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La muerte de Vincent Donovan resonó como un eco sordo en el mundo del crimen de Tokio.
La familia, unida en el dolor, se reunió para rendir homenaje a su patriarca.
En un pequeño pero solemne funeral, rodeado de flores blancas y coronas de laurel, sus hijos se sentaron en primera fila.
Adirael, el hijo mayor, se convirtió en el nuevo líder de la familia Donovan.
Su mirada estaba marcada por la tristeza, pero también por una determinación feroz.
Sabía que debía cargar con la responsabilidad de proteger a su familia y honrar el legado de su padre.
La ceremonia fue breve. Los miembros de la familia compartieron recuerdos de su padre, recordando su carácter fuerte y su inquebrantable lealtad a la familia.
_____, de pie junto a Adirael, sintió el peso de la tristeza aplastarla.
Su mente seguía atormentada por la forma en que Vincent había muerto y por lo que eso significaba para su futuro.
Las lágrimas caían sin control mientras escuchaba a sus hermanos hablar sobre su padre, su corazón latiendo con una mezcla de amor y ira.
Al finalizar el funeral, Adirael se acercó a su hermana.
—Sé que esto es difícil, pero debemos mantenernos unidos. —dijo con voz grave—. Ahora soy el líder, y necesitamos estar listos para lo que venga.
______ asintió, aunque su mente seguía nublada por la confusión. Su mundo se había vuelto del revés en tan poco tiempo.
Una semana después, la atmósfera del departamento de Mikey contrastaba drásticamente con la tristeza del funeral.
Un aire de celebración flotaba en la sala, decorada con luces brillantes y música que resonaba por todo el espacio.
La fiesta era en honor al compromiso entre Mikey y la menor de los Donovan, un evento que había sido planeado a toda prisa, pero con la misma intención de sellar una alianza poderosa entre ambas familias.
Sanzu, Ran y Rindou, se movían por la sala, conversando con los invitados y haciendo que la atmósfera fuera aún más animada.
Mikey, por su parte, observaba desde un rincón, su mirada aguda buscando a la menor de los Donovan entre la multitud.
—¿Estás listo para esto, Mikey? —preguntó Sanzu, acercándose con una copa en la mano.
—¿Qué quieres decir? —respondió Mikey, manteniendo su mirada fija en la multitud.
—Sabes, con el compromiso. No puedes olvidarte de que ahora estamos en un terreno peligroso. —Sanzu hizo un gesto con la mano—. Todo el mundo está observando.
Mikey se encogió de hombros, consciente de que era verdad.
—Solo tengo que asegurarme de que esté a salvo.—dijo Mikey, su mirada volviendo a ______, quien hablaba con algunos de sus amigos en un rincón.
—Cuidado, Mikey. Podría ser que tu interés no se limite solo a los negocios.—Sanzu bromeó, una sonrisa burlona en su rostro.
Mikey lo miró con una mezcla de irritación y diversión, pero no podía evitar sentirse algo atraído por el físico de ella.
La fiesta continuó, los invitados riendo y disfrutando de la música. Ran se acercó a Mikey, sosteniendo un vaso de whisky.
—No puedes permitir que la situación se te escape de las manos. —dijo con una seriedad inusual—. Adirael estará vigilando de cerca. No solo está tratando de adaptarse a ser el nuevo líder, sino que también querrá asegurarse de que este compromiso sea beneficioso para su familia.
Mikey asintió, sintiendo el peso de las palabras de Ran.
La atmósfera de la fiesta cambió de repente cuando Adirael se acercó, interrumpiendo el momento.
—Hermana, necesitamos hablar.—dijo con voz autoritaria, llamando la atención de la menor de los Donovan.
Ella lo miró, sintiendo la urgencia en su tono.
—Ahora no, Adirael.—respondió ella, intentando mantener su postura.
—Esto es importante.—insistió Adirael, sin apartar la mirada de Mikey—. Quiero que sepas que la familia está observando. Este compromiso no es solo un juego. Debemos asegurarnos de que nuestras alianzas sean firmes.
Mikey se sintió un tanto incómodo ante la intervención, pero no se dejó intimidar.
—Entiendo lo que estás diciendo, Adirael, pero tu hermana tiene derecho a decidir su propio camino. —respondió con firmeza.
Adirael frunció el ceño, claramente no estaba acostumbrado a que alguien cuestionara su autoridad.
—Sí, pero lo que quiero es protegerla, y eso significa que este compromiso debe ser beneficioso para ambas familias.—dijo Adirael, mirando a su hermana.
_____sintió que el estrés se acumulaba en su pecho.
Las expectativas de su hermano y la presión del compromiso con Mikey comenzaban a chocar, y el ambiente festivo a su alrededor se tornó pesado.
—Sé que esto es difícil, pero necesitamos ser fuertes, como nuestra familia siempre lo ha sido. —dijo Adirael, su mirada suave pero firme.
La menor de los Donovan se sintió atrapada entre sus deseos y las expectativas familiares, el peso de su futuro aplastando su espíritu.
Y decidió huir de aquella abrumadora conversación.
En la fiesta pudo notar a una chica rubia, delgada, de no más de 1.60 de alto
Se acercó a ella saludándola muy amenamente, charlo con ella alrededor de unos 10 minutos y se enteró que era la mujer de los Haitani's.
Volteó a ver a Mikey, y el hombre tan pronto como lo descuidaron ya estaba totalmente drogado.
Así que para pues apaciguar las penas se puso a bailar con la chica, pudo anotar en sus ojos la tristeza y que seguramente ella estaba ahí en contra de su voluntad.
Y no solo en la fiesta, sino que seguramente también con aquel par.
Vio como la rubia volteó a ver a Ran y este tenía a una chica sentada en sus piernas, mientras él le metía los dedos por debajo de su corta falda.
Decidió entretenerla bailando más pegado a ella, y en un impulso, entre el alcohol, la música y todo aquello que la abrumaba, se acercó a la chica y la empezó a besar.
Tan pronto cómo los Haitani's se percataron de esto se llevaron a la chica.
Quería golpear a _____, pero no podían hacerle nada a la mujer del jefe.
Ya aburrida salió del departamento a fumar, dónde se encontró una grata sorpresa.
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