Ataque Zombie - El miedo de perderte

Capítulo 8

La noche cayó silenciosa en el departamento, y el grupo se preparó para descansar en medio del caos. Jaekyung había movido un armario frente a la puerta de entrada y había colocado cobijas adicionales para amortiguar cualquier sonido de pasos que pudiera filtrarse desde el pasillo. Mientras tanto, Yoon Gu y Heesung se encargaban de cubrir las ventanas con papel que habían encontrado, tratando de bloquear cualquier rastro de luz que pudiera llamar la atención de los infectados.

Dan, aún con su herida tratada pero aún débil, se acercó al grupo y dijo, - Creo que puedo dormir en mi habitación ahora. No me siento tan mal.

Jaekyung, que había estado observando de cerca, negó con firmeza. - No, Dan. Todavía estás recuperándote. Heesung, quédate en la habitación de Dan con Yoon Gu. Dan va a dormir conmigo esta noche.

El tono autoritario de Jaekyung sorprendió a todos. Se había vuelto a ese Jaekyung serio y determinado, el que había mostrado cuando estaba preocupado por la salud de Dan. Aunque el grupo estaba consciente de la tensión que había pasado, nadie cuestionó la decisión. Sabían que la situación había sido extrema y que Jaekyung estaba actuando en base a su preocupación.

Dan levantó una ceja, algo sorprendido por el cambio en el comportamiento de Jaekyung. - No te preocupes por mí. No me incomoda dormir con los chicos en la habitación. 

Jaekyung lo miró con una mezcla de preocupación y molestia. - No se trata de tu comodidad, Dan. Se trata de que te necesito cerca para cuidarte. No estaré tranquilo si estás en otra habitación. Además, te estoy cuidando. No quiero que te muevas demasiado.

Dan asintió, entendiendo el sentimiento detrás de las palabras de Jaekyung. Aunque estaba fatigado, la presencia de Jaekyung a su lado le proporcionaba un sentido de seguridad que no podía negar. - Está bien.

Con una última mirada a Yoon Gu y Heesung, quienes estaban organizando el área para la noche, Jaekyung ayudó a Dan a levantarse y lo guió a su habitación. Se aseguraron de que la habitación estuviera lo más segura posible antes de acostarse. Jaekyung preparó el área de descanso en la cama y se aseguró de que Dan estuviera cómodo antes de acomodarse junto a él.

Mientras la noche avanzaba, el refugio estaba sumido en una calma tensa. Estaban en la cama, tratando de encontrar algo de normalidad en medio del caos que los rodeaba. Dan, que todavía estaba recuperándose, se encontraba en un estado de descanso, y Jaekyung estaba decidido a mantenerlo cómodo y tranquilo.

- ¿Te cepillaste los dientes? - preguntó Dan con una sonrisa juguetona, intentando aligerar el ambiente.

Jaekyung soltó una risa suave. - Sí, claro. Mi boca huele a menta. No quiero que me digas nada sobre caries, ni me regañes.

Dan se rió y le dijo, - No te creo. A veces no me fío de tus palabras cuando se trata de higiene bucal.

Jaekyung se inclinó hacia Dan, acercándose más de lo habitual. Sus rostros estaban a escasos centímetros de distancia, y una tensión palpable llenó el espacio entre ellos. La cercanía evocaba un recuerdo de las veces que Jaekyung había estado cerca de Dan, como cuando le ponía la bufanda o lo miraba de esa manera que tanto le afectaba. Los dos se miraron a los ojos, y por un momento, parecía que todo lo demás se desvanecía.

Dan, con la voz un poco más grave, rompió el silencio. - Señor Jaekyung, necesito ir al baño. ¿Podría, por favor, quitar su aliento a menta?

Jaekyung parpadeó, y la expresión en su rostro cambió a una mezcla de sorpresa y ligera preocupación. - ¿El aliento a menta? - preguntó, sin poder ocultar una sonrisa divertida mientras se apartaba lentamente.

- Sí - dijo Dan con un tono juguetón. - Creo que es lo que más me falta en este momento. Algo de frescura y espacio, dice con sarcasmo.

Jaekyung se levantó de la cama, riéndose. - Está bien, ya veo que el aliento a menta no es tan atractivo para ti. Voy a intentar no estar tan cerca de ti a partir de ahora.

Dan lo miró con una sonrisa apreciativa. - Gracias. Aunque, debo decir, que aún así, es un alivio tenerte cerca.

Dan se dirigió al baño mientras Jaekyung se acomodaba en la cama, aún con la calidez de la interacción reciente. La atmósfera entre ellos se había vuelto un poco más ligera, y la risa y la broma compartida habían hecho que el momento, aunque breve, fuera un respiro necesario en medio del caos.

Cuando Dan volvió, Jaekyung se aseguró de que  estuviera cómodo y listo para descansar. La tensión se había disipado, y poco a poco en el silencio lograron dormirse.