El amor no es perfecto, muchas veces es confuso y caotico y a pesar de todo no deja de ser hermoso.
En esta historia Shinso y Kaminari descubrirán a viva voz lo que la palabra amor significa, nuevos retos, nuevas amistades, nuevos comienzos y sobre...
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Todo comenzó aparentemente normal, estaban haciendo algunas pruebas por individual y algunos no participaron en ellas, la primera causa era que los contrincantes eran robots y segunda malestares físicos; en esa ronda de la clase A fueron Shinso, Kaminari y Aoyama los que se quedaron en la banca, mientras que de la clase B fueron Manga, Kinoko, Tokage y Tosetsu los que no participaron
Mientras podían ver a sus compañeros, ir al baño o por agua, no es que tuvieran muchas cosas para hacer
Shinso se quedo pensando en el pequeño encuentro que tuvo con sus amigos, las palabras de la chica seguían dando vueltas en su cabeza, a que se refería? Debería decirle a mi papá sobre eso? Mis nuevos amigos deberían de estar enterados?
Todo tipo de pensamientos llegaban a el, no fue hasta que sintió un peso en su hombro lo que lo saco de ese torbellino que comenzaba a formarse al voltear se encontró con la cabeza de Kaminari quien parecía estar quedándose dormido
—Te encuentras bien— hablo un poco bajo para no sobresaltar al contrario, el cual bostezo y se froto los ojos sin cambiar su posición —Si, solo.... me siento algo cansado
—Tal vez te hizo daño algo del café, no crees?
—Tal vez... o tal vez un resfriado no lo se— cerro sus ojos dispuesto a dejarse vencer por el sueño y la verdad era que Hitoshi no lo iba a mover, parecía que el chico realmente lo necesita y ambos estaban extrañamente cómodos . . . . . Pasaron alrededor de unos 15 minutos en los cuales Shinso también comenzaba a quedarse dormido, de no ser porque llego su papá y los despertó
—Ey comiencen a calentar, no falta mucho para que se formen a los equipos — el asistió y comenzó a despertar al rubio a su lado
—Ey Kaminari... Kaminariii... ey despierta— movía ligeramente su hombro pero no parecía dar resultados, entonces recordó como despertaba a su hermanita y decidió intentarlo que vergüenza pensó antes de comenzar con su plan
Comenzó a hacerle cosquillas, por el cuello, axila, estomago, uno que otro toque en su cara ya sea un leve tirón en su nariz o su oreja o picando sus cachetes, seguía llamándolo por su nombre y pidiéndole que despertara; poco a poco fue funcionando y el rubio abrió los ojos entre un par de risitas y soltando pequeños toques en el proceso, cosa que le dio cosquillas a Shinso
—Hasta que despiertas dormilón— sacudió el cabello del contrario, sin embargo se avergonzó de inmediato y alejo su mano —lo siento...
—Ja no te preocupes, de hecho tendría que agradecerte por no golpearme por quedarme dormido en tu hombro— le resto importancia con la mano
