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La noche del enfrentamiento dejó a _____ llena de un profundo dolor y confusión.
Sus hermanos, aunque habían intentado protegerla, habían cruzado una línea que _____ nunca hubiera imaginado que se cruzaría.
Después de que Izana se marchara, el vacío que dejó en su corazón se convirtió en un abismo de desesperación.
Los hermanos de _____ estaban decididos a protegerla, pero su determinación pronto se tornó en una obsesión.
Astaroth, Azkeel, Abaddon, Adirael y Alabám se reunieron esa noche para trazar un plan.
No se contentaron con advertencias; decidieron que era necesario asegurarse de que Izana nunca pudiera acercarse a _____ nuevamente.
—Si no podemos asustarlo, entonces debemos hacer algo más drástico —dijo Astaroth, con un brillo de determinación en sus ojos.
—¿Qué tienes en mente? —preguntó Azkeel, escéptico.
—Lo llevaremos a un lugar donde no pueda salir, y lo venderemos —respondió Abaddon con una sonrisa torcida.
La idea era inhumana, pero la preocupación por su hermana nublaba su juicio.
El grupo se preparó para actuar bajo la cobertura de la oscuridad. Sabían que no podían permitir que _____ se enterara de sus planes.
Esa noche, se dirigieron a la casa de Izana, sabiendo que a esas horas no habría nadie alrededor. Con un par de trucos y un poco de astucia, lograron ingresar a su casa sin ser vistos.
Una vez dentro, encontraron a Izana durmiendo, ajeno a lo que estaba por suceder.
Rápidamente lo rodearon, y aunque intentó luchar, la fuerza combinada de los cinco hermanos fue demasiado.
Con un poco de violencia y mucha sorpresa, lograron atarlo y llevarlo a un vehículo que habían preparado.
—¡Déjenme ir! —gritó Izana, pero su voz se desvaneció en la noche.
Sus luchas fueron inútiles, y pronto se encontraron en un lugar desconocido, lejos de su hogar.
Mientras tanto, _____, completamente ignorante de lo que había ocurrido, se sentía cada vez más sola.
Sus días transcurrieron en un gris constante, y la culpa la acompañaba cada vez que pensaba en Izana.
Los ecos de sus risas y las palabras suaves que habían compartido resonaban en su mente, recordándole lo que había perdido.
Día tras día, la tristeza se instaló en _____. Sus hermanos, aunque preocupados por ella, creían que había tomado la decisión correcta.
Ella era incapaz de seguir trabajando en el negocio familiar, y tan pronto vieron su ineficiencia le quitaron todo cargó qué tenía.
