★ ── warnings. angust pero happy ending, la lectora se siente insegura, fluff, la lectora le grita un poco a binnie, besos, binnie consuela a la lectora.
★ ── original author. mykoreanlove
★ ── translation by. hwangrfrnd
★ ── words. 1,7 K
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“Hyung, ¿quieres salir con nosotros?”
Changbin se dio la vuelta, sacudiendo la cabeza alegremente. “No, Innie, no esta noche. Estoy planeando pasar el fin de semana con mi bebé y/n en casa, sin teléfonos, sin distracciones, sin ejecutivos molestos a mis espaldas. ¡Solo yo, ella, buena comida y mucho sexo!”
“Ewwwww” respondió el más joven con disgusto.
“Ahórranos los detalles, ¿quieres?” intervino Seungmin.
La sonrisa de Changbin se hizo aún más amplia. Empacó su bolso y se dio la vuelta, agitando su mano para decir adiós a sus compañeros de banda. Tomó su teléfono y te envió un mensaje.
‘Cariño, voy de camino a casa. Pero tengo que pasar por la tienda de conveniencia. ¿Necesitas algo? ¿Ramen? ¿Snacks? ¿Condones?’ Guardó su teléfono riéndose; había pasado un tiempo desde que había estado tan feliz.
Las agotadoras promociones del álbum finalmente habían terminado, la gira aún no había comenzado, así que tenía algo de tiempo libre para sí mismo, aunque fuera solo un fin de semana. Changbin vagaba por los pasillos de la tienda agarrando todo lo que estaba a su vista: varios vasos de ramen, snacks dulces, snacks salados, dos paquetes de condones, helado y flores brillantes y coloridas. Sabía cuánto amabas las flores y nada amaba más que hacerte feliz. Sacó su teléfono para ver si habías respondido, pero no había nada. Se sintió un poco inseguro, pero decidió dejarlo pasar. ‘Probablemente esté durmiendo o algo así.’
Escuchaste que se abría la puerta y trataste de recomponerte. “Bebé, ya estoy en casa. ¡Ven a darle un beso enorme a tu Binnie!” El humor de tu novio era completamente opuesto al tuyo: alegre, feliz, ansioso.
¿Pero tú? Te sentiste enojada. Te sentiste temerosa. Sentiste que ibas a arrancarle la cabeza. Tal vez.
“¿Bebé?”
Changbin se asomó a la cocina donde lo estabas esperando.
“Hey” tu tono era frío, distante incluso.
“¿Solo hey?”
“¿Qué quieres, un comité de bienvenida?” le espetaste.
Sus ojos se abrieron de par en par con sorpresa, sin saber qué había causado ese estado de ánimo helado.
“¿Sabes qué? Sí, un comité de bienvenida sería genial ahora mismo. ¡Déjame escucharlo!” Intentó suavizar el ambiente siendo tonto, con la esperanza de aliviar la tensión de esa manera.
