capítulo 15

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la mañana del sábado, Fourth despertó a las seis por culpa de alguien que tocaba el timbre.

— si es Dunk, le cerraré la puerta en la cara. — murmuró. — para que aprenda a avisar, y a venir a horarios adecuados a visitarme.

al abrir, se encontró con un Gemini perfectamente arreglado, sosteniendo un ramo de orquídeas.

— buenos días, Fourth. — el mayor lo saludó, dejando un beso en su mejilla. — puedo imaginar que editaste hasta tarde, ¿no es así? — acompañó la pregunta acariciando una de sus ojeras.

— sí, un cliente llamó a Dunk diciéndole que necesitaba el material con urgencia. — contestó, moviéndose a un lado para dejarlo entrar, mientras recibía las flores. — aunque nos dividimos la cantidad de fotografías, terminé en la madrugada.

— te dejaré volver a la cama unas horas más. — Gemini recuperó el ramo, tomando además uno de los floreros que contenía las últimas flores que le había llevado. — yo me haré cargo de esto.

Fourth lo siguió a la cocina, chocando su brazo con el borde de la pared en el proceso, lo cual logró disimular. — si viniste aquí temprano, es porque quieres que desayunemos juntos.

— así es, y lo haremos. — contestó, acomodando las orquídeas una por una en el florero. — después de que duermas las horas que tu cuerpo necesita, es una orden del médico.

— no es gracioso, Gem. — tenía muchas ganas de discutirle aquello, pero le ganó un bostezo. — tras una ducha quedaré repuesto.

Gemini pasó por su lado, devolviendo el florero a su lugar. sin decirle nada más, lo alzó estilo koala, y lo llevó a su habitación.

— haremos lo que tú siempre me pides hacer, descansar. — el más alto lo recostó con suavidad, y se acomodó a su lado, dejando otro beso en su mejilla. — ¿te parece bien desayunar a las diez, Fot?

— intentaré despertarme a las nueve. — murmuró, cediendo inmediatamente al sueño, entre los brazos de Gemini.

— 🚑 —

— no creo que esto sea buena idea. — Fourth apretó su mano suavemente, mostrando la inseguridad que le causaba su propuesta.

habían desayunado en una cafetería que se inauguró recientemente, recorrieron varias calles hasta que llegó la hora de almuerzo, para comer en un restaurante.

ahora estaban frente a una tienda que vendía figuras de yeso.

durante la semana, Gemini se encargó de comprar pinceles y pinturas, para colorear a gusto las figuras, bajo la sombra de los árboles en algún parque.

— ¿qué no es buena idea? — Gemini entrelazó sus dedos, dando un paso adelante.

— que yo entre a una tienda con pasillos de dimensiones reducidas, llenos de frágiles figuritas. — Fourth lo obligó a detenerse cuando su mano casi abría la puerta. — ¿por qué no eliges una por mí, Gem?

— Fotfot, no sucederá nada. — prometió. — sígueme.

entraron a la tienda. Gemini se encargó de enseñarle varias figuras, ya que el más bajo no quería tomar ninguna. terminaron comprando dos mariposas, que él llevó a petición del otro.

— ¿qué colores elegirás? — preguntó, una vez que se sentaron en una manta sobre el pasto, sosteniendo un pincel.

— tonos azules. — Fourth sostenía con extremo cuidado su figura. — ¿y tú?

Gemini ya había comenzado a pintar una de las alas. — elegiré tonos rosados, como el que colorea tus mejillas cuando te doy un beso.

— no digas esas cosas. — le susurró el menor, también pintando una de las alas de la figura.

pasaron casi toda la tarde ocupados en eso. Fourth pintó las orillas y el cuerpo de la mariposa con pintura negra, y las alas con pintura azul en tonos claros y oscuros. Gemini imitó lo que hizo el más bajo, pero en tonos rosados.

— 🚑 —

Gemini propuso comer en su casa, encargando comida rápida para no tener que cocinar. Fourth la encontró de la misma manera que la última vez.

neutral.

— dejaré mi mariposa aquí. — el más alto sacó de la caja su figura de yeso, acomodándola en una estantería frente a una de las blancas paredes. — ¿tú te llevarás la tuya a casa?

Fourth negó, sacando la figura de la caja en que Gemini la había guardado antes de irse del parque.

— se vería más bonita haciéndole compañía a tu mariposa, así como tú me haces compañía a mí. — sonrió con timidez, caminando a través del living.

algo que no había notado era que Gemini colocó una alfombra, pero su pie sí lo notó, pues se enredó con ella. la figura de yeso impactó contra el suelo antes que su cuerpo, destrozándose por completo.

— Fot, ¿te lastimaste en alguna parte? — el mayor lo ayudó a ponerse de pie inmediatamente, revisándolo en busca de heridas.

— lo siento. — murmuró, llorando en cuanto Gemini lo abrazó. — destruí algo tan bonito. — se lamentó. — lo arruiné por completo.

Gemini esperó a que se calmara, acariciando su cabello. — no arruinaste nada, Fot. que se haya roto la figura no quita el tiempo que compartimos juntos, ni las lindas fotos que nos tomamos. 

— pero, la rompí. — sollozó, escondiendo su rostro contra su pecho. — no debí tener algo tan bonito con lo torpe que soy.

— siempre recordaré las hermosas mariposas que pintamos, y sonreiré al mirar a la bonita persona que me acompañó a pintar. — Gemini secó sus mejillas suavemente, insistiendo en que fue solo un accidente.

— en serio lo siento. — Fourth aún sentía deseos de llorar, pero Gemini logró contentarlo con delicados besos.

— ¿qué te parece que cuando termine barrer, pintes la mitad de mi mariposa? — propuso el más alto, dejando un beso en su frente. — será la representación de la compañía que nos hacemos.

— gracias por no molestarte, Gemini. — dijo, secando las lágrimas de sus ojos, recibiendo otro beso.

— no tienes que agradecer nada de eso. — el mayor lo abrazó con fuerza, hasta que se sintió mejor.

Gemini barrió los restos de yeso, preparó un té y lo acompañó mientras pintaba la mitad derecha de la mariposa en tonos azules.

cuando se secó, Gemini aplicó barniz sobre la figura. luego, la acomodó nuevamente en el mueble.

— es preciosa. — opinó el mayor, dándole un abrazo. — ¿ves el bonito resultado que se puede obtener a raíz de un accidente?

Fourth le devolvió el abrazo, sintiéndose pequeño. — creo que debería pedirte perdón por reaccionar así-.

los labios de Gemini atraparon los suyos. en lugar de retroceder, pasos sus brazos por sobre los hombros del otro, atrayéndolo más a él.

— basta de disculpas innecesarias, Fourth. — pidió, dando un corto beso a su nariz. — no me gusta que te preocupes tanto por pequeños accidentes. lloras como si fuese algo irreparable, cuando juntos podemos encontrar soluciones.

— habíamos hecho algo muy bonito, ¿cómo podría no llorar? — recordarlo lo hizo sentir triste. — si no fuera por mi torpeza-.

Gemini lo interrumpió con un beso. — sigue existiendo ese algo muy bonito.

— la mariposa se ve linda. — Fourth miró hacia el mueble, pero Gemini negó.

— lo bonito que existe son los sentimientos que tenemos por el otro. — oírlo decir eso se sintió hermoso. — una expresión de nuestro amor.

Fourth dejó un beso en sus labios, recibiendo otro de sus cálidos abrazos, comprendiendo con el corazón que a Gemini solo le importaba compartir con él, porque se amaban.

¿Puedes ser mi médico? | GeminiFourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora