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El chico de cabellos azulados entró al castillo, llegando al salón con unos pocos pasos junto a un sirviente de cabellos blancos.
- "Que lugar tan grande..."
El sirviente albino caminaba junto al alto joven, claramente acompañandolo durante su estadía.
- "Claramente es un lugar grande, Cameron, es un castillo"
Dijo con un tono que daba a entender lo obvio que era, Cameron dirigió su mirada a su sirviente antes de responder.
- "Ya se que es un castillo...no estoy tan ciego..."
El rey, por su parte, miraba todo desde arriba, ya que una pequeña avesita revoloteaba sobre el techo donde caminaban los invitados y claramente está ave era el rey que soltaba una que otra risita interna por los comentarios de sus invitados.
Bajó un poco colocándose en el hombro de Came mirando a este con curiosidad. Cameron miró a la ave aunque no le dió importancia ya que estaba acostumbrado a los animales.
El mayordomo del castillo limpiaba unos de los ventanales que se encontraba en el salón con un plumero deteniéndose por unos momentos para ver a las personas que ingresaron en el salón.
Baal, por su parte, voló del hombro de Came a el de César, saludandole alegremente revoloteando sus alas frente a él.
- "No, te sorprendes tanto como un niño pequeño"
Volvió a hablar el sirviente de cabellos blancos como una nube, manteniéndose cerca a Came mientras que él sacude un poco su hombro quitando las plumas.
- "Ojalá fuera un niño pequeño"
Mientras tanto con el mayordomo, saludó amablemente al pajarito.
- "Buenas tardes"
El hombre da una sonrisa acariciando con un dedo la cabeza del pajarito.
- "Buenas tardes"
Saludó Cameron son una pequeña sonrisa, acercándose un poco al hombre.
- "Lamento mis malos modales, soy Cesar el mayordomo de este palacio, si necesitan algo o saber donde queda cierto lugar no duden en preguntarme"
Baal paso suavemente al suelo y se destransformó, regresando a su forma natural, un hombre de dos metros para ser exactos quien saludo amablemente a los chicos recién entrados.
