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" En este mundo traidor nada es verdad ni mentira. Todo es según del cristal que se mira. "
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𝐂𝐀𝐌𝐈𝐍𝐀𝐁𝐀 𝐇𝐀𝐂𝐈𝐀 𝐄𝐋 𝐆𝐑𝐀𝐍 𝐂𝐎𝐌𝐄𝐃𝐎𝐑, 𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐀𝐂𝐈𝐋𝐋𝐎𝐒 𝐕𝐀𝐂𝐈́𝐎𝐒 𝐘 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎𝐒𝐎𝐒 𝐏𝐎𝐑 𝐋𝐀 𝐅𝐀𝐋𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐋𝐔𝐌𝐍𝐎𝐒. Solo el eco de sus zapatos rompía el silencio, acompañando el caos de sus pensamientos. Aún no entendía por qué había defendido a Hermione. No era algo personal, simplemente la irritó la forma en que Daphne la había tratado. Pero sabía que si alguien la veía defendiendo a Granger, se metería en problemas con su madre. Lo mejor sería ignorarla y fingir que nunca sucedió. Al fin y al cabo, no quería saber nada de Hermione... y mucho menos de Greengrass.
Al cruzar las puertas del Gran Comedor, el bullicio habitual la envolvió de inmediato. Divisó a sus amigos en la mesa de Slytherin y se dirigió hacia ellos sin prisa.
Cuando llegó, sus amigos la vieron y le hicieron un hueco para sentarse. Mientras se acomodaba, notó de reojo a Daphne, quien le lanzó una mirada de desprecio. Elvira solo rodó los ojos, restándole importancia.
—Hola, rubia —Theo fue el primero en saludarla, con la boca llena de comida.
—Hola, Theo. Cuidado no te atragantes como con aquella alga, esta vez no habrá quien te salve —respondió Elvira, alzando una ceja con una sonrisa irónica.
—No te preocupes, Theo, te daré un buen golpe en la espalda si te pasa —intervino Draco, sonriendo mientras Theo le lanzaba una mirada de incredulidad.
—¿Dónde estabas, Elvira? —preguntó Pansy, sorbiendo tranquilamente su jugo de calabaza y observándola con curiosidad.
—Estaba ocupándome de unas... tareas de Transformaciones en la biblioteca —murmuró con indiferencia. Apenas había terminado de hablar cuando escuchó una risa incrédula proveniente de Daphne Greengrass. La risa fue suave, casi imperceptible para los demás, pero Elvira la notó claramente. Decidió ignorarla, conteniendo cualquier impulso de responder. No valía la pena darle más importancia.
Pansy asintió, aceptando su respuesta sin cuestionarla, y volvió a concentrarse en su jugo.
—Es cierto... la tarea —se quejó Theo con un puchero, como si acabara de recordar el peso de la responsabilidad.
—¿No la has terminado, Theo? —preguntó Pansy con un tono burlón—. La dejaron hace semanas.
—Es que yo no me copio de la tarea de Elvira —replicó Theo, devolviendo la broma—. A diferencia de ti, por que tú te la pasas en modo Bella Durmiente.
