16- Sigueme

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Juanjo estaba mirándose frente al espejo del baño, pensó que era una idea ridícula, que Martin le prestara ropa y no quedara como un payaso... pero la verdad que la manía de Martin de vestir más ancho de lo que cuadraba a su cuerpo ayudó a que encontrara algo con lo que se viera bien. Unos vaqueros grises desgastados y una camiseta blanca con unas letras y dibujos en el pecho.

Lo que no tenía remedio era su pelo, pedirle laca y las planchas a Ruslana creía que iba a ser ya demasiado. El maño no paraba de pasar los dedos una y otra vez por el pelo, el cual quedaba chafado para abajo por mucho que lo intentara levantar. Finalmente se dio por vencido y salió del baño con la ropa sucia en una bolsa que le había sado para que pudiera llevársela.

- Madre mía- dijo Ruslana soltando un silbido al verlo aparecer en el salón- ¿Pero tu te has visto? ¿A quien quieres romperle el corazón?

- No seas exagerada Rus- Juanjo sintió el calor en sus mejillas.

- Mira, porque no eres mi tipo, que si no ya te habría hecho el salto del tigre amor.

Aquello hizo que sus mejillas ardieran como nuca, se abanico con la mano mientras la miraba avergonzado. La mesa del salón ya estaba repleta de vasos y platos. Ruslana estaba dejando una pizza en un hueco, mientras que justo en ese momento apareció Martin en el salón con la otra pizza.

- ¿Ni tan mal no?- dijo Martin sonriéndole- ya te dije que no parecerías un payaso...que poca confianza de verdad...

El corazón de Juanjo comenzó a latir a toda velocidad cuando vio a Martin aparecer con unos pantalones de pijama de cuadros, una camiseta de tirantas blanca muy ceñida, y unas gafas en aquella cara que acompañaban al ya característico bigote.

- ¿Desde cuando llevas gafas?- dijo Juanjo siguiendole con la mirada

- Solo las llevo en casa- dijo Martin sin mirarlo y restándole importancia.

- La baba Juanjito- dijo Rus en un susurro que solo él pudo escuchar cuando ella pasó a su lado para apagar la luz del techo, y dejar solo la lampara de la esquina del salón.

- ¿Qué dices?- dijo Juanjo rodando los ojos para disimular.

Decidió no hacerle caso, para evitar infartar allí mismo en medio de la sala. La mejor opción era ir directamente al sofá y sentarse quietecico, intentando no volverse a quedar embobado mirando a Martin. Le había pillado de improviso aquel pico que Martin le había dado hacía un rato, pero inevitable ver que había conexión entre ellos. Él lo tenía claro desde el día que se le abalanzó en Destello, aunque hubiera estado ocultándolo.

- Tengo aun que dar mi veredicto- Martin agarró un trozo de pizza y se sentó al lado de Juanjo.

- Hombre, pintaza tienen- Ruslana se sentó en el sillón de al lado, cogiendo también un trozo de pizza.

Ambos hermanos se metieron en la boca el trozo y saborearon con los ojos cerrados, tenían el mismo gesto en la cara, como dos gotas de agua.

- ¿De verdad no sois mellizos?- Juanjo los miraba divertido

- Ucraniana- dijo Martin señalando donde estaba sentada su hermana, pero sin abrir los ojos, y a los pocos segundo se señaló a sí mismo- Vasco.

- Esto es orgásmico Juanjo- la muchacha se tiró hacía atrás en el sofá haciéndose la muerta- y de ucraniana tengo el color de la piel y pasaporte, soy vasca y tu melli a quien lo pregunte.

Luz en mi oscuridad (JUANTIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora