Capitulo 12: ¡La batalla por la presidencia! ¡Yuki VS Alya! Parte 2
—Entonces... Quieres que averigüe cuál es el planeamiento de Kuze y Alisa, ¿Verdad? —Yuki asintió, reafirmando mis pensamientos y palabras por 4ta vez—. Ah, siento que me estoy metiendo a la boca del lobo...
—Ay no exageres.
Luego de clases ambos decidimos reunirnos en una cafetería de por ahí para tratar de organizar nuestros planes.
—Bien... —dije, recostándome en la silla mientras tomaba un sorbo de mi café—. Específicamente, ¿qué quieres que averigüe?
—Necesito que descubras si están trabajando juntos para algo en particular. Alya es reservada, pero parece más cercana a Masachika últimamente.
¿Porque será...?🤨
Suspiré profundamente, sintiendo el peso de la misión. Sabía que Alisa no era alguien fácil de leer, y si estaba aliada con Kuze, eso complicaría aún más las cosas.
—Ok, averiguaré...
—¡Gracias! —exclamo agradecida.
—Pero con una condición... —dije, levantando la mano como si estuviera sellando un trato. Yuki me miró con curiosidad, esperando a que terminara mi frase—. Me debes un favor después de esto.
Yuki sonrió, entrecerrando los ojos en señal de complicidad.
—Trato hecho —respondió, sin dudarlo.
Era extraño ver a Yuki tan determinada con algo que tenía que ver con Alisa. Después de todo, mi hermana no era alguien que compartiera mucho de su vida privada, ni siquiera con nosotros, su familia. A pesar de su naturaleza reservada, siempre había sido muy directa, sin necesidad de rodeos o juegos. ¿Qué podía estar ocurriendo entre ella y Masachika Kuze para que Yuki se preocupara tanto?
—¿Tienes alguna sospecha? —pregunté, intentando sacar más información antes de zambullirme en este enigma.
Yuki apoyó los codos en la mesa, su expresión se tornó más seria.
—No tengo pruebas, pero últimamente han pasado mucho tiempo juntos, más de lo habitual. Kuze siempre ha sido cercano a Alya, pero ahora parece que ambos están planeando algo. Lo que me preocupa es que Alya nunca me cuenta nada sobre sus conversaciones con él.
Le di un sorbo a mi café, intentando procesar lo que Yuki me decía.
—Voy a necesitar algo más que conjeturas si quieres que me meta en esto. ¿Tienes algún plan en mente? —pregunté, levantando una ceja.
—Por ahora, lo principal es observar. No quiero que te acerques demasiado de inmediato, porque eso los alertaría. Solo necesito que te fijes en sus interacciones. Si ves algo fuera de lo común, infórmamelo.
Asentí, aunque no podía evitar sentir que este juego de espionaje terminaría complicándome más de lo esperado. Estaba acostumbrado a mantener un perfil bajo, tanto en la escuela como en casa. A diferencia de Alya, quien siempre brillaba por su inteligencia y carisma, yo prefería pasar desapercibido. Sin embargo, la curiosidad ya había comenzado a carcomerme.
—Lo haré, pero no prometo nada —dije con una sonrisa torcida—. Alisa es buena ocultando lo que piensa. Si está involucrada en algo, será difícil sacarle información.
—Confío en que podrás —respondió Yuki, sonriendo con seguridad—. Además, ¿quién mejor que tú, su hermano, para hacerlo?
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