𝟷𝟸 • 𝙶𝚛𝚊𝚗 𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚍𝚘

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Niños corriendo, globos siendo ponchados, risas, gritos, aplausos, sonrisas. Miles de sonidos juntos en un espacio tan amplio, pero que aún así son entendibles cada uno de ellos.

Puedo verlos a todos. Tías, tíos, primos, amigos, familiares tan lejanos que parece que vienen de otro continente, sin embargo, por ningún lado está la única persona que quiero ver.

Rob: Aidan, saluda a Gillian.

Levanto la cabeza hacia mi padre, el cual tiene su mano sobre mi hombro y me mueve un poco, a su lado hay una mujer con una sonrisa, pero toda la pinta de una villana.

Gillian: no me dijiste que era tan guapo -menciona con una sonrisa mientras se agacha para apretar mis mejillas-. Tan tierno~

Rob: es mi novia, puedes llamarla mamá.

Lo miro de nuevo, pero no contesto, simplemente vuelvo a mirar hacia la calle, esperando que mamá aparezca con una sonrisa y la más bella y melodiosa voz cantando por mi cumpleaños, tal y como hacia en los videos de cuando era bebé.

Gillian: ella es tu hermana mayor -empuja frente a mi a una niña de cabello como el de una zanahoria y un rostro que parece harto de estar aquí- Cassi, saluda a tu hermanito menor.

Aquella niña es más alta que yo, su cabello está peinado en una coleta alta y lleva un vestido de colores como si fuera un poni o algo así. Parece que no entendió que la temática es vaqueros.

Cassandra: no es mi hermano, se ve tonto y feo.

De un empujón caigo al suelo de pompis, la miro mal mientras ella se va corriendo. Papá y su novia solo se ríen, como si acabará de suceder algo cómico.

No importa, puedo soportar todo. Una vez que llegue mamá, estoy seguro que todo mejorará.

◁▽▷

T/n: es...espera, no puedo respirar.

Jadeo separándome de sus labios, sin embargo, no se detiene y va en busca de mi cuello, besando y lamiendo sin querer detenerse.

Siento todo mi cuerpo helado. Aunque sus labios me han besado decenas de veces, el sentimiento que me generan sus besos en este momento es tan diferente, que me hacen pensar que es pánico.

Aidan: estás muy tensa.

Murmura agitado. Se separa un poco de mi, suelto un suspiro inconcientemente, pero inhaló aire tan pronto vuelve a besarme. Sus dedos se deslizan hasta los botones de mi camisa cerca de mi pecho. Sus uñas son largas; me lástima el filo de estás. Las yemas de sus dedos están tan frías que duelen.

Sus besos son tan escurridizos, que cuando menos lo espero, su lengua ya está dentro de mi boca absorbiendo cada parte de mi, como una babosa invadiendo una planta. Tan bizcoso y resbaladizo.

Trato de seguirle el paso, pero no me es posible, muerde mi labio inferior y después empieza a desabotonar mi camisa. No termina de desabotonarla y ya está metiendo su mano a mi sostén.

Me quita la camisa. No puedo respirar. Se aleja de mi, observa aquella lencería rosa pálido que compro él para mí y con una sonrisa acaricia mi mejilla y cuello. Me siento tan sofocada.

No quiero. Es imposible mirarlo a los ojos sin sentir culpa. Avanza tan rápido que siento que cuando menos lo espere me dejara completamente desnuda. No lo mires. Aparto la mirada, mi respiración es agitada y quiero creer que es por el beso, sin embargo, no creo que esa sea la razón.

𝐄𝐱𝐢𝐥𝐢𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐄𝐝𝐞́𝐧: 𝐄𝐥 𝐅𝐫𝐮𝐭𝐨 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 +𝟏𝟔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora