☆ Capítulo 13: Amor ☆

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POV Lucía

Antes de abrir la puerta, limpié suavemente mi rostro, tratando de borrar el rastro de mis lágrimas. Al asomarme por la mirilla, no vi a nadie en el umbral, pero aun así decidí abrirla.

Apenas la puerta se entreabrió, me topé con unos ojos azules que pertenecían a quien era la razón de mi llanto. Los ojos de Max se encontraron con los míos, y antes de que pudiera articular una palabra, lo vi analizarme. En ese instante, su mirada se tornó preocupada por mi estado. Quiso decir algo, pero no lo dejé. No quería palabras; solo necesitaba abrazarlo. Me lancé a sus brazos sin que lo esperara, y sus reflejos fueron rápidos al acogerme. Mis lágrimas, una vez más se hicieron presente.

—Lucía, tranquila. Lo siento, lo siento. Ven, vamos adentro —me sostuvo con firmeza entre sus brazos, y supe que era ahí donde pertenecía.

Entramos juntos, aún aferrada a él. Durante varios minutos, Max se dedicó a acariciar suavemente mi cabello, esforzándose por calmarme. Cuando finalmente pude tranquilizar mi respiración y mis sollozos, me separé un poco de su abrazo. Nuestros ojos se encontraron, y vi en los suyos una mezcla de preocupación y culpa.

—Lo siento, no debí enviarte esos mensajes. Juro que lo que menos quería era esto—comenzó a disculparse, hablando rápida y torpemente.

Me aferre de nuevo a él. No era culpable de nada. Si me hubieran preguntado si deseaba leer aquellos mensajes, mi respuesta siempre habría sido "sí". A pesar de lo dolorosos que fueron, a través de ellos entendí la profundidad de sus sentimientos. Nuevas lágrimas brotaron de mis ojos.

—No llores de nuevo, por favor—rogó, separándose apenas lo suficiente para mirarme. —Ya sé, antes de conversar necesito que estés bien—su rostro se iluminó con una idea.

—También leí tus mensajes—aquello captó mi atención y, por un momento, olvidé mi tristeza. —Y tengo algunas respuestas para ti. ¿Quieres escucharlas? —me miró, esperando mi respuesta, y yo asentí.

Tomó aire antes de continuar.

—Lo primero es que también me gusta la Navidad. ¿Sabes por qué? —me sonrió—Porque es la única vez en que la gente se hace un espacio para reunirse, aun si es solo por conveniencia. Y me encanta que a ti también te guste.

Sonreí al escucharlo. Nunca había coincidido con alguien que disfrutara de la Navidad; la mayoría la detestaba por el caos que generaba.

—Y sobre decorar mi departamento—hizo una pausa pensativa, pero luego sonrió—Puedes decorarlo como quieras. Incluso podemos plantar un árbol de pino en el centro si eso te hace feliz.

Sabía que Max estaba haciendo su mejor esfuerzo para distraerme, y estaba funcionando. Tomé su mano, sonriéndole de vuelta, y él se mostró satisfecho.

—Sobre a qué lugar del mundo me gustaría ir—lo miré, expectante—No te lo puedo decir.

Una mueca de decepción se instaló en mi rostro, pues realmente deseaba conocer su destino favorito.

—No hagas esa expresión—rio—No puedo decírtelo porque espero que vayamos algún día allí juntos, y cuando eso pase, será una sorpresa.

No pude contenerme y lo abracé con fuerza.

—Ey, aún hay una última respuesta—me dijo, aún abrazado a mí—Veré a tu lado todas las películas tristes que quieras, aun si eso significa verte llorar. Cosa que no me gusta—se separó un poco de mí para mirarme a los ojos.

Rewrite The Stars  (LIBRO 2) [MAX VERSTAPPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora