𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 19

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El viernes por la tarde Gabriel esperaba a Meghan para llevarla a su manada, el estaba muy emocionado, habia planeado momentos especiales para enamorar a Meghan y antes de que ella regresará el le diria la verdad.
- Estoy lista. Meghan salía de su casa con una maleta y una mochila.
- Que llevas en esa maleta?
- Son cosas que necesitaré, también quería pedirte que me llevarás a las profundidades del bosque, necesitaré una planta.
- Tu solo dime todo lo que necesites y yo lo conseguiré. Le dijo clavando sus ojos en ella provocando que la joven sintiera una punzada en su pecho.
- Eh.. bueno, vamos.
- Si, sube. Meghan subió a la moto de Gabriel, el recorrido fue ameno, todo se veía distinto a los ojos de Meghan pues algo en su interior habia cambiado, y el estar asi de cerca de Gabriel solo provocaba que estuviera nerviosa sin entender la razón.
Gabriel por su parte estaba decidido a confesarle la verdad a Meghan, y con todo lo que había planeado sabia que su respuesta seria positiva.
Después del recorrido placentero llegaron a su destino, al entrar todos veían a Meghan de forma normal, la hostilidad se había disipado apesar de que ella traía el aroma de otra manada, sin embargo al estar cerca de Gabriel su aroma cambiaba a la de él por lo que todos la veían de forma normal, como si fuera una de ellos.
- Yo llevaré tus cosas, entra a la casa, mi madre te espera.
Meghan sonrió y entro a la casa de Gabriel al llegar él ex Alfa la recibió cálidamente.
- Meghan, hace tiempo que no te veo, te convertiste en una mujer muy hermoso.
- Alfa! Ella rápidamente agachó la cabeza recordando como debía presentarse ante alguien superior, aunque el ya no tenía el título de Alfa, había dejado un recuerdo amargo en la mente de ella.
- No tienes porque bajar la mirada, ya no soy Alfa, además ahora me doy cuenta que mi trato no fue el adecuado, y quiero disculparme por ello.
- No tiene porque hacerlo, usted solo protegía a su manada de un extraño.
- ??? Protegerla?
- Si, ya que yo traía el aroma de otra manada, usted creyó que yo era una amenaza y lo puedo entender pues siempre ante pondremos la vida de nuestra gente.
- Como sabes que traías el aroma de otra manada?
- Porque después de tantos años, descubrí quien soy.
- ... Eso que quiere decir?
- Yo viene a pedirle que me lib...
- Meghan! Que gusto verte.
- Señora Griselda.
- Ven, la comida ya está lista, ayúdame con los platos.
- Si. Señor Emilio más tarde necesito hablar con usted.
En ese momento Gabriel entro y al escuchar el tono de voz de Meghan, el alfa se alarmó. Meghan y Gricelda entraron al comedor dejando a los hombres en la sala.
- Que quiso decir?
- Temo que desea romper todo vínculo con la manada.
- Porque?!
- Gabriel, debes enamorarla, has que te ame, has que se vuelva loca por ti y no quiera dejar la manada, tienes que hacerlo por tu Madre. Solo ella puede curarla.
- Padre! Yo amo a Meghan pero no pienso obligarla a nada, se que le hice mucho daño, y por ello tal vez no pueda corresponderme, sin embargo yo le demostraré lo que realmente siento por ella.
- Se que la amas, eso es inevitable, también se que ella debe sentir algo por ti por el lazo de la Diosa Luna, Pero ella tiene una fuerte determinación y temo que su orgullo pueda más que su corazón.
- Que tratas de decir?
- Ella va a pedirme algo, y no puedo evitar dárselo.
- Que cosa?
- Su libertad.
- No entiendo?
- El día que llegó traía consigo el aroma de otra manada, al principio no le dí mucha importancia pues pensé que pronto alguien la reclamaría pero no fue así; los días pasaron y note el rechazo que todos sentían por ella, aun asi no hice nada, nunca hice nada para evitar que la menospreciaran. Pero Magaly lo veía, ella no quería que la lastimaran así que me pidió que la acogiera como parte de la manada.
- Que es lo que hiciste?
- Yo... Yo accedí, la trate de reclamar como hija de colmillo negro, Pero no funcionó, su cuerpo no lo aceptó y durmió por tres días.
- La marcaste?
- Si y no, solo le hice un corte detrás de su oreja con una de mis garras, creí que seria suficiente para una humana, al parecer su cuerpo no lo acepto porque resulta ser una Meiga.
- Aún así, siendo Meiga también debería estar bajo el cuidado de una manada, su cuerpo no tenía porque rechazar el vínculo.
- Es correcto tu punto, sin embargo, ella ya le pertenecía a otra manada.
- Que?!
- Es por ello que el vínculo no se formó del todo, solo es un pequeño hilo la que la sostiene con nosotros.
- Por eso vino ella... Ella quiere que rompas el vínculo para ir con esa manada?
- Eso temo.
- No lo hagas!
- Claro que no lo haré, Pero si me quedo solo con ella tendré que hacerlo, así que has lo que sea necesario para alejarla de mí y evitar que estemos a solas.
- Lo haré.
- Después de comer llévatela, da un paseo, enséñale el lago. Distraela y gánate su corazón.
- Sabes que eso planeo Pero lo hago por lo que siento por ella no por utilizar sus habilidades...
- Hey! Ya vengan a comer, ya terminamos de poner la mesa.
- Sabes lo que tienes que hacer, no permitas que me quedé solo con ella.
- No lo haré.
Los cuatro se sentaron a la mesa, estaban disfrutando de una exquisita comida en un ambiente cordial.
- Meghan te veo diferente, se puede saber a qué se debe?
- Yo me encontré, entendí mucho de mi vida y eso me ayudó a crecer.
- Eso es bueno.
- También aprendí mucho, creo que podré curarla de forma definitiva.
- Es eso posible?
- Eso espero.
- Oh Meghan, gracias por seguir pensando en mi salud.
- Es algo que mi Nana hubiera deseado hacer, curarla.
- ... Aunque aprecio mucho lo que haces por mi, y por honrar la memoria de Magaly, debes pensar en ti también, hacer lo que tú desees y no hacer cumplir los deseos de otros. El corazón mas grande es el de un voluntario y no el que le imponen ayudar a los demás.
- No creo que mi corazón sea tan grande, solo lo hago porque quiero saber que puedo hacerlo.
- Si es algo que tú deseas, está bien. Y dime qué te parece la comida, lo prepare específicamente por tu llegada.
- Todo es muy rico.
- Gricelda siempre cocinaba delicioso, extrañaba su sazón. Aunque tú Meghan no te quedas atrás, desde que mi esposa enfermó, tu y Magaly cocinaban para nosotros y déjame decirte que todo era exquisito.
- Mi Nana me enseñó, ella cocinaba muy rico, su comida siempre me hizo sentir en casa, adoraba cuando hervía manzanas con canela el aroma siempre fue tan relajante, lo recuerdo mucho en tiempos de lluvia.... Oh perdón por divagar. Meghan se disculpo y tomo un sorbo de su vaso de agua.
- Es increíble verte hablar de algo que te gusta, tus ojos se iluminan de una forma hermosa. Le dijo Gabriel mirándola a los ojos, Meghan se sorprendió provocando que se ahogara con el agua.
- Oh cielos, respira Meghan.
- Ja! Sin duda Meghan se sintió alagada por esas palabras, no hay duda que eduque bien a mi primogénito.
- Padre!
- Emilio... No avergüences a nuestro hijo enfrente de su novia.
- Novia?! No! Esto solo fue... Que fue eso Gabriel?
- Perdón no pude evitar decir lo que pensé.
- ... Gabriel podrías llevarme cerca del lago, tengo que buscar algo.
- Por supuesto, de hecho quería llevarte ahí está noche, las luciérnagas regresan y es una vista impresionante.
- Luciérnagas...
- Si!
- Leo... Susurró Meghan, en una voz que para cualquiera hubiera pasado inadvertido sin embargo en una familia de lobos, aquel susurro fueron unas palabras fuertes y claras y para Gabriel fueron como un grito que resonó en todo su corazón.
- Que?! Preguntó apretando el cubierto que tenía en su mano en una muestra clara de celos.
- Solo recordé algo similar; la vista en una noche bañada con luciérnagas es maravillosa.
- Así que la has visto antes?
- Si, es un momento mágico.
El pobre cubierto terminó doblado ante la ira contenida de Gabriel, Gricelda sonreía y Emilio comenzaba a sudar, temía que el temperamento de su hijo provocar una discusión entre el y Meghan y por otra parte temía que alguien más estuviera en el corazón de la Meiga.
- Ahumm - Gricelda aclaro la garganta para tener la atención de todos pues derrepente la atmósfera era otra. - Que es lo que estás buscando Meghan? Por qué quieres ir al lago?
- Oh es una planta que ví, creo que es la que necesito para hacer un elíxir. No les importa que la tome , verdad?
- Para nada, nosotros ni siquiera sabemos que es lo que tenemos en cuanto a plantas medicinales y si puedes aprovechar todos los recursos adelante.
- Gracias. Entonces Gabriel?
- Sin problema, te llevaré al terminar.
- Entonces pasemos al postre. Prepare manzanas con canela al horno.
- Que?!
- Si, espero que las disfrutes.
- Guao, muchas gracias.
Meghan disfruto del postre como nunca, el probar aquellas manzanas le trajo tantos recuerdos de su Nana, que no podía evitar hacer algunas caras de felicidad, expresiones que Gabriel apreciaba.
Una vez que terminaron de comer, Gabriel se llevó a Meghan al lago, eran apenas las cuatro de la tarde, aún había suficiente sol para apreciar el camino. La joven iba montada sobre la forma de lobo de Gabriel, cuando llegaron a su destino está descendió del lomo.
- Te dejo aquí la mochila, para que te vistas, yo iré allá a buscar las flores, Gabriel asintió y Meghan se retiró, después de unos minutos Gabriel escucho el grito de Meghan.
- Aaaah! Gabriel corrió hasta ella, solo le había dado tiempo de ponerse sus pantalones, estaba descalzo y con el torso desnudo.
Meghan salió corriendo y choco con el pecho del lobo.
- Que te sucedió? Alguien te hizo daño? - Meghan no apartaba su frente del pecho de él, movía la cabeza negando todo. - Tranquila yo te protegeré de lo que sea, dime qué te paso?
- Había una araña... Una enorme araña negra.. dijo con la voz atemorizada
- Que?
- Creo que está en mi cabello. Ella decía con los ojos cerrados, y temblando.
- No tienes nada, solo un poco de teleraña.
- Quitamela... Por favor.
- Claro, no te muevas. - Gabriel le limpio el cabello, Meghan no dejaba de temblar, cuando terminó la abrazó hacia su pecho con fuerza.
La joven había dejado escapar unas cuantas lágrimas, después coloco sus palmas en el pecho de él notando que no tenía playera, al sentir la piel cálida bajo su tacto, el fuerte y formado pecho y sintiendo ligeramente los latidos acelerados de su corazón. Sus mejillas se pusieron rojas y su temperatura empezó a elevarse, dió un paso atrás y lo observo, solo llevaba su pantalón, su torso y su pies estaban sin prenda alguna.
- Lo siento, no debí tocarte así! Perdón! Yo, yo... Gabriel se acercó a ella y la volvió abrazar posando sus manos en su cintura.
- No te preocupes, está todo bien. Por qué te asustaste con una araña?
- Les tengo fobia.
- Que?
- No soporto verlas.... Ella comenzó a llorar.
- Tranquila, yo no lo sabía.
- Mi Nana me dijo que jamás le dijera a nadie o iban a molestarme con ello. Me aterraba la idea de que empezarán a perseguirme con arañas o me las arrojarán...
- En ese tiempo... Si lo hubiéramos hecho... Perdón por todo Meghan.
- Ya no importa.
- Pero porque te asustan ?
- Debe ser un trauma de mi niñez, algo que no recuerdo... Ella levantó la vista y se encontró con los ojos de Gabriel observándola con detenimiento.
Gabriel poco a poco se inclinaba asia ella, el corazón de Meghan latía con velocidad sabía lo que estaba a punto suceder.
Un beso.
Gabriel tomo suavemente los labios de Meghan, empezó delicadamente invitando a la joven a disfrutarlo, ella al sentir esos labios fuertes provoco un deseo lujurioso en su interior, queria mas, quería mas que ese beso.
Ella se abrazo a su cuello intensificando el beso, Gabriel no desperdicio aquella oportunidad, aumento el beso de una forma deseosa, posesiva, quería devorar sus labios.
El beso se intensificó, Pero para Gabriel no era suficiente, deseaba más; la tomo de las piernas para cargarla, Meghan cruzo sus pies a la espalda de Gabriel, sin dejar de besarlo.
El lobo, dejo los labios para ir por el cuello de ella, un beso intenso lleno de lujuria, Meghan dejo escapar un gemido, sonido que Gabriel no pudo ignorar.
Bajo a la joven para tener sus manos libres y poder tomar su blusa, se agarró del dobladillo y lo comenzó a subir.

Continuará...

ꜱɪ ᴛᴇ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇꜱᴛÁ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴛᴇ ɪɴᴠɪᴛᴏ ᴀ ʟᴇᴇʀ ᴍÁꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴘÁɢɪɴᴀ:

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La Meiga y el Lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora