3-Shut Up!

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Los ojos de Martin se abrieron de par en par al encontrarse de frente con Hugo, quien lo miraba con una mezcla de rabia y desesperación. Intentó apartarse, pero las manos de su exnovio lo mantenían atrapado. Forcejeaba, tratando de soltarse, mientras sentía el calor de la ira subiendo por su pecho.

- ¡Déjame en paz, Hugo! -espetó Martin, con los dientes apretados, luchando por liberarse- ¡Esto se terminó! ¡No quiero saber nada más de ti!

Pero Hugo, lejos de soltarlo, lo apretó con más fuerza.

- ¿Terminado? - replicó, su voz rota por el enojo y algo más profundo, una especie de dolor oculto- ¿Vas a bloquearme, ignorarme y no dejarme explicarte nada? ¡No puedes hacerme esto, Martin!

Martin sintió una oleada de rabia atravesarlo como un rayo. La ironía de las palabras de Hugo lo golpeó de lleno, como si el mismo que había mentido, engañado y jugado con sus sentimientos durante años ahora quisiera tener el derecho de explicarse.

- ¿Explicarte? - Martin le clavó la mirada, su voz cargada de furia- ¿Qué me vas a explicar, Hugo? ¿Otra mentira? ¡Te vi con ella! ¿Qué más hay que explicar?

Rus, viendo la situación, intentó intervenir. Sabía que su hermano estaba a punto de explotar, y con razón. Corrió hacia ellos para ayudarlo, pero antes de que pudiera llegar a su lado, un hombre apareció de entre las sombras y la detuvo, agarrándola del brazo con fuerza. Era un amigo de Hugo, alguien a quien Martin no caía muy bien.

- No te metas, Rus - le dijo el chico con tono amenazante mientras la mantenía inmovilizada- Esto es entre ellos dos.

- ¡Suéltame! - Rus forcejeó, pero el tipo era más fuerte y no la dejaba moverse.

- ¡Sergio que la sueltes joder!- gritó Martin forcejeando

Denna y los demás, que habían estado a unos pasos de distancia, vieron lo que estaba ocurriendo y corrieron hacia ellos para interponerse. La situación estaba fuera de control. El aire, antes lleno de risas, ahora estaba cargado de tensión y miedo.

Martin seguía forcejeando con Hugo, su corazón latiendo con fuerza mientras trataba de controlar su rabia.

- ¡Déjame ir, Hugo! - gritó, apartando las manos de su chaqueta con un empujón- ¡Estoy harto de tus mentiras, de tus idas y venidas! No hay nada más que decir. ¡Se acabó!

Los dos forcejearon en medio de la calle, sus cuerpos chocando mientras la tensión entre ellos alcanzaba un punto de ebullición. Martin, lleno de rabia y agotamiento, finalmente logró apartarlo de un empujón, pero Hugo no se daba por vencido. Estaba cegado por el orgullo herido, incapaz de aceptar que esta vez, Martin realmente había puesto un punto final.

Justo cuando la situación parecía que iba a escalar aún más, apareció una figura alta y delgada desde el otro extremo de la calle. Era un chico moreno, alto, con una postura tranquila pero imponente. Martin lo reconoció de inmediato. Era Juanjo, el sobrino de los dueños de Destello. Aunque no lo conocían bien, lo habían visto por el local en algunas ocasiones. Solía pasar desapercibido, pero siempre dejaba una impresión de alguien que sabía manejarse en cualquier situación.

Juanjo caminó hacia ellos con calma, sus pasos resonando en el pavimento mientras su expresión se mantenía firme. Sin decir nada, se acercó a Hugo y, sin previo aviso, lo agarró del brazo, separándolo de Martin con una fuerza controlada pero efectiva.

Luz en mi oscuridad (JUANTIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora