|AMOR CAUTIVO|

~2~

Intenté soltarme las manos, pero era inutil, estaban muy bien amarradas, cada vez que forzaba para soltarme, las cuerdas me lastimaban las muñecas. No podia dejar de ver al chico que aun seguia inconciente, me sentia impotente, e inutil.

-¡Suéltenme! no quiero estar aqui. -Grite forzando de nuevo las cuerdas -Por favor sueltenme... -Vi una sombra, y supe que alguien se acercaba.
-¡Silencio! -Su voz ya se escuchaba más cerca de mi.
-Dejenme salir de aquí, yo no les hice nada. -Un hombre con su cara tapada por un pasamontañas se paro en frente mio.
-¿Y quien ha dicho que sí? -Sus palabras sonaron tan maliciosas y sarcasticas, no podia ver su cara, pero sus ojos lo decian todo; Maldita sea, en que me habia metido.
-Bueno, entonces dejame ir. -Dije intentando no demostrar el miedo que me dominaba.
-¡No! a ti te voy tener por un buen tiempo... o bueno, hasta que consiga lo que quiero.
-¿Que quieres? ¿Dinero? ¿Haces esto por dinero?.
-Todo a su tiempo... ya te enterarás. -Me rodeo y empezó a soltarme las manos.
-¿Y él? Si me quieres es a mi, ¿porqué lo tienes a él tambien aqui?
-Eso le pasa a las personas, que se meten en lo que no debe de importarle. -Porfin mis muñecas quedaron libres y el se dirigio a soltar mis pies.
-Agradece que tienes compañia.
-¿Ahora tengo que agradecerte?
-Deberias... -Ahora si quede completamente libre, y él se dispuso a soltar al muchacho a mi lado.
-Esta mal, deberias ayudarlo... - Me acerque lentamente a la puerta, debía salir de aqui como fuera.
-Solo esta desmayado, no esta muerto. -Me volteo a ver. -Y es mejor que ni intentes escapar, afuera esta uno de mis amigos, estan vigilados; No soy Tan idiota.
A lo lejos pude ver al tipo armado, vigilando la puerta. Era imposible, no podía salir de aquí, no por ahora. Termino de soltar al otro muchacho y salió para dejarme nuevamente en ese lugar tan espantoso. Respire.
-¿Por qué a mi? - entonces recorde el muchacho ¿Quién era? Tenia que saberlo, además de que estaba en deuda con el. Me agache junto a él, y coloque su cabeza en mis piernas, por primera vez pude ver su rostro…
-¿Tu?
Era el chico raro del campus, nunca nos hemos dirigido la palabra, de hecho me parece que es un poco extraño, estaba confundido ¿Por qué el? Justo el… ¿Por qué el querría ayudarme? ¿Por qué querría arriesgarse por mí?.

-Hey, despierta.- Trataba de que reaccionara.
Minutos despues de moverlo, de hablarle y hasta de darle pequeño golpesitos en su cara, empezó a reaccionar poco a poco, a moverse, hasta que porfin abrió los ojos.
-¿Donde estamos? -Se sentó lentamente.
-No lo sé -Lo ayudé a levantar. -Te golpearon mucho... mira como estás.
-Estoy bien, no es nada del otro mundo. Tú... -Se quejó cuando se paró derecho -¿Como estas? ¿No te hicieron daño?
-No, pero si no hubiera sido por ti... -Me interrumpi -¿Porque me defendiste? Mira donde estas por mi culpa...
-No queria que te hicieran daño.
-No tenias que haberte arriesgado así... -Agache un poco la cabeza.
-Lo hecho, hecho está. -Levanto mi cabeza suavemente. -Ahora lo que tenemos que hacer es buscar la manera de salir aqui. -Susurro.
-Es imposible... esos tipos estan por todos lados. Mmmmm...  -Me di cuenta que no sabia su nombre.
Me regalo una sonrisa, por primera vez desde que habia entrado al instituto, nunca lo habia visto sonreir; y ahora apesar de la situacion, ¿sonreia? ¿Como lo hacia?
- Me llamo Jeon Jungkook; como que no le pones mucha atención a lo que pasa a tu alrededor ¿cierto?
-En realidad creo que tú no eres muy dado. – Me aleje un poco del, sabia que estaba bien y me di cuenta que no sabia nada del y que estaba solo con el en ese lugar. Si se arriesgó así por ayudarme, supongo que no me haría daño pero por un momento me sentí intimidado.
-No enserio dime. ¿Por qué me ayudaste? Tú y yo no somos amigos. – pregunte, supongo que fue grosero de mi parte, pero no sabia que pensar estaba confundido. ¿Podía confiar en el?
-¿Siempre eres así de desconfiado? Creo que es obvio que estoy de tu lado- Se sentó con dificultad, estaba muy golpeado, por un momento sentí el impulso de ayudarlo, estaba confundido una mitad de mi sentía que podía confiar en el, y el otro no.
-Si esta en mis manos ayudar a alguien, lo hago, sea mi amigo o no. es algo que me enseñaron de pequeño ¿sabes? – Me volvió a regalar una sonrisa condescendiente. ¿Por qué estaba tratando de ser amable conmigo?
-Disculpa- Me acerque un poco. – gracias.
-No agradezcas, ya te explique. -Miró a su alrededor.
-Que buscas. -Le pregunté
-Una salida, algo con que ayudarnos, algo debe haber.
-La unica salida que hay es esa. -Le señale la puerta. -Y hay un gorila parado ahi.
-Bueno, nunca dije que fuera fácil salir de aqui, esto es un secuestro, no un castigo de nuestros padres.
-Tengo miedo.
-Bueno, hay una ventaja, estamos juntos en esto. -Se acerco a mi.
-No se que hubiera pasado si estuviera solo aqui, creo que ya estaria loco.
-¿Lo dice la misma persona que organiza tantas fiestas en la universidad?
-Es distinto.
-No, es presion, asi mismo es acá presión por el encierro. ¿Que haces tú cuando te estresas por todo lo que haces?
-¿Respiro? ¿Me tranquilizo?
-Exacto, te tranquilizas, eso es lo primero que hay que hacer. -Tomo una bocanada de aire. -Tenemos que pensar con cabeza fria.
-¡no debí haber ido a esa maldita fiesta!- me lamente
-Cálmate, ¿si?- dijo en tono condescendiente.
-¡NO! ¿Cómo quieres que lo haga? ¿No te das cuenta en la situación que estamos? ¿Cómo puedes siquiera sonreír?
-Digamos que quizás, me las he visto peores.- ¿Cómo podía ser eso posible? Debo reconocer que eso me intrigo.
-¿De verdad? ¿Cómo? - El volvió a sonreír.
-Si salimos de aquí, te prometo que te lo cuento.- ahora era yo quien sonreía, el de cierta forma me hacia sentir seguro.
-Esta bien. -Me quede callado por unos segundos. -¿Crees que será pronto?
-A que te refieres con pronto. -¿No era claro con mi pregunta?
-Que salgamos de aqui, que sea pronto que salgamos de aqui, y todo esto, simplemente sea un mal suceso por olvidar.
-Bueno, eso depende de que tanto nos esforcemos por salir de aqui.
-Era muy extraño todo lo que estaba pasando, el me producía desconfianza pero también me sentía protegido por el…. Que junto a el nada malo me pasaría, y viendo la circunstancia en que estábamos eso era algo ilógico- ¿De verdad crees que tenemos oportunidad de salir de aquí? –Dije irónico, y me levante… empecé a recorrer el diminuto cuarto donde estábamos-

En la unión esta la fuerza –Dijo, mientras se acomodaba en el lugar que tenia por cama- o bueno eso dicen –Sonrió, ¡Ay sus sonrisas! Eran tan cálidas… tan… no se como podía estar tan tranquilo-

Nosé como haces para sonreir tan tranquilamente -Me acomode tambien a su lado.

Bueno, si me amargo o me estreso es peor. -Bueno, en eso tenia razón. -Tu deberias hacer lo mismo.

¿Y como? si de solo ver estas cuatro paredes, me dan ganas de echarme a llorar.

Yo estoy igual que tú, así que nosé.... hablemos de algo, lo que sea, así se nos pasa el tiempo. -Me volvio a sonreir.

¡Estamos secuestrados! ¿Soy el único que lo recuerda? –Dije frustrado- Paso su brazo alrededor de mi cuello y me acerco a el.- Con desesperarte, no ganas nada.

–Mi cuerpo se estremeció enseguida, sentir su piel junto a la mía… no se porque motivo sonreí-

Tienes una hermosa sonrisa.

-Me aleje del y desvié la mirada- Este…

No, enserio; pero no tienes por que apenarte... es más te lo deben decir mucho.

Enrealidad... No. -Me rei por lo bajo.

Eso no te lo cree nadie. -Dijo con cierto sarcasmo.

Es verdad, conozco pocas personas... mejor ocupo mi tiempo y cabeza en otras cosas. -Y era cierto, según mis amigos, era un raro por no ser como otros de mi edad, me gustaba salir, pero entre tantas cosas que hacia la verdad no me quedaba tiempo.

-Osea que los chismes del campus son ciertos.
-¿Chismes? ¿Corrian chismes de mi en la universidad? No sabia que hablaban de mi.

Tienes cierta reputación allí. -Abri mi boca sorprendido. -Pero no de nada malo, bueno, no en lo que cabe...

-Ok, primera cosa que debes saber de mi. Los graciosos, o bueno, lo intento de comicos, no van conmigo. Recuerdalo. -Me puse serio. -¿Me sigues explicando? Sin chistesitos.... Gracias.

¡Uy, tambien anoto que no eres mucho de paciencia! -Se rio. -Ok, continuo.

Si continúa mejor. –Seguía serio, me daba la impresión de que el sabia mas de mi, que yo del… y no sabia como sentirme al respecto

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