! Capitulo 17

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¡Contenido delicado, leer bajo su propia responsabilidad!

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Después de salir del departamento, la mente _____ no podía dejar de pensar en esa chica.

Había algo en ella que le resultaba irritante, y no era solo el hecho de que estaba tan cerca de Izana.

La chica parecía fuera de lugar, como si no perteneciera al mundo peligroso en el que todos ellos vivían.

Esa contradicción despertó la suspicacia en la joven Donovan, que no solía dejar cabos sueltos ni permitir que nadie pasara desapercibido en su entorno.

Decidió que tenía que averiguar quién era realmente esa chica y qué tan involucrada estaba con Izana.

Al día siguiente, comenzó a mover sus contactos. Con la red de información que su familia controlaba, no fue difícil obtener detalles. Su nombre era Yui, una chica que aparentemente no tenía conexión directa con el crimen organizado, lo que hizo que la Donovan se preguntara aún más cómo había terminado involucrada con Izana.

En menos de 24 horas, ya tenía la dirección de su apartamento y un perfil completo de su vida.

Trabajaba en una pequeña boutique de ropa, un lugar modesto que no encajaba con el círculo en el que Izana se movía.

— Es tan... — murmuró leyendo su expediente — Ordinaria.

Esto solo aumentó la furia de _____.

La idea de que Izana, un hombre como él, pudiera interesarse en alguien tan común, le resultaba incomprensible, casi una afrenta personal.

Su resolución se endureció: tenía que deshacerse de ella.

Esa misma noche, sin perder más tiempo, organizó el secuestro.

Envió a un par de sus hombres a interceptar a Yui cuando regresaba a su apartamento. Todo salió según lo planeado.

La chica fue secuestrada sin mayor resistencia y llevada a uno de los almacenes que la familia Donovan usaba para este tipo de trabajos.

Era un lugar lúgubre, con paredes de concreto desgastado y apenas iluminado por una luz tenue.

Cuando la joven Donovan llegó, Yui estaba atada a una silla, con una venda en los ojos y las manos temblando de miedo.

La Donovan se acercó lentamente, disfrutando el sonido de sus propios pasos resonando en el silencio del almacén.

—¿Sabes quién soy?—preguntó en voz baja, arrancando la venda de los ojos de Yui.

La chica parpadeó, sus ojos llenos de confusión y miedo.

—¿Qué… qué quieres? —su voz era temblorosa, como si no pudiera entender por qué le estaba pasando esto.

______ se inclinó hacia ella, acercándose lo suficiente como para que sus rostros quedaran a centímetros de distancia.

—Quiero saber qué piensas que estás haciendo cerca de Izana.—respondió la pelirroja con frialdad, sus ojos fijos en los de Yui, que parecían más aterrorizados a cada segundo.

Yui comenzó a sollozar, temblando más fuerte.

—Yo… yo no sé de qué estás hablando… Izana… él y yo… solo… solo…

—Solo nada.—interrumpió la Donovan, con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos—. Él no pertenece a alguien como tú. Y yo no puedo permitir que te quedes en el camino.

Sacó el pequeño cuchillo que llevaba y le rompió las cuerdas que la ataban a aquella incómoda silla, y de inmediato unos 20 hombres desnudos entraron a la escena.

—Vas a sufrir, y cuando termine contigo, él ni siquiera recordará tu nombre.

_____ dió la orden con solo una mirada y de inmediato, cada uno de los hombres que estaban ahí, entendió la situación. Yui intento correr pero fué inútil.

Le arrancaron la ropa y la contra el piso, evitando que se mueva.

Sin previo aviso empezaron a penetrarla, su interior se rasgos a tal punto de sangrar, usaban la boca de Yui como almacén de semen de los hombres.

Se masturbaban cerca de ella, dejando que el semen cayera en su cuerpo desnudo.

Hasta 3 hombres la penetraban al mismo tiempo, mientras que otro ahogaba sus gritos con su pene en la boca de Yui.

_____ miraba la escena sin expresión alguna, estaba acostumbrada a ver esté tipo de cosas.

Mientras que a la pobre chica le metían todo tipo de juguetes en ambos agujeros, junto a los penes de aquellos hombres.

Sin usar condón la bañaban en semen, mordían sus pechos a tal punto de hacerlos sangrar. Usaban su boca sin parar para saciar sus sucios deseos sexuales.

Ella lloraba incontrolable, le dolía todo el cuerpo y en su mente sólo deseaba morir en ése momento.

Estaba por caer desmayada cuando llego _____ y le aventó una cubeta de agua con hielos a la cara.

— No te desmayes todavía, falta qué pasen más hombres por su sucia boca.

Fué lo único que dijo _____ y se fue de aquel lugar dejando que hicieran con ella lo que quisieran.

Cuando todos terminaron con Yui, _____ llegó. Con una camioneta que transportaba cerdos salvajes.

Todos los hombres se fueron de ahí y sólo quedó _____ con Alabám.

A medio abrir las puertas de la bodega metió aquella camioneta, dónde sólo se podía abrir la puerta para dejar pasar a los cerdos salvajes.

— ¿Estás segura _____? — pregunto él.

— Sí.

Alabám vio a la chica a medio morir, sin fuerza. La tomo de los pies y la arrastró hacía el centro del lugar, con un cuchillo abrió su estómago.

Yui soltó un gritó desgarrador al sentir aquel dolor y ver sus órganos al descubierto. Estaba perdiendo mucha sangre y no le quedaban mas de 5 minutos de vida.

Alabám fue rápido, trajo cebada y la metió dentro del cuerpo de la chica.

Abrió la puerta y aquellos cerdos salvajes qué no habían comido en semanas llegaron directo a devorar el interior de la chica.

Organos y cebada fue el alimento de aquellos cerdos, y Yui no sufrió mucho ya que al instante murió.

— Bien, gracias Alabám — susurro ella. — Hazme el favor que te pedí y búscame en media hora.

 — Hazme el favor que te pedí y búscame en media hora

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❝𝗜𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲❞ 【Izana Kurokawa】-Yandere-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora