ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ (Yuki Suou x Male OC)

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Capitulo 10: ¿Amigos...?

______2 años atrás...______

Enamorarse... No lo entendía muy bien. Para mí, siempre fue un concepto extraño, algo que veía en las películas o leía en los libros. ¿Qué significaba realmente? ¿Era un sentimiento profundo o simplemente una ilusión que las personas se imponían a sí mismas?

Recuerdo que, en esos días, las cosas parecían más sencillas. El amor no era algo en lo que pensaba mucho. Mi vida giraba en torno a mis estudios, mis amigos y los pequeños momentos de felicidad que encontraba en las cosas cotidianas.

Pero todo cambió cuando la conocí a ella.

Hana Junichi...

Una chica perfecta en todo sentido. Era como sacada de una de esas películas que solía ver, una combinación de carisma, inteligencia y belleza que desarmaba a cualquiera. No solo eso, sino que había algo en su forma de ser que la hacía única. Su risa era contagiosa, su sonrisa iluminaba cualquier habitación, y su presencia era siempre tranquilizadora.

Desde el primer momento en que la vi, supe que era diferente. No porque destacara entre los demás, sino por la forma en que hacía que todo a su alrededor pareciera más brillante, más alegre. Era una persona que hacía que los días grises se sintieran un poco menos pesados, alguien que, con solo unas palabras, podía cambiar por completo tu estado de ánimo.

En aquel entonces, nunca pensé que me enamoraría de alguien así. Pero sin darme cuenta, ella empezó a ocupar cada rincón de mis pensamientos. Cada día, cada conversación, cada momento juntos me hacía querer estar más a su lado.

—T/N, ¿me ayudas con esto? —me había preguntado un día, mientras se inclinaba sobre su cuaderno, luchando por resolver un problema de matemáticas.

Aquel momento fue insignificante para cualquiera, pero para mí fue la primera vez que sentí algo diferente. Mientras me acercaba para ayudarla, sentí un cosquilleo en el estómago. Algo pequeño, pero imposible de ignorar.

A partir de entonces, cada interacción con Hana se volvió especial, como si cada segundo con ella fuera una pequeña joya que atesoraba en mi corazón.

Con el tiempo, esas pequeñas interacciones se fueron acumulando. Empezaron a convertirse en lo más esperado de mis días, en lo único que realmente me importaba. Al principio, me convencía de que solo éramos buenos amigos, que ese cosquilleo en el estómago era una simple reacción pasajera. Pero cuanto más tiempo pasaba con Hana, más me daba cuenta de que lo que sentía por ella era diferente, era algo más profundo.

Recuerdo claramente el día en que lo acepté. Estábamos sentados en el patio de la escuela, disfrutando de una tarde tranquila después de clases. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Hana estaba riendo de algo, un chiste tonto que había hecho, y su risa resonaba como música en mis oídos.

De repente, dejó de reír y me miró directamente a los ojos. Su expresión cambió, volviéndose más seria, pero al mismo tiempo más suave. En ese instante, supe que no podía seguir engañándome. Estaba completamente enamorado de ella.

—T/N... —dijo con una voz tranquila—, he estado pensando... últimamente he pasado mucho tiempo contigo, y... bueno, creo que eres alguien muy especial para mí.