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“Hey, Hyune?”
El artista tarareó mientras dibujaba en su escritorio, “¿Sí?”
“¿Qué te gusta más, trasero o tetas?"
Se quedó paralizado, soltando el lápiz de carbón mientras tus palabras se repetían en su cabeza.
“¿Tu trasero o tus tetas?”
No había forma de que estuviera a punto de verse atrapado en un infame discurso de pareja, no después de años de ser inmune a otros debates inútiles provocados por cierta hada pecosa.
Soltaste una carcajada, rodando sobre tu estómago desde tu lugar de descanso en su cama, “Quiero decir, espero que estés hablando de mi trasero o mis tetas, Hyunjin”
Hyunjin giró la cabeza hacia ti, con las cejas flexionadas hasta la línea del cabello. “¡B-bueno, cómo se supone que voy a saberlo! ¡Esta es una de las preguntas que todas las personas temen! ¿Esperas que elija una u otra sobre una de mis personas favoritas en el mundo? ¿Entonces qué? ¿Vas a preguntarme ‘acrílico o carboncillo’? Porque quiero que sepas que son dos medios muy diferentes y...”
“¡Hyunjin, bebé, es solo una pregunta!” Reprimiendo una risa, sacudiste la cabeza “No es como si fuera a prohibirte el sexo si eliges algo que no esperaba. Solo tengo curiosidad, ¿sabes? Todos ustedes tienen diferentes preferencias y, aunque después de dos años puedo hacer una buena suposición, quiero escucharlo de las fuentes.”
Sus hombros se relajaron, desplomándose visiblemente en su silla y pasándose la mano más limpia por su cabello corto “¡Me estabas estresando, musa! ¿Por qué no empezaste con eso?”
Pusiste los ojos en blanco. “Lo siento mucho, mi pequeño drama queen. ¡Ahora, elige!”
Unos ojos oscuros examinaron tu figura, su cabeza se inclinó hacia un lado y, si hubieras mirado más de cerca, podrías haber visto los engranajes girando en su cerebro.
“Mm... tetas.”
“Lo sabía”
“¿Qué... qué se supone que significa eso? ¿Me estás llamando básico?”
“No, mi príncipe, te estoy llamando predecible.” Te levantaste de la cama, caminaste hacia él y le pellizcaste la mejilla con cariño. “Manoseas el pecho de Changbin como si fuera tu trabajo, y rara vez hay un momento en que tu mano no esté en mi pecho cuando nos abrazamos. Ahora, ve a lavarte. Nos reuniremos en la habitación de Chris.”
