17- Tantas Dudas

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- No entiendo porque me haces volver a contarlo otra vez- dijo Juanjo tapándose la cara con un cojín del sofá.

- Porque ya te dije anoche que no soy buena consejera en cosas del amor.

- ¡¿Pero que amor Salma?!

- Bueno hijo, tu me entiendes, no soy buena consejera, no llevo bien mis lios como para sacar adelante los tuyos.

- Arhhhhh- Juanjo volvió a esconder la cara en el cojín de nuevo, desesperado, a punto de agonizar entre pensamientos autodestructivos.

El sonido del timbre del piso de Salma sonó una vez, y la chica se lanzó como alma que lleva al diablo hacía la puerta para abrirla con una gran sonrisa. Había pasado varias horas escuchando y hablando con Juanjo aquella noche, sabía que su amigo lo necesitaba, tenía que sacar todo aquello que sentía fuera. Pero realmente no se sentía la persona idónea para ayudarle o darle algún buen consejo.

- ¡Comida a domicilio!- era la voz de Álvaro, estaba allí frente a Salma levantando dos bolsas de papel que contenían la comida tailandesa que habían encargado para almorzar los tres juntos- mira que sois mariconas, hacéis una fiesta pijama y no me avisáis...

Álvaro entró y dejó las bolsas en la mesa mientras seguía quejándose.

- ...Mil veces os he dicho de quedar los tres para ver una peli, una maratón de series, o simplemente beber y cotillear.

- Numero uno, Juanjo se presentó aquí y me jodió la noche con Violeta, la cual salió despavorida...

- Ya te he pedido perdón mil veces- dijo Juanjo cruzándose de brazos.

- Numero dos, no fue una fiesta pijama, solo hubo un Juan José Bona metiéndose en mi cama mientras lloriqueba agobiado.

- Eso es...

- ...Verdad- dijo Salma callando a Juanjo, y haciendo que este hiciera rodar sus ojos- y Número tres: Espero que hayas traído el vino porque este necesita mucho alcohol antes de volver a contarlo todo.

- Pues nada, vamos a comer y a beber, hay vino para tumbar a Juanjo tres veces- Álvaro dijo aquello con una sonrisa socarrona.

El almuerzo fue ameno, tranquilo, ninguno habló del tema en cuestión por el que se habían reunido, hablaron sobre todo del estreno del día siguiente, de como irían vestidos, de lo ilusionados que estaban y del alboroto que había en la prensa con el evento.

Pero Juanjo sabía que el momento iba a llegar más pronto que tarde, Álvaro sacó una botella nueva de vino del frigorífico y se la llenó a Juanjo y a ellos antes de ir hacía el sofá para estar más cómodos.

- Bueno, a ver, contadme que es eso tan importante- dijo Álvaro expectante mirando a ambos.

Juanjo se pasó la mano por el pelo y después dio un trago largo a la copa, casi vaciándola.

- Bueno... será mejor no dar rodeos- Juanjo tenía la mirada fija en la copa- Me gusta Martin, me atrae, nos hemos besado un par de veces...pero él no está bien, por lo del cabrón de su ex, y ha empezado a ir al psicólogo, y yo...no sé qué hacer.

- Wou, wou, wou, echa el freno, creo que me he perdido varios capítulos- dijo Álvaro abriendo mucho los ojos.

- Es que lo ha resumido al extremo, él tan intenso, o se pasa o no llega- dijo Salma riéndose.

Luz en mi oscuridad (JUANTIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora