se fue a la cocina.

-Ey chico, ¿ya estás bien, puedes levantarte?
-*jadeo* Sí ya está bajando el calor.
-Bien vamos al baño.

Ambos entraron al baño y se desvistieron.

-Es increíble no tienes ninguna marca, aunque estás de aquí permanecen.
-Por aquella época la regeneración no era tan fuerte… o eso creo.
-Vamos limpiemos esa sangre.
-Si… Kunikida-san, ¿tu eres beta verdad?
-Si.
-Ojalá fuera como tu.
-No digas eso chico, no podemos elegir cómo somos.
-Pero ¿no es extraño?
-Soy un omega que ha nacido con un fuerte poder para la pelea.
-¿Y te crees especial? Seguramente haya más como tú. Simplemente han coincidido estos genes dentro de tí.
-Demasiada casualidad.
-¿Te arrepientes de ser como eres?
-Eh bueno, algo supongo.
-Entonces te arrepientes de estar en la agencia.
-Eh, no ¿por qué?
- Gracias a que posees la habilidad del tigre es que estás en la agencia. Y a la agencia no le importa si eres omega, beta o alfa mientras hagas tu trabajo.

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