𝐋𝐚 𝐯𝐞𝐥𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞

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Otros que también habían sido seleccionados para compartir habitación eran Delta, Drum y Gwyn. Ninguno tenía problema al respecto, así que el rubio propuso que hicieran una pijamada.

—Ya es tarde, tenemos que dormir—recalcó Akane cubriéndose con su sábana.

—Pues yo no tengo problemas con desvelarme un poco—respondió Gwyn con una leve sonrisa.—bien sabes que haría lo que sea por ti.

—Gracias, ahora ¿que te parece jugar ajedrez?—propuso el rubio mostrando el tablero.

—Me parece una gran idea, pero hagámoslo más divertido. Si tú ganas eliges un castigo para mi, pero si yo ganó tendrás que darme un beso—mencionó el albino con coqueteo.

—¡Trato hecho!, pero para calmar el ambiente encendere esta vela que me regaló Valt-sempai—dijo Koryu encendiendo dicho objeto, el cual a los pocos segundos comenzó a soltar un aroma a rosas.—¡Huele muy bien!.

—Tienes razón, ahora vamos—indicó el oji magenta tomando las piezas negras.

5 minutos después...

No puedo creer que haya perdido—indicó el oji verde bajando la cabeza.

—Lo siento, pero tienes que cumplir tu parte—indicó Ronny tomándolo del rostro para robarle un profundo beso en los labios. Drum sin querer comenzó a gemir, cosa la cual hizo que Delta saliera de su cama para entender que andaban haciendo esos dos.

—¡Oye déjalo! ¡Fue suficiente!—reclamó apartando al chico.

—No tienes porque ser así, total, él también lo está disfrutando. Mira su rostro—señalo el albino y era verdad, Koryu estaba totalmente ruborizado además de que en su entrepierna se podía ver algo más. Akane se ruborizo de inmediato al notar esto, pero no podía negar que comenzó a sentir un cosquilleo en todo su cuerpo, el recordar los gemidos del mitad francés había causado que algo muy dentro de él también despertara.

—Chicos, creo que, ya fue, suficiente—habló Drum entrecortado debido a que no podía regular su respiración de hace rato, de repente Gwyn lo abrazó y con sus manos comenzó a tocar sus pezones.—A~ah, no, no hagas eso—pero para su mala suerte Delta lo abrazo por detrás para luego susurrarle.

—Supongo que, puedo compartir.

—¿Qué dices?—Drum trato de encontrar alguna respuesta pero en su lugar Akane lo sujeto del rostro para meter su lengua en la boca contraria. Mientras hacía esto, las manos del oji rojo descendieron hasta los glúteos del rubio y comenzó a masajearlos o apretarlos, haciendo aún más incontenibles los gemidos del oji verde.

Sin darse cuenta como, Drum terminó sobre la cama, con Gwyn utilizando sus piernas como una almohada y Delta encima suyo bajando su pijama. Cuando quedó expuesto Koryu quiso gritar de la vergüenza, pero todo se fue al caño cuando sintió un dedo querer meterse en su "entrada".

—Ten cuidado Akane, esa área no se lubrica. No te preocupes cariño, yo me aseguraré de que las cosas salgan bien para ti—indicó Ronny agachandose para besarlo siendo correspondido, aprovechando esa distracción Delta también comenzó a retirar su ropa, totalmente desnudo tomó su miembro y comenzó a masturbarse, cuando el pre-semen salió Akane lo tomó para colocarlo en aquella entrada la cual comenzó a palpitar junto con sus movimientos. Ronny optó por hacer lo mismo, pero únicamente dejó su camiseta puesta, hizo que Koryu se colocará en cuatro patas y dijo:

—Si tan sólo pudieras verte, notarías lo hermoso que eres.

—Gwyn yo, me siento, me siento, caliente—susurró el rubio totalmente ruborizado.

