Capítulo catorce: ''Palos y piedras''

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Ellos querían que la chica de ojos soñadores cayera y en el suelo sollozara,

ciegos de su dolor, sordos de sus palabras.

Y aquí sigo yo esperándola.

En la tristeza naranja del atardecer. En lo frío de la noche,

porque es allí donde permanecen las tormentas.

Donde estoy yo.

Jack, x.

Y sin él los minutos eran horas y un día era una semana. Sin él sentía un vacío que no sabía reparar, que sólo sabía pretender que no estaba allí.

Salí del último examen de la semana. Lo logré, era casi libre de esta prisión. Iba con mis auriculares por el pasillo escuchando sonar ''Sucker'' de Charli xcx. Todos volteaban a verme como si era un fenómeno, sonreía con los labios cerrados sin mirar a los lados. Alguien dijo algo con su grupo de amigos mientras reía, vi sus labios moverse pero no me detuve ni me saqué el auricular. Se quedaron confundidos.

En la biblioteca, pase por arriba del mostrador y quedé al frente de Finnick.

—Adivina quién se va de este agujero.-sonreí de oreja a oreja.

—No le digas agujero a mi trabajo.-hizo una mueca y luego rió- tú, por supuesto. Srta. Inteligente.

—Gracias, gracias –lancé besos y me incliné.

— ¡Meredith! –Abbie vino patinando perfectamente por primera vez.

— ¿Qué?

—Pues, pasé.-dio saltos y resbaló.

Dios, me hacía sentir menos torpe.

— ¿Estás bien? –la ayudé a levantarse.- felicidades. ¿Ahora que harás?

—Iré a alguna universidad en los ángeles. –movió su cabello naranja.- ¿y tú?

—No lo sé.-encogí mis hombros.

—Roxana se irá de fiesta y ustedes vienen –Roxx vino bailando de la nada.

—Hecho.-dijimos al unísono.

Nos abrazamos y dimos saltos riéndonos.

— ¡Chicas! Bi-bli-o-te-ca.

Nos quedamos calladas sonriendo.

Más tarde el profesor de matemáticas nos llamó a darnos los exámenes corregidos. Todos sacaron bajo seis, menos yo, que saqué nueve. Debían repetir el examen y yo dormiría todo el día y comería basura chatarra, ¡viva la vida!

—Felicidades, Meredith.

Le sonreí.

—Pueden salir ahora. Nos vemos pasado mañana.

Camino a mi dormitorio me topé con Logan que se puso nervioso al verme.

—No empieces.-dije.

—Necesito explicarte, Mere.

—No me digas así y no quiero hablar contigo.

—Entonces escúchame, por favor.

Suspiré y seguí caminando.

— ¡Por favor! –caminó a mi lado y se puso al frente.

—Cinco minutos.

Sonrió.

—Yo no quería.

—Vaya...

—Déjame terminar...

Meredith no es rebelde. Por: Peypef.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora