Luz en mi oscuridad (JUANTIN)

8- Lose control

- ¿Estás seguro de que es esta la dirección?

Ruslana miraba anodada hacía aquel edificio tan alto del centro de la ciudad, era el típico que había vuelto a reconstruir, con aires modernistas, muchas escentridades arquitectónicas y muchas cristaleras. Se veía que costaba un ojo y parte del otro... Nada más salir del metro, ambos hermanos se había quedado petrificados mirando el gigante de cristal.

El recuerdo de la cara de decepción que Juanjo había puesto cuando Martin le soltó aquello de que lo había tenido todo fácil, y que era el mimado del mundillo artístico madrileño, le vino a su memoria en cuanto vio la cara de su hermana con la boca abierta mirando el edificio.

- Se te va a desencajar la mandíbula, ¿podrías por favor comportarte como una persona adulta y no hacer comentarios fuera de lugar?

- ¿Cómo el que tu le hiciste por ejemplo?

- Si lo llego a saber no te cuento nada enana.

- Nos lo contamos todo amor.

Todo era todo, no había secretos entre ellos, aunque Martin no le había contado realmente todo, era la primera vez que le ocultaba algo, y todo para no preocuparla en exceso. No le había dicho nada sobre el encuentro que había tenido con Hugo a la salida del ensayo, y aunque en parte se sentía mal, peor se sentiría el hacer que ella sufriera por ese idiota.

El ascensor del bloque era el típico de esos de ricachones en los que suena una musiquita tranquila pero animada, para crear un ambiente chill y placentero, en la espera a la llegada del piso seleccionado, en este caso el último, el ático.

- ¿Te dijo quien iba a estar en la barbacoa?

- Sus amigos.

- ¿Ahora somos amigos de Juanjo Bona?

- Bueno...eso parece, tu hasta le comes la boca en el musical- Martin levantó las cejas dos o tres veces seguidas para picarla- si al final os termináis enamorando, y te mudas aquí con él...lo siento pero yo vengo en el paquete, me conformo con la habitación de invitados.

- No es mi tipo Martunxo- Rus hizo una mueca de negación mientras le daba un golpe en el hombro a su hermano.

- Pues joder, nos ahorraríamos el alquiler, y esto está de puta madre.

Salieron del ascensor aun enfrascados en su conversación mientras se acercaba a la puerta del piso y hacían sonar el timbre.

- ¿Es que tú te vas a enamorar de Denna?- Rus miraba divertida al del bigote- también te morreas con ella.

- Sabes que siempre he sido de carne, me repugna el pescado.

Justo cuando Martin decía aquella frase la puerta se abrió de par en par, llenando el pasillo de la música que sonaba en el piso, y un Juanjo en bañador, con una camisa blanca, con dos o tres botones desabotonado, dejando poco a la imaginación, con una cerveza en la mano, les miraba con una sonrisa, frunciendo el ceño y ladeando la cabeza.

- Ya era hora hermanos Urrutia, pero tranquilo que la barbacoa es de carne.

Rus comenzó a reírse a carcajadas al escuchar la contestación de Juanjo y ver como a Martin se le coloreaban las mejillas mientras la miraba apretando los labios, como cuando le entran las ansias asesinas hacía su ser. Le había visto aquel gesto desde que tenía uso de razón, llevaban picándose toda la vida, y normalmente solía salir ganando Ruslana.