capítulo 4

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Dunk sujetó su rostro por las mejillas, atrayéndolo para besar sonoramente su frente.

— Fourth, ese doctor está interesado en ti. — aseguró el más alto. — tenemos que santificar ese macetero, porque te entregó al amor.

— ¿interesado en mí? — repitió Fourth, intentando alejarse de los babosos besos que el otro seguía dándole en su frente. — Dunk, las novelas románticas te están fundiendo el cerebro. y ya no existe ese macetero, se quebró.

— pobre macetero. — suspiró Dunk. — en fin, te doy mi palabra, ese tal Gemini te pedirá una oportunidad para comenzar a conocerse. — alzó sus cejas, sugiriendo que habría algo más. — ¿quién podría resistirse a tu adorable torpeza?

— es precisamente por eso que no puedo creer que alguien como él esté tratándome en serio. — Fourth suspiró, observando al otro fruncir el ceño. — yo soy solo un chiste.

— Fourth, tú eres un amigo genial, muy divertido, creativo e inteligente. ni hablar de las buenas fotografías que tomas, todos nuestros clientes sonríen contigo. — Dunk sabía cómo animarlo. — si ese doctor no ve ninguna de esas cualidades en ti, y te trata como una diversión, yo personalmente le romperé la cara.

— nunca has peleado, Dunk. — sonrió.

— no, pero si logro hacerme novio de mi guapo vecino, le puedo pedir el favor. — el más alto también sonreía. — ve a tu cita el sábado, con buena disposición. si él lo propuso, debe ser por algo.

Fourth asintió, para luego negar. — no lo llames cita, fue solo una invitación a salir.

— una cita es precisamente una invitación a salir, Fourth. — Dunk pellizcó sus mejillas. — y tú, vas a salir con ese médico, en una cita.

— 🚑 —

Fourth apretaba sus manos con nerviosismo. era sábado, y estaba sentado en la mesa de un restaurante, a la espera de Gemini para almorzar juntos.

¿de qué podría hablar con él?, ¿de los buenos ángulos para capturar fotos?, ¿de qué le hablaría Gemini?, ¿de su top de mejores suturas?

— ¿esperó mucho, Fourth? — la inconfundible voz de Gemini lo hizo esconder sus torpes manos bajo la mesa, arrastrando un poco el mantel.

— uh, lo siento. — el más bajo sonrió, intentando acomodar el mantel en su lugar.

— listo. — Gemini retrocedió el mantel, dejándolo como estaba.

— gracias. — Fourth decidió dejar sus manos sobre la mesa, quietas. — respondiendo a la pregunta, llegué hace unos pocos minutos.

— genial, ¿ya decidió qué ordenará? — le preguntó, cuando comenzaron a revisar el menú. — yo pediré el almuerzo del día.

Fourth asintió. — pediré lo mismo.

al principio, la conversación fue superficial. se hicieron las típicas preguntas, cómo estuvo la semana, qué hicieron por la mañana. luego comenzaron a hablar sobre el pasado, sus estudios, la infancia, sus gustos. finalmente, mencionaron sus aspiraciones.

hablaron tanto, que no fueron conscientes del paso de las horas. lo único que los acompañó fue el almuerzo y las varias porciones de helado con que acompañaron la conversación.

— fue un día muy bonito. — comentó Fourth, caminando con Gemini hacia donde estacionó su auto. — agradezco la invitación, Gemini.

— soy yo quien agradece su agradable compañía. — volteó a verlo. — podríamos decir que fue una cita sin incidentes.

¿cita?

de un segundo a otro, dejó de ver la cara de Gemini, para ver de cerca el pavimento. la palma de sus manos impactaron antes contra el suelo, lo que evitó que se golpeara en la cabeza. mientras que sus rodillas corrieron el mismo cruel destino que sus palmas.

— Fourth, ¿duele mucho? — le preguntó, ayudándolo a ponerse de pie, para después limpiar sus manos.

— no duele. — la vergüenza era tanta, que no sentía nada más que eso. — no me pasó nada, — miró sus palmas. — solo tenía un poco de la suciedad del suelo, no me lastimé.

por suerte.

— sus rodillas cuentan una historia diferente. — ambos miraron hacia abajo, encontrándose con dos manchas rojas en la tela de su pantalón.

esa era su suerte.

— me limpiaré con alcohol-

— no, — lo interrumpió Gemini, adoptando su expresión de médico. — eso podría infectar la herida, y solo le causaría dolor. permítame limpiarle.

¿cómo?

— 🚑 —

al ver el interior de la casa de Gemini, consideró que el hombre seguía la corriente minimalista. había lo justo y preciso. casi como si fuese la casa piloto.

quizás, por ser médico, no tiene el tiempo suficiente para darle toques de su personalidad a su hogar.

aunque Gemini era bastante tranquilo, como la sensación que le transmitía la casa.

tal vez, esa era su personalidad.

salió del baño utilizando un short que Gemini le prestó, sosteniendo su pantalón doblado entre sus brazos.

— tome asiento. — señaló el sofá. — tengo todo listo.

Fourth insistió en que podía limpiar sus heridas por si solo, si Gemini le decía lo que debía comprar en la farmacia. pero el otro no cedió, así que terminó conduciendo hasta la casa del mayor.

— puedo hacerlo yo. — murmuró.

Gemini lo ignoró. limpió sus rodillas con suero fisiológico, esperó a que se secara la herida para aplicarle una pomada, y colocó unos parches blancos.

— duerme con las rodillas descubiertas, para que el aire ayude a que se ventile la herida. por la mañana colócate estos parches, — le entregó varios. — así el roce de la ropa no te lastimará.

— gracias, doctor. — sonrió tímidamente.

— fue un golpe duro. — suspiró Gemini. — ¿tienes caídas así muy seguido?

— sí, nada vestibular, por si se lo pregunta, doctor Norawit. — intentó bromear. — solo soy torpe.

— todos somos torpes, solo que en diferentes aspectos. — dijo, guardando los implementos en el botiquín.

— diría que yo soy muy torpe. — Fourth miró sus rodillas, como prueba de aquello. — si no me caigo, rompo algo. si no rompo algo, me golpeo.

— lo bueno es que existe el pegamento, la cinta y los repuestos para reparar las cosas, — Gemini lo hacía sentir menos torpe. — y existen los médicos y los botiquines para curar a las personas.

Fourth sonrió. — ¿puedes ser mi médico?

— ¿lo dices en serio? — Gemini se alejó para guardar el botiquín en su lugar.

— sí, soy un paciente que requiere de mucho cuidado. — aquello era muy literal.

— ¿necesitas que cuide de tu corazón? — el más alto se sentó a su lado, mirándolo a los ojos.

— en serio tengo buena salud. — aseguró. — nada cardiovascular, me hago un chequeo cada año.

Gemini sonrió. — me aseguraré de que sigas así de sano, Fourth.

dijo que estaba bien de salud, pero ahora que veía a Gemini sonreír tan cerca, no podía controlar los acelerados latidos que su corazón daba.

— 🚑 🚑 🚑 —

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¿Puedes ser mi médico? | GeminiFourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora