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La música retumbaba a través de las paredes, el bajo reverberaba en tu pecho mientras te sentabas en el borde del sofá, bebiendo nerviosamente tu bebida. Felix estaba de pie a tu lado, ofreciéndote consuelo en medio del mar de extraños. La fiesta en la casa, organizada por Chan, estaba en pleno apogeo, con gente mezclándose y charlando por todos lados.
Habías estado reacia a venir, pero Felix te había convencido con su cálida sonrisa y su encanto persistente. Después de todo, habían sido mejores amigos durante años, compartiendo innumerables recuerdos y bromas internas. Lo que no sabías era que Felix había estado enamorado de ti durante casi el mismo tiempo.
“Hey, ¿te estás divirtiendo?” Felix te dio un codazo suave, sus ojos se arrugaron en las esquinas de esa forma familiar y tranquilizadora. Su voz alegre siempre iluminaba el lugar.
“Sí, está bien” mentiste, forzando una sonrisa. Las fiestas no eran lo tuyo y relacionarte con extraños te hacía sentir incómoda. Pero con Felix a tu lado, era soportable.
Cuando la canción terminó, la voz de Changbin sonó, llamando a todos a reunirse en un círculo. “¡Muy bien, todos! ¡Estamos jugando 7 minutos en el cielo!”
Gruñiste por dentro y pusiste los ojos en blanco. “¿En serio? Eso es una estupidez”, murmuraste en voz baja. Felix se rió en respuesta, su risa fue un bálsamo calmante para tus nervios. “No te preocupes, él sólo está haciendo esto para poder recibir un beso de Hyunjin”
“Está bien, pero si me eligen, no haré nada” dijiste con firmeza, tomando otro sorbo de tu bebida. Felix emitió un zumbido evasivo, asintiendo como si estuviera de acuerdo contigo. La idea de que Felix pudiera ser elegido por otra persona te inquietaba y no te gustaba la sensación. Era egoísta, pero sabías que si lo elegían, probablemente harías una escena o vomitarías para que se distrajera y no tuviera que seguirle la corriente.
Tomaste asiento en el círculo, posicionándote justo al lado de Felix mientras los demás se acomodaban a tu alrededor. Tu vaso rojo de plástico estaba detrás de ti, sin que apenas se notara.
Changbin hizo girar una botella vacía en el centro del círculo. Intentaste mantener la compostura mientras la veías girar, tu ritmo cardíaco aumentaba con cada rotación lenta. La botella finalmente aterrizó sobre una chica que no reconociste.
Escuchaste a Changbin murmurar una maldición en voz baja mientras se levantaba.
“¿Por qué se lo toma tan en serio?” le susurraste a Felix “No es como si realmente tuvieras que hacer algo, ¿verdad?”
