Cap. 7

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'Ian'

Frio. Es lo primero que sentí. Empuñe mis manos para comprender bien la textura bajo mis palmas, era suave y... ¿húmeda? Abro los ojos y me siento de golpe y para mi sorpresa estaba en medio de lo que parecía ser el bosque ¿Qué diablos? Estaba enterrado junto a las raíces de un gran árbol, era casi de noche lo veía en el cielo; ¿O tal vez de madrugada? Ay no. Sentí la brisa dar con mi cuerpo y se me erizó la piel, ahí caigo en cuenta ¡Solo tenía ropa interior! Me pongo de pie rápidamente, no estaba tan enterrado, y traigo mis calcetas de par y par; una negra y una azul. No puede ser. Estoy muy confundido. No recuerdo exactamente qué fue lo que paso, tampoco el cómo llegue acá, pero, de una cosa estoy seguro, no pude haberme quitado casi toda mi ropa y enterrarme solo ¿O sí? No tiene mucho sentido para mi ahora. Miro a mi alrededor, estoy perdido eso es claro ¿Cómo se supone que salga de aquí?

Escucho un ruido a un costado y volteo muy asustado si soy sincero, he visto muchos videos y películas de terrores en el bosque. Doy unos pasos hacia atrás cuando el ruido desaparece y topo con el enorme y ancho tronco del árbol atrás mío, mis manos me tiemblan y siento como se acelera mi respiración empujándome al pánico, miro dos puntos rojos brillando en la oscuridad moviéndose como si de un animal depredador se tratara y un clic se escuchó en mi cabeza prediciendo mi final, siento mi cuerpo moviéndose por inercia en un acto aferrado a la vida.

Corro. Porque de eso dependerá mi vida.

Siento a la enorme bestia seguirme muy rápido, su peso se escucha en sus fuertes pisadas y está claro para mí, conoce el lugar y ha estado esperando que despierte para que corra. Que loco. Que desesperante.


...



Mi garganta arde por respiraciones frenéticas de aire frio, mis pies me duelen y tengo mucho frio. Estoy cubierto de lodo, fue muy astuto pasar por el arroyo lodoso y perder el rastro para sacar ventaja, aun así, seguí corriendo. No sé cuánto tiempo vaya a aguantar esto, pero cada paso que daba me aferraba más a la vida a la idea de sobrevivir. La idea de subirme a un árbol alto talvez fue buena. Nunca te preparan para esto en la escuela. Aún siento miedo, aún me tiemblan las manos, aunque no sé si sea por el frio como el resto de mi cuerpo. Estaba a punto de dormirme en la rama curva en la que me acomode hasta que lo vi, una persona, no cualquier persona, una desnuda y parecía que buscaba algo, me muevo dentro de la copa verde para seguirle con la mirada y el voltea, como si hubiera sabido siempre donde estaba. Vi su rostro con la poca luz de luna que se filtraba y algo destaco en su rostro familiar. Ojos rojos, muy rojos.

Di un brinco del susto y mi piel se erizo aún más, talvez un escalofrío tenebroso, su mirada penetrante y fija me asustaba más que la familiaridad y entonces hablo, claro y con voz grave.

-Baja - Y me miro como si yo estuviera loco y obedecería, incluso se me escurrió un poco de orina, seguro por el frio que pegaba en la copa, si, más seguro.

Abrace la rama en la que estaba reafirmando mi idea de ni bajar ni hablar.

-Ian, baja del árbol- Negue con la cabeza abrazando aún más fuerte mi rama en busca de alguna clase de seguridad y gruño, se escuchaba un poco molesto, podía sentirse en el aire. Respiro profundo y luego volvió.

-Ian, jamás te haría daño, baja, por favor- Dijo ya más amable y suave, su voz seguía siendo clara y grave.

­-Quiero ir a mi casa- Las palabras salieron lastimeras, planteando la desesperación y el miedo que había sentido ratos atrás.

Monoparental.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora