𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 12

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Cuando el reloj marcaba las 4:07 Meghan estaba sentada en la sala de Ivon frente a Meig, se sentía confundida y necesita respuestas.
- Toma este té, te ayudara a calmar los nervios.
- Gracias.
- Se que tienes preguntas. Te responderé las que pueda.
Meghan saco los dos libros que llevaba, uno era el que Meig le había prestado y el otro era el que había tomado de la casa de Gabriel. Extendió el libro de pasta roja para que Meig lo tomará.
La señora extendió su mano y comenzó a hojear el libro sin poder evitar leer las anotaciones al margen de cada página.
- Oh vaya. Dime qué es lo que me quieres preguntar?
- Meiga, su nombre no es Meig, es el diminutivo de Meiga, cierto?
- Si, mi nombre es Patricia.
- Que es una Meiga?
- Eso ya lo sabes, gracias al libro que te preste. - señalo con el dedo el otro libro que permanecía en la mesa.
- Según el libro de cuentos de folklore menciona que las Meigas son mujeres con poderes mágicos y son conocidas también como curanderas, videntes, y hechiceras que trabajan para el bien, y donde muchas personas acuden a ellas para solicitar ayuda a través de sus conjuros, hechizos, y magia.
- Si, pero no solo las personas, también las otras criaturas, tu sabes que tambien existen los lobos.
- Ellos saben de ustedes?
- Si, así como nosotras sabemos de ellos, ellos saben de nosotras; además hay un acuerdo de siglos atrás.
- Que acuerdo?
- Dime algo, como crees que los lobos han logrado sobrevivir en medio del bosque, sin ningún doctor o alguna medicina?
- Ellos son fuertes, sus defensas biológicas los hace inmunes a enfermedades comunes.
- Si, sin embargo no están exentos de sufrir enfermedades, envenenamiento o heridas de batallas.
- Tiene razón.
- A hora como crees que han sobrevivido a ello?
- ... Tienen ancianos que eran curandederos con herbolaria, mi Nana era una de ellos.
- Y dime? Cuántas veces viste a tu Nana convertida en lobo?
- ... - Se quedó en silencio recordando alguna ocasión, sin embargo no pudo hacerlo. - Ninguna sola vez. Meig sonrió mirandola de tal manera que la incitaba a responder. - Insinúa que mi abuela era una Meiga?
- Tu leíste este libro, leíste las anotaciones, dime qué te dice todo lo que se escribió en secreto con el Alfa.
- Hablaba de mí, le decía que yo era especial, entonces el alfa le ordenó que me vigilará y descubriera lo que era. Pasaron meses hasta que ella escribió que sus sospechas eran ciertas, entonces el alfa le ordenó que me enseñará....
- Pero si fuese así, porque te dejo ir?
- El renunció al titulo de alfa, cuando Gabriel me echó lo hizo sin que su padre supiera pues estaba preocupado por la Luna.
- Esa es la verdad Meghan, tu eres una Meiga, por lo que las cartas me dijeron y una muy buena.
- Pero solo soy una humana, se preparar algunas infusiones, eso es todo.
- Aún así, creo que has podido sanar a la Luna de Colmillo Negro.
- No, solo pude controlarlo más no curarlo.
- Pero lo harás solo necesitas aprender a usar tu poder.
- Es que es imposible! Solo se preparar tes.
- Te diré una cosa, las Meigas alcanza el desarrollo de su poder a los 21 años, dime, después de cumplirlos, no te sentiste diferente?
- ... Si.
- Es porque tú magia alcanzó la madurez, es decir que apartir de ahora podrás utilizar tu poder.
- Y como puedo hacerlo? No tengo ni idea de que hacer.
- Yo intentaré enseñarte, aunque mi especialidad es la adivinación, todo lo que sé lo canalizaremos al arte de la herbolaria.
- No puedo creer que sea una Meiga... Y que es lo que diferencia una Meiga de una bruja.
- Las brujas utilizan magia oscura, magia podrida, utilizan su poder para el mal, por eso ellas van perdiendo sus rasgos humanos, se van pudriendo de adentro hacia fuera.
- Me preguntó si Gabriel sabrá esto, por eso se ha portado tan amable conmigo, incluso me ha pedido que regrese, eso significa que solo quiere utilizar mi poder.
- No sé si sea el, recuerda que las cartas decían que te cruzaras con dos personas, una buena y otra no tanto, debes ser cuidadosa a la hora de juzgar.
- Esto es increíble... Yo solo quería un vida normal, no quería nada de esto.
- Hay mi niña... Y temo que esto no termina.
- Por qué?
- Mira la hora, ya es tarde, recibiré a un viejo amigo, temo que debes irte.
- Oh ya es muy tarde, tengo que ir hacer unas compras.
- Ojalá puedas venir en los siguientes días a las cuatro de la tarde para que comencemos con tus lecciones.
- ... Es necesario?
- Si, debes aprender a controlar tu poder o tu poder se puede salir de control.
- No creo que eso suceda.
- Mi niña, no puedes evitarlo.
- Bien, vendré mañana.
- Estaré ansiosa por enseñarte, quiero ver hasta donde puedes llegar.
- Por favor no se ilusione mucho conmigo.
- Jajaja, yo creo que superarás mis expectativas y por mucho.
- Solo no quiero que se decepcione cuando no las cumpla.
- Tienes más magia en tu interior de lo que te puedas imaginar.
- ... No sé si lo quiera de esa forma, pero ya estoy en esto, debo aprender, la veré mañana.
Aquella revelación hizo que Meghan deambulara por el centro dando vueltas sin un rumbo fijo. Ella no podía creer que tenía magia, que era un ser especial y más aún el leer en esas páginas de aquel libro la conversación que su Nana tenía con el Alfa.
Luego de estar caminando por más  de dos horas, cansada hizo una pausa en una fuente de un parque, mientras veía el agua correr sintió una mirada clavada en ella, alzo el rostro y observo a un hombre con una sonrisa arrogante acercandose a ella.
- Corderito, frágil y delicado, corderito débil y solitario, corderito, dulce corderito.
- Tu.
- Me alegra no haberte matado junto a esa anciana.
- Entonces realmente mataste a mi Nana.
- Si, quería protegerte, lo hizo en su momento pero hoy estás sola, dulce Corderito.
- No te acerques!
Sonrió de forma macabra, avanzó al menos tres pasos antes de que un paraguas detuviera su andar.
- Estamos en territorio humano, es territorio neutro, no me hagas abrir el paraguas.
- Spks... Trono la boca y observo al otro hombre.
Meghan se llevó las manos a su colgate lista para lanzarlo a cualquiera de los dos.
- Nuestro encuentro tendrá que esperar dulce Corderito, solo espérame. El lobo se alejo silbando de manera despreocupada.
- Te encuentras bien?
- Iba a detenerlo con un paraguas?
- Ja! Son más útiles de lo que crees.
- Usted estaba en la reunión, eso significa que también es como ellos?
- ... No es algo que debes saber.
- Usted no dejaba de verme.
- No, porque me causas curiosidad.
- En qué sentido?
- Eres una Meiga, verdad?
- No, bueno si, es complicado.
- Las proporciones que empleastes son exactas. - Señalo el collar de Meghan. - Ese lobo no es de fiar, ten  cuidado, si te vuelves a topar y sí piensas que es necesario utilízalo en su contra.
- No tiene que decírmelo, eso haré, ese lobo merece la peor muerte.
- De todos modos, mi estancia en este pueblo se prolongara, estaré vigilando lo para que no haga alguna estupidez.
- Y si lo hace?
- Entonces utilizaré esto. Alzó su paraguas sin abrirlo, dió vuelta y se marchó.
- Esto si fue extraño, es mejor que regrese.
Las cosas para Meghan resultaba un tanto extrañas sin embargo esto solo era el comienzo, su pasado pronto se revelaría.
Al día siguiente Meghan estaba puntual en la casa de Patricia.
- Bienvenida mi niña.
- Buenas tardes señora, estoy lista para mis lecciones.
- Temo que hoy no podremos empezar.
- Por qué? Toda la noche no pude dormir por los nervios.
- Oh discúlpame mi niña, pero antes de empezar tienes que hablar con una persona.
- Que, con quién?
- Recuerdas que ayer recibiría a mi viejo amigo?
- Si.
- Es importante que te entrevistes con él.
- Yo?
- Si.
- Porque?
- Es algo que tienes que hacer.
- ... Si usted lo considera necesario lo haré.
- No tarda. Oh ya está aquí, iré abrirle.
Patricia se puso de pie, Meghan cerro los ojos controlando sus nervios, escucho como Patricia saludaba a su amigo.
- Ya está aquí.
- Le has dicho algo?
- No, nada, eso es algo que tú mismo debes decirle.
- Iré con ella.
- Estaré en el centro de lecturas.
- Gracias.
- Ve.
La voz del hombre le resultaba familiar Meghan se quedó mirando a la entrada, lo primero que vió fue aquel paraguas gris.
- Que significa esto?
- Oh sí eres tu.
- Usted es el amigo de la señora Patricia?
- Si. Y tu eres la promesa ofrecida.
- Que yo que? De que habla?
- La diosa Luna mueve las piezas de formas que no comprendemos hasta que todo encaja a nuestros ojos.
- Que quiere decir? Quien es usted? Es un lobo?
- Ja! No, yo no soy un criatura salvaje.
- Entonces porque estaba en la reunión?
- Hay una larga historia que contar, que te parece si empezamos por el día en que te convertiste en la promesa ofrecida.
- No entiendo lo que quiere decir?
- Me sentare porque está será una larga historia.
- Por favor no omita nada.
- No lo haré. Lo primero que debes saber es que yo soy un cazador.
- ???
- Este paraguas no es solo eso, mira. - Quito el mando del paraguas, dejando  a la vista una espada que estaba perfectamente oculta. - Está es mi espada, ha sido bendecida por una Meiga, para infringir el mayor daño posible.
- A quien?
- A los lobos.
- !!! Usted caza lobos?
- Solo a los que ocasionan problemas a los humanos, a los que rompen las reglas.
- Entonces hay quienes se encargan de los lobos?
- Si, nosotros, los cazadores.
- Como?
- Los cazadores somos los hijos varones de las Meigas.
- Que?
- Las Meigas son mujeres, sus hijas nacen con sus dones, pero los hombres no. Mientras las mujeres son criadas para desarrollar su magia; los hombres nacemos con los sentidos más desarrollados que los humanos normales, nuestro cuerpo es más fuerte y resistente, a nosotros nos educan para proteger a nuestras madres y a los humanos, es por ello que somos sometidos a intensos entrenamientos como cazadores, aprendemos el uso de la espada, la forma de pelear cuerpo a cuerpo, como rastrear a los lobos, tambien nos enseñan conocimientos basicos sobre venenos y remedios, nosotros nunca podremos tener magia pero si un excelente instinto de supervivencia. Andamos a la vista de todos, a la vista de los humanos sin imaginarse que su seguridad está en nuestras manos, a la vista de las Meigas protegiéndolas y a la vista de los lobos observando cada uno de sus movimientos para actuar de ser necesario, matarlos si se atreven a romper las reglas, cuidando del equilibrio.
- Entonces en la reunión....
- Fui asignado a vigilar que se llevará a cabo sin ninguna disputa, los alfas tienden a querer dominar sobre todo, simplemente estaba ahi para hacerles saber que no debian intentar nada estupido.
- Y ya sabía lo que yo era? Porque apenas yo me enteré que soy una Meiga.
- No, no tenía ni idea hasta que percibí tu poción.
- Y entonces que quiere decir con la promesa ofrecida?
- A hora ya sabes que hay lobos, Meigas y Cazadores.
- Si.
- Como te dije los cazadores no tenemos magia...
- Los humanos tampoco la tienen, aún así llevan una vida tranquila.
- Si porque desconocen todo lo demás, Pero que pasa cuando un cazador tiene una hija con una humana normal, la bebé nace en una noche sin luna, en una noche donde la diosa esta ausente para bendecir a una Meiga.
- Pues ese bebé se vuelve humano, no?
- Su poder está en sus genes y buscará la forma de crecer, Pero al no tener la bendición de la Diosa Luna buscará otra fuente de energía y la más próxima es la vida misma de la bebé.
- Si el poder busca energía consumirá la energía vital de la bebé y al ser solo un ser pequeño moriría.
- Si, es cuestión de días, cuatro a lo mucho.
- Ese bebé murió?
- El cazador viajo por todo un día sin detenerse ni siquiera para dormir, comer o ir al baño.
- A dónde viajo?
- A la aldea más próxima de lobos.
- Para que?
- Para que su Luna la bendijera y le diera la oportunidad de vivir.

Continuará...

ꜱɪ ᴛᴇ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇꜱᴛÁ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴛᴇ ɪɴᴠɪᴛᴏ ᴀ ʟᴇᴇʀ ᴍÁꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴘÁɢɪɴᴀ:

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•❉্᭄͜͡•🌸𝑳𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒔𝒖 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒂 𝑹𝒖𝒊🌸•❉্᭄͜͡•

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