Jaekyung había permanecido junto al vidrio, vigilando cada pequeño cambio en el cuerpo de Dan. Los doctores monitoreaban los signos vitales de cerca, mientras Hanna intercambiaba palabras con ellos en la esquina de la sala. De repente, Dan comenzó a moverse. Sus párpados temblaban, y un suspiro escapó de su boca reseca.
-¡Dios, Dan! – exclamó Jaekyung pegándose al vidrio. – ¡Dan, despierta!
El doctor a cargo, un hombre de mediana edad con gafas gruesas, se acercó rápidamente a la camilla, revisando los monitores.
-Parece que está recuperando la conciencia – dijo el médico, ajustando la máquina de signos vitales. – Sus constantes se han estabilizado.
Dan abrió los ojos lentamente, sintiendo la luz fuerte y los sonidos amortiguados. Vio figuras difusas a su alrededor, pero fue el rostro de Jaekyung, al otro lado del vidrio, lo primero que identificó con claridad. Intentó hablar, pero su garganta estaba seca.
-Jaekyung... – susurró, apenas audible.
El doctor miró al paciente y luego a Jaekyung a través del vidrio. – Está respondiendo bien. Puede que lo hayamos sacado de la zona crítica.
Jaekyung se inclinó más hacia el cristal, presionando sus manos contra él. – Dan... ¡Dios, pensé que te perdía!
Uno de los enfermeros comenzó a ajustar las correas que aún mantenían a Dan sujeto a la camilla. – Necesitamos liberarlo lentamente. No ha mostrado signos de transformación, pero la fiebre aún está presente. Vamos a proceder con cautela – indicó, revisando las lecturas.
Dan respiró hondo, sintiendo el alivio al ser desatado poco a poco. Aunque sus músculos estaban tensos por estar amarrado durante 3 días aproximadamente, movió las muñecas con dificultad. El contacto visual con Jaekyung lo mantenía enfocado.
-¿Qué pasó? – preguntó Dan, su voz ronca y débil.
-Fuiste mordido – respondió Hanna, que estaba junto a los médicos. – Pero no has mostrado ningún signo de transformación en más de 3 días. Los doctores creen que... bueno, que podrías ser inmune.
Dan parpadeó, tratando de asimilar lo que estaba escuchando. – ¿Inmune?
El doctor se acercó, observando de cerca a Dan. – Es una posibilidad. Aún necesitamos más pruebas, pero tu organismo está respondiendo de manera diferente a otros casos.
Jaekyung se inclinó hacia el vidrio, desesperado por una respuesta. – ¿Podemos sacarlo ya de ahí?
El médico negó con la cabeza. – No aún. Aunque parece estar estable, debemos mantenerlo en cuarentena hasta asegurarnos de que no haya riesgo.
Dan, al escuchar esto, intentó tranquilizar a Jaekyung. – Estoy bien... no me siento... como antes. Sólo cansado.
Jaekyung golpeó el vidrio suavemente con frustración. – ¡No quiero verte ahí dentro más tiempo del necesario, maldita sea!
El médico le dirigió una mirada calmada. – Vamos a realizar algunas pruebas ahora que está consciente. Si sigue estable, podremos considerar la opción de trasladarlo a una habitación fuera de cuarentena.
Dan, todavía algo débil, se acomodó en la camilla, tratando de enfocarse en lo que sucedía. – Jaekyung... estaré bien – susurró, dándole una pequeña sonrisa. – Sólo... espera un poco más.
Jaekyung, aunque ansioso, asintió. – No te preocupes, Kim Dam. No me voy a mover de aquí.
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Ataque Zombie - El miedo de perderte
Fanfictionahora una historia con temática zombie, donde los protagonistas siguen siendo Jaekyung y Dan.