⭐Capitulo 10⭐

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Capitulo 10:

Ha pasado una semana en un suspiro, y hoy es el día en que voy a visitar a Lucian y Julian en su mansión. Me siento emocionada, aunque un poco nerviosa. Mientras cepillo suavemente el pelaje de Sion, siento cómo él se relaja bajo mi toque, sus ojos entrecerrados de puro placer. Su pelaje blanco y espeso ha crecido un poco, volviéndose aún más suave, como si estuviera hecho de nubes.

Termino de cepillarlo y, con una sonrisa, tomo un pequeño collar que había guardado para esta ocasión. Es sencillo, de cuero oscuro, con un delicado dije dorado en forma de hoja. "Te ves muy elegante," le digo mientras ajusto el collar alrededor de su cuello.

Me alejo unos pasos para mirarlo mejor. "Perfecto," murmuro para mí misma, y Sion me devuelve la mirada con esos ojos intensos y curiosos. Se ve tan adorable con su nuevo collar que no puedo evitar sonreír con orgullo.

Nos miramos juntos en el espejo, y no puedo evitar reír. "Mira, Sion," le digo en tono juguetón. "Nos vemos muy bien juntos, ¿no crees?" Sion ladea la cabeza, como si entendiera mis palabras, y luego se sienta con elegancia, mirándose en el espejo con una dignidad que solo los felinos pueden mostrar.

Al final, me acerco y acaricio su cabeza. "Hoy es un día importante, pequeño," le susurro. "Vamos a ver a Lucian y Julian, así que compórtate, ¿sí?"

Nos subimos al carruaje que nos llevará al territorio del Duque Navarret. El traqueteo suave de las ruedas sobre el camino me ayuda a calmar los nervios, aunque no puedo evitar mirar de vez en cuando a Sion, quien parece tan tranquilo y curioso como siempre. Su nuevo collar brilla levemente bajo la luz del día, y no puedo evitar sentir una mezcla de emoción y anticipación.

Después de lo que parece una eternidad, finalmente divisamos la majestuosa fachada de la mansión Navarret. Su estilo victoriano, imponente y elegante, está pintado en colores oscuros, negro y vinotinto, lo que le da un aire de misterio que se alza sobre el paisaje circundante. Es mucho más impresionante de lo que recordaba.

Al acercarnos, veo a Lucían y su pequeño hermano, Julián, esperando en la entrada. Mi corazón da un vuelco al verlos, especialmente cuando Lucían me lanza una mirada tranquila, pero cálida.

Cuando el carruaje se detiene frente a la entrada principal, veo a Lucían y su pequeño hermano Julián esperándonos. Lucían está de pie, con su postura siempre seria, pero cuando nuestras miradas se encuentran, veo un atisbo de suavidad en sus ojos. Julián, en cambio, salta de emoción al verme llegar.

El mayordomo de los Navarret, impecablemente traje, abre la puerta del carruaje con una precisión. Lucían se adelanta y, con una suavidad que no esperaba de él, toma mi mano para ayudarme a bajar.

"Bienvenida, Aryln," dice en voz baja, su tono cortés pero con una calidez que me hace sonreír. Aprecio el gesto más de lo que pensaba.

Julián, sin perder un segundo, se acerca corriendo con los ojos brillando de emoción. "¡Aryln! ¿Dónde está Sion?" pregunta con impaciencia.

No puedo evitar reírme ante su entusiasmo. "Aquí está," respondo mientras señalo a Sion, que se asoma desde el interior del carruaje, mirando a Julián con curiosidad.

Los ojos de Julián se agrandan de emoción. "¡Sion ha crecido!" exclama, extendiendo sus manos hacia él. "¿Puedo acariciarlo?"

Lucían, aunque más reservado, también parece estar interesado en ver a Sion. "Se ve mucho más fuerte que la última vez," comenta, cruzándose de brazos mientras observa al cachorro.

La Archi-maga del norte y sus tres EspososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora