Ya era la hora de comer y ciertamente Vincens quería huir de ahí. La mirada intensa de Leoni encima de él mientras destazaba un pobre trozo de carne le estaba dando suficientes señales de que en cualquier momento le cortaría los tobillos con ese cuchillo mega filoso y ella lo disfrutaría.
—¿Vincens?, ¿me estás escuchando?
El albino parpadeó varias veces girando su cabeza hacía el alfa pelinegro que le hablaba.
—¿E-Eh?
—Mamá preguntaba que cómo te iba en tus prácticas de ballet recientemente ya que no has podido ir a la academia.
El omega abrió la boca y soltó una risita avergonzada al no prestar atención. Desvío su mirada nuevamente hacia Leoni antes de mirar a Jelena quién se veía emocionada de escuchar todo. Así fue. Vincens empezó a contar toda su vida respecto al ballet, sus prácticas actuales, el como le costó adaptarse desde pequeño pero lo mucho que le encantaba.
Por otro lado Gunther había apoyado su cabeza sobre sus brazos encima de la mesa mientras escuchaba al omega hablar, el verlo hablar de su pasión era lo más hermoso que pudiera ver porque su rostro brillaba igual a como cuando estaba encima del escenario bailando, igual que ese día. Claro que Leoni se percató de esto por lo que llamo a Gunther para que le ayudara en la cocina interrumpiendo su momento en las nubes.
Ambos omegas siguieron hablando a como lo hicieron en el jardín mientras que la alfa gruñía y su hijo soltaba suspiros cada cinco segundos.
—Sigo sin entender por qué te gusta ese albino… Es tan igual que ese Alberich… Tan engreído y siempre llamando la atención de Jelena…
La mujer refunfuñaba mientras metía verduras picadas en una pequeña canasta de carne que había hecho con lo que cortó anteriormente, su hijo dio más verduras ya que él las estaba cortando.
—Dime la verdad, ¿odias a Vincens solo porque se parece a tu rival romántico o porque enserio crees que él por su propio mérito me va a hacer daño? Porque no te recuerdo tan enojada con Sofía quien literalmente tomó mi virginidad y me desechó por un latino.
La expresión de la mujer decía todo, era por ser hijo de ese hombre pero en menor parte también no quería que esa situación se repitiera, no quería a alguien similar a esa chica con su hijo.
—Mamá… Ya te lo dije antes… No planeo confesarme, prefiero amarlo de lejos, se que no le gusto.
Esas palabras fueron suficientes para romper el temperamento y el corazón de la mujer. Soltó un sollozo y abrazó por el cuello a su hijo manteniendo sus manos lejos ya que las tenía sucias en salsa, llenó el rostro del varón de besos y se quedó en su oído.
—Solo… No quiero verte llorar y dejar de comer como lo hiciste antes, no quiero que él sea el culpable de dejarte en ese estado pero si de verdad lo amas, conquistalo, se lo mucho que tu madre amaba a Alberich y que por eso está emocionada con Vincens aunque no lo admita, pero decidí conquistarla, puedes hacer lo mismo aunque el corazón de él sea de alguien más. No te quedes solo mirando.
El silencio de Gunther fue suficiente, no sabía que responder pero su madre lo tomó como respuesta. Primero que todo, no sabía que su madre amaba al padre de Vincens, sabía que fueron buenos amigos pero no ese “tipo”, además de que ella quién le diera ánimos de intentarlo le parecía fuera de lo común.
La comida quedó lista para que los cuatro comieran tranquilamente, la ración de Natasha quedó en el refrigerador cuando volviera a casa.El silencio en la habitación del alfa estaba siendo el protagonista ya que el omega estaba haciendo un pequeño cuestionario de química, no se le complicaba tanto la teoría pero en la práctica es donde lo agarraban a patas. Eso mientras Gunther estaba acostado en su cama lanzando una bolita pegajosa al techo dejándola pegada y agarrarla cuando callera, así infinitamente mientras pensaba en lo que dijo su madre, ¿enserio era capaz de conquistar a Vincens? No estaba del todo seguro pero habían picado su curiosidad…
—Vin, ¿hay alguien que te gus-
—Gunty explicame est-
Ambos se miraron quedándose callados un segundo para luego reír, Vincens se levantó de la silla y se sentó en la cama al lado del mayor para pasarle las hojas con su cuestionario.
—¿Qué me ibas a preguntar?
—Nada, nada, esto es simple, solamente hazlo como viene en el libro, la página 67, viene el procedimiento ilustrado y solo es reemplazar los elementos que ocupas con los del procedimiento. ¿Crees que pueda poner algo de música? Solo si eso no te distrae.
El omega negó mientras tomaba el libro y volvía a leer todo para luego empezar con lo suyo. Gunther suspiró y se levantó para agarrar su celular y conectarlo a su parlante, estar pensando en su madre y sus palabras lo estaba volviendo loco, necesitaba una distracción. Puso su canción favorita y al girarse vio a un omega albino exaltado.
—¿Q-Qué?
—Te adoro.
Las palabras ajenas fueron como un golpe para Gunther, no entendía nada, ni el por qué de ese comentario tan repentino. Solo pudo rascar su cabello para calmarse y ocultar su confusión mezclada con vergüenza y evidentes ganas de besarlo.
—No sabía que también te gustaba esta banda. Yo quise ir al concierto del año pasado pero tuve una presentación, vi muchos videos de personas que fueron y me puse a llorar.
Gunther detuvo la canción para ponerse a procesar que a su crush le gustaba su misma música. Iba a explotar en ese mismo instante.
El alfa parpadeó un par de veces para salir de las nubes y sonrió volviendo a poner la canción donde ambos empezaron a cantarla inmediatamente ignorando que no fuesen los mejores haciéndolo pero venía de su corazón. El problema es que Gunther al ver a Vincens cantar con toda su alma pudo entender lo que su madre le dijo, la letra de la canción tampoco ayudaba. Tampoco el verlo brillar nuevamente como cuando lo vio por primera vez en el escenario, definitivamente lo amaba más de lo que su cabeza podría comprender.
Al terminar la canción ambos quedaron acostados en la cama sin aire mientras se reían. El pelinegro cerró los ojos un segundo pero al abrirlos tenía al albino mirándolo fijamente acomodando el cabello de su frente.
—No lo había notado por tus lentes pero tienes unas pestañas muy lindas, de hecho… Hoy estás sin lentes, ¿me ves bien?
Entre risas el alfa subió su mano para rozar su dedo por el pómulo ajeno y ver esos ojos verdes tan atrayentes que le robaron el alma.
—Lentillas, las uso cuando los lentes me causan dolor de cabeza, pero, si hablamos de pestañas bonitas, las tuyas son tan hermosas como unas estalactitas que esconden una joya preciosa de un verde tan atrayente.
El albino terminó rojo ante tal cumplido que de los nervios se levantó y volvió a agarrar el libro para seguir su cuestionario. El alfa no se percató porque estaba más concentrado en cómo sus yemas quemaban al tocar esa piel hecha de nieve.
Solo que él hermoso pensamiento se borró al ser reemplazado por otro donde le iba a doler demasiado si Vincens se alejara de él, quería ser egoísta, encerrarlo para él solo y no dejar que nadie pudiera ver sus alas, golpear a cualquiera que se atreva a tocarlo o hacerlo sufrir, tenerlo para sí mismo por toda su vida.
El día terminó como se había planeado, el omega logró entender más de química para poder seguir enfocándose en matemáticas y el mayor estuvo feliz de ello a pesar de estar ignorando sus pensamientos de los cuales no estaría orgulloso de admitir, no era algo normal en él. Incluso su madre le explicó cuando tocó el tema, el amor es hermoso y dulce pero también abre muchas puertas a lugares oscuros del corazón, es hermoso y a la vez peligroso lo cual solo logra aumentar su belleza.
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Il Sistema di Allégro
RomanceLa elegancia, delicadeza y belleza pueden atraer a cualquiera incluso al mas escéptico. Una vez eres atraído por ella es imposible alejarte de ella. Se sabe que el ballet no es gusto de todos pero los pasos de ese omega albino puede cautivar a cual...