Chocando Mundos

CAPÍTULO 4: Once y treinta

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Volteo a ver a Jasper, quien observa la tarjeta con el ceño fruncido, como si estuviera molesto por algo que no puedo descifrar. Su expresión me inquieta, pero decido no preguntarle nada, ya que no quiero incomodarlo más de lo que tal vez ya está.

Después de un largo día de clases, finalmente salgo junto a Jasper. Aún persiste un silencio incómodo entre nosotros; he estado evitando hacerle preguntas durante las últimas horas porque no quiero parecer fastidiosa o insistente. Sin embargo, la curiosidad me consume y sé que debo hacerle la pregunta antes de que nos despidamos.

Llegamos al portón y me detengo frente a él bloqueando su paso.

—¿Vas a ir a la fiesta? —pregunto, con un nudo en la garganta y un ligero temblor en la voz. Él me mira fijamente, sus ojos reflejan una mezcla de sorpresa y duda mientras enarco una ceja.

—¿Acaso tú vas? —replica, su tono es inquisitivo y me hace sentir un poco expuesta.

—Tengo que intentar hablar con ella, Jasper —le digo con determinación, pero él suelta un bufido mientras niega con la cabeza.

—No es justo que estemos en un lugar donde claramente no nos quieren, Bridget. Vamos a parecer unos estúpidos —responde, su voz cargada de frustración.

—Por favor, deja tu orgullo a un lado. Sé que aún la amas; tal vez puedas resolver todos sus problemas —insisto, haciendo un puchero mientras tomo sus manos.

—No es orgullo, es simplemente dejar de insistir —replica de manera seca, poniendo los ojos en blanco al verme tan decidida.

—Es orgullo, acéptalo —digo, mirándolo desafiante.

—Bueno, sí, pero es porque me ha dado donde más me duele,  desconfío de mi. —admite.

—Lo sé, y a mí también me duele muchísimo —respondo con sinceridad—. Pero si tú estuvieras en su lugar, ¿te gustaría que te aclararan las cosas o no?

—Seee —responde con desdén —Solo una hora y nos vamos de allí, ¿Okey?

Asiento en modo de respuesta, y aplaudo por mi victoria.

Después de tomar un baño reconfortante, y de vestirme me siento en mi cama, y reviso mi mochila de arriba a abajo y como lo predige mi dinero no está. Por lo menos no me has robado mi teléfono, eso era lo que faltaba para terminar de hacer un ladrón de pacotilla. Tomo mi teléfono y le doy varios besos a la pantalla. Ya lo extrañaba de seguro el muy estúpido aquel lo ha revisado y ha hecho con él lo que se le dé la gana. Aunque sé que mi galería y mi WhatsApp tienen contraseña los reviso al entrar a la galería noto algo diferente.

En la carpeta de recientes estaba una foto recién añadida muy extraña, me adentro de la carpeta con curiosidad y al ver la foto de cerca quedó totalmente sorprendida. Ryan y Ruth, no, puede, ser.

Le hago zoom a la foto, sin creer lo que estoy viendo. Es una completa locura nunca me imaginé a Ryan y a Ruth juntos, y menos como están aquí. Ryan medio cubierto con una manta blanca boca abajo, al parecer dormido y Ruth muy a gusto a su lado con una manta también, cubriendo sus pechos. Esto es una bomba magnífica y loca. Ruth, la novia de Tom, acostada semi desnuda al lado de Ryan.

No puedo evitar imaginar la cara de Tom si le muestro esta imagen. Su reacción sería épica; y lo que haría aún más.

Ruth al parecer se ha confundido de teléfono ya que se tomo una selfie y está muy tranquila con Ryan. Que semi desnudo no se ve tan cabron.

Sabía que Ruth era una perra, pero con Ryan eso es asqueroso y muy bajo teniendo a el guapo de Tom a su lado.

Me siento ansiosa en mi cama, con ganas de soltarle este chisme a alguien, pero prefiero no hacerlo. Tal vez me sirva como un arma cuando la estúpida de Ruth se meta conmigo.