Jsjsjsj, me tocó Pelé de 101 Tiemblen chavales. Bueno, comenzamos con el capitulo. ________________________________________
Capitulo 1: La princesa de hielo.
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|Academia Seirei|
Saben... Es incómodo.
¿El acompañar a mi hermana mayor a la escuela? Nop, eso sería un halago para cualquier persona. Y yo soy el bendecido por Dieguito Maradona.
Lo incómodo es... Que apenas estamos entrando a la academia y, ya hay alguien queriendo declararse a Alisa.
El chico se acerca con una confianza que hasta me da cosa rara, mientras da un paso tras otro hacia la figura serena de mi hermana mayor. Alisa, con su cabello blanco como la nieve y su elegante uniforme de la Academia Seirei, está completamente ajena al tumulto que está a punto de desatarse. Ella camina con la gracia y el porte de una princesa, lo que, por supuesto, atrae miradas.
Miro a mi alrededor y veo que otros estudiantes también están observando la escena con interés. Algunos murmuran entre ellos, mientras que otros simplemente se quedan boquiabiertos.
—Hola Kujou, que placer el verte tan temprano por aquí. Es una mañana muy agradable ¿No lo crees? —pobre tipo... Lo van a mandar a la mierda.
—Hola, buenos días... —hablo Alisa, con su típico tono apático hacia cualquier persona, incluyendome a mi.
El tipo este comenzó a reírse de una forma... Medio rara.
—Soy Ando de 2do, no habíamos tenido la oportunidad de conocernos formalmente. Tu hermana y yo hemos estado hablando de ti constantemente. —Odio ese tono soberbio en su bocota. ¿Quien se cree que es para acercarse a mi hermana?
Su actitud me hace fruncir el ceño. No solo está actuando como si tuviera algún tipo de derecho a hablar con nosotros, sino que también está intentando ganarse el favor de Alisa a través de una conversación casual. El hecho de que mencionara que ha estado hablando con María me hace hervir la sangre.
Alisa mantiene su expresión inmutable, pero puedo notar que hay una leve tensión en su postura. No es fácil de leer, pero su mirada parece estar midiendo al chico con un toque de desdén. Ella no es de las que se deja impresionar fácilmente.
—Dicho esto... ¿Que te parece si almorzamos hoy juntos pa-
—No gracias. —lo interrumpió Alisa.
La cara del tipo se arrugó ligeramente, pero al instante cambio su rostro para volver a esa soberbia suya.
—Eres un hueso duro de roer eh? —murmuro nerviosamente, hasta que saco su teléfono e hizo una pose así medio rara con el—. Siendo así, ¿Te importaria pasarme tu número o alguna red social?