—Yo también Drum, así que sé un buen chico y disfruta conmigo—indicó Delta colocándose detrás de él (aprovechando su fácil introducción) para arremeter contra el pequeño. Drum quiso hablar pero fue silenciado por Ronny quien sonriendo dijo:

—Vas a utilizar esa boquita para algo más productivo—así sin más, metió su pene a la boca del oji verde, quien con algunas lágrimas y guiado por el albino comenzó a mover su cabeza. Ronny soltaba sus gemidos de forma un tanto descarada, un momento como este solamente lo había tenido en fantasías, jamás imaginó que podría hacerse realidad. Y de Delta ni hablemos, apesar de demostrar un carácter distante hacia Koryu, en el fondo lo amaba, amaba cada expresión, cada abrazo, cada palabra que salía de su boca. Al recordar todo eso Akane comenzó a moverse más rápido, el choque de ambas pieles resonaba con los labios de Gwyn, y estos se componían con el ruido obsceno que salía de la garganta del único rubio allí. El olor a rosas incremento y de pronto ocurrió lo inevitable... Ronny había eyaculado en la boca del oji verde, quien como pudo se lo tomó todo. Lástima que no terminó ahí, ya que Delta lo obligó a sentarse encima suyo y que fuera él quien guiará los movimientos. Gwyn no pudo decir nada más, un estaba recuperando el aliento luego de ese fuerte orgasmo, su primer orgasmo.

—Anda, muevete más rápido—ordenó Akane sujetandolo de la cintura.

—E-es que, duele, a-aun no, me a-acostumbro—indicó moviéndose lentamente de arriba a abajo.

—Bien, supongo que tendré que hacerlo yo—susurró para quitárselo de encima, cambiar de lugares, y ser él quien entrara rápidamente haciendo que Koryu prácticamente gritara al sentir como el glande tocaba su próstata. Tras un rato así, Delta se corrió, haciendo que Drum dejara los ojos en blanco mientras que sus piernas temblablan. Akane salió no sin antes darle un pequeño beso en los labios, haciendo que el rubio volviera a la normalidad.

—Mira nada más como lo dejaste—indicó Ronny para con sus dedos tocar el semen que salía del interior del pequeño rubio,—bueno, ya es mi turno.—sin esperar más Gwyn ingresó, haciendo que Koryu gritara mientras se corría, Delta quien estaba en la otra cama recuperándose sonrió, quizás era morboso pero le encanto verlo así, siendo sometido por alguien más.—veo que estas sensible, asombroso, eso solo hará que lo disfrutes más.

En la misma posición comenzó el vaivén que hacia que Drum se retorciera del placer que estaba sintiendo. De ahí Gwyn otra vez lo puso en cuatro, y Akane (quien aparentemente ya estaba mejor) le metió su miembro en la boca mientras acariciaba su cabello. Koryu entendió el mensaje, por lo que cerrando sus ojos y utilizando su lengua le hizo el mejor oral que Akane jamás hubiera imaginado. Y sorpresa a los pocos segundos se volvió a repetir, Drum se vino, seguido del oji rojo y luego por Gwyn. Cuando el albino se retiró notó como si de una cascada fuera la gran cantidad de semen que le salía al rubio, quien estaba luchando por respirar.

Casi de inmediato Delta cayó sobre la cama dormido, Koryu se arrastró hacia él para abrazarlo. Obviamente Ronny no quería perder la oportunidad y tomando la sábana los cubrió a todos. Drum quedo en medio de ambos con una pequeña sonrisa, después de todo esa era la manera en que quería arreglar las cosas. Porque desde hace poco tiempo Koryu se encontraba confundido sobre a cual de los dos amar, cada uno tenía algo que le encantaba, habían sido noches de insomnio por no saber escoger... Pero ahora ya tenía la respuesta clara.

—Los amo a los dos, y quiero que sigamos los tres juntos—pensó cerrando sus ojos para finalmente dormir.

Continuará.

𝑈𝑛𝑎 𝑦 𝑚𝑖𝑙 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑎𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora