~Caos~

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Después de salir de la casa de rehabilitación abandonada, Bakugou y Dabi caminaron por las calles oscuras y desiertas en dirección al Villain Pub. Dabi estaba inquieto, su mirada perdida en la distancia, pero no por eso menos alerta. No podía quitarse de la cabeza lo ocurrido con Ochako y la culpa que sentía lo carcomía.

Dabi, deteniéndose de golpe, miró a Bakugou con una mezcla de ira y confusión.

- ¿Cuál es el plan, explosivo? No vine aquí para morir como un idiota. ¿Cómo vamos a joder a Shigaraki? - dijo Dabi, encendiendo una pequeña llama en su mano, como si estuviera listo para atacar en cualquier momento.

Bakugou lo miró con desdén, notando la impaciencia y frustración en su voz.

- Cierra la boca y escucha. Shigaraki no va a salir si le lanzamos un ataque frontal. Ese bastardo es un maldito cobarde que solo actúa cuando tiene todo bajo control - Bakugou explicó, con un tono frío y calculador que no dejaba lugar para la duda - Lo que vamos a hacer es provocarlo. Hacerle creer que lo tenemos acorralado, que tiene algo que perder si no sale a enfrentarnos.

Dabi entrecerró los ojos, asintiendo lentamente, aunque no sin antes replicar con cierto sarcasmo.

- ¿Y que carajos crees que va a funcionar con ese maniático? Le mandamos una carta de amor o qué? - dijo, burlón, pero con un toque de genuina curiosidad.

Bakugou no se dejó intimidar.

- Le hacemos pensar que tenemos información sobre algo que necesita, o lo que más odia, que alguien lo ha traicionado. Eso lo sacará de su escondite, y cuando lo haga, nos colamos por la retaguardia y le prendemos fuego a su maldito nido. Sin su liderazgo, los demás caerán como fichas de dominó - Bakugou sonrió con malicia, como si ya pudiera ver la victoria en sus manos.

Dabi chasqueó la lengua, impresionado a pesar de sí mismo.

- No está mal... pero si nos descubren antes de tiempo, estaremos jodidos. Shigaraki no es estúpido. Si no tienes cuidado, podríamos terminar muertos - advirtió Dabi, aunque estaba claro que el plan le gustaba.

- ¿Y qué? ¿Acaso te acobardaste, pelinegro? No me hagas perder más tiempo - Bakugou lo desafió, y saltó hacia Villain Pub, para tomar desprevenidos a todos lo de la liga.

las explosiones de Bakugou para impulsarse y mantener la velocidad. Pero justo cuando se preparaban para ejecutar su plan, la situación dio un giro inesperado. Desde el callejón, emergieron un Nomu enorme, bloqueando su camino. Era un ser monstruoso y grotesco, un verdadero desafío para cualquier héroe.

Uno de los Nomus, una criatura de más de dos metros de altura, tenía una piel gris y cubierta de cicatrices que parecían grietas en roca. Tres ojos rojos, desiguales y desquiciados, se clavaron en ellos con una mezcla de odio y locura. Sus brazos desproporcionadamente largos terminaban en garras afiladas, y su cuerpo musculoso parecía construido solo para destruir. Movía su mandíbula llena de colmillos irregulares, emitiendo un rugido grave que reverberó por todo el lugar.

Dabi retrocedió un paso, sus llamas encendiéndose alrededor de sus manos.

- ¿Qué carajos es esa cosa? - exclamó, con una mezcla de sorpresa y disgusto.

Bakugou observó al Nomu, su ceño fruncido mientras preparaba una explosión.

- Un experimento de mierda salido de la peor pesadilla de ese infeliz. Un maldito juguete para pelear - respondió, con rabia contenida.

EI Nomu cargó hacia ellos, con movimientos rápidos y feroces, dejando marcas en el suelo cada vez que sus garras se clavaban en el pavimento. Dabi lanzó una ráfaga de llamas azules, intentando frenar su avance, pero la criatura se regeneraba al instante.

Mi ultimo aliento ~Kacchako~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora