𝑽𝑰

357 34 24
                                    

—¿¡Una semana entera!? —exclame incrédulo.

Luego de tomar "prestado" el dinero del bolso de María, ella tuvo la idea de, no solo quitarme la nintendo, sino también hacerme su sirviente personal toda esta semana. (⁠๑⁠•⁠﹏⁠•⁠)

—Así es, —respondió, cruzando los brazos mientras me miraba con una sonrisa de superioridad—. Y créeme, María se lo está tomando en serio. Mejor te preparas.

Suspiré profundamente, pasándome la mano por el cabello. Tomar "prestado" ese dinero había sido la peor decisión del día, y ahora, además de perder mi Nintendo, tenía que soportar ser el sirviente personal de María por una semana.

—Esto es ridículo... —murmuré, resignado.

Alisa se encogió de hombros, claramente disfrutando de la situación.

—Mira el lado positivo, al menos no te quitó el teléfono... todavía.

Hice una mueca ante esa posibilidad y me desplomé en el sofá, sintiendo que mi vida se desmoronaba lentamente.

—Genial... ahora tengo que escuchar todo lo que ella quiera, hacerle recados y probablemente prepararle el té cada mañana —murmuré, visualizando las órdenes que me esperaban.

—Exactamente, —dijo Alisa, reprimiendo una carcajada—. Pero quién sabe, tal vez aprendas algo de esto.

—Aja si... seguro aprenderé a ser el esclavo perfecto —respondí con sarcasmo, hundiéndome más en el sofá.

Alisa soltó una risa suave y se levantó, dándome una palmada en el hombro.

—Ánimo, sobrevivirás. Además, sabes que cuando María se pone así, no hay mucho que puedas hacer.

Suspiré, sabiendo que tenía razón. No era la primera vez que me metía en problemas con María, pero esta vez definitivamente había ido demasiado lejos. La mirada de Alisa se suavizó un poco antes de caminar hacia la puerta.

—Me voy a mi cuarto, no tardes en empezar tu "semana de servicio". —dijo, haciendo comillas con los dedos.

La vi desaparecer por el pasillo, dejándome solo en la sala. Me quedé mirando el techo por un momento, pensando en cómo iba a sobrevivir a esta semana.

—Una semana entera... vaya mierda...

Me levanté del sofá, aún aturdido por mi "castigo". No tenía escapatoria, así que lo mejor era aceptar mi destino… por ahora.

Me dirigí a la cocina para prepararle un té a María. Si iba a ser su sirviente durante toda la semana, mejor empezar con algo básico. Mientras el agua hervía, miré el reloj: 10:04 am. Apenas estaba empezando el día y ya sentía que iba a ser una semana eterna.

—¿Esto cuenta como karma? —me pregunté en voz alta, recordando cómo había tomado su dinero sin permiso.

Agarré la taza y la coloqué en una bandeja, intentando no derramar nada. Caminé lentamente hacia la habitación de María, donde estaba completamente inmersa en su computadora.

—Aquí tienes, tu majestad —dije, poniendo la taza frente a ella con una mueca sarcástica.

—Aquí tienes, tu majestad —dije, poniendo la taza frente a ella con una mueca sarcástica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ (Yuki Suou x Male OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora