Rewrite The Stars (LIBRO 2) [MAX VERSTAPPEN]

☆ Capítulo10 Pt. 2 : Mentiras y desconfianza ☆

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**POV Lucía**

Después de aquella discusión con Joss Verstappen mis manos no dejaban de temblar, al punto que Charles tuvo que enlazar su mano con la mía para que pudiera caminar apropiadamente. En un punto, él se detuvo.

— Lucía, ¿Estás bien? — me llamó y, ante mi falta de respuesta, posó su mano en mi mejilla. Su toque me devolvió a la realidad y me recordó a Max. A él le encantaba ponerme nerviosa haciendo eso. Por inercia me aparte de él rápidamente.

— Lo siento— dijo apenado y me sentí mal por él—. No quise incomodarte, pero estabas ida. Escucha, vamos a mi room, te aplicaré algo en ese hematoma o estará peor. Después me aseguraré de llevarte con él. ¿Sí?

Solo asentía, aún aturdida por todo.

Ingresamos al garaje de Ferrari y agradecí que la mayoría de trabajadores ya se habían retirado. Las pocas personas que estaban nos dedicaron algunas miradas curiosas, pero a Charles no le importó y me dirigió a su habitación. Todo se sentía familiar y a la vez lejano. Como siempre, las cosas que solía llevar estaban ahí. Incluso aún tenía una foto nuestra. Traté de ignorar ello.

— Perdón por el desorden, ya sabes como soy— me sonrió tratando de aligerar el ambiente y rebusco entre unos cajones hasta que hallo un pequeño botiquín. — Ven, siéntate aquí— me señalo un sofá. Solo le hice caso.

Él se arrodilló a mi altura y me pidió mi brazo. Se lo mostré y de inmediato empezó a untar una crema suavemente en él. Se veía peor de lo que pensaba. Definitivamente, no podía llegar con ello ante el rubio. Iba a volverse loco.

— Lucía, tienes que contarle a Max. Esto no se puede quedar así— habló serio.

— Yo— traté de decirle que no podía. Max iba a reaccionar mal y, a pesar de todo, él era su padre. Había perdido el mío y sabía lo importante que era la familia. No quería que se aleje de él.

— ¿No quieres problemas entre ellos, no? —Lo miré sorprendida, que supiera lo que pensaba. — Te conozco, Lu, sé cómo eres. Te sacrificas por los demás. Pero debes decirlo, pudo herirte más si no estábamos Horner o yo. Confía en Max, sabrá lidiar con su padre. Lo viene haciendo desde niño. —Me sonrió tratando de darme calma.

— ¿Y si desató una guerra entre ellos? Él es su padre, no quiero...

— Lu, escucha: estoy seguro de que para Max, eres lo más importante ahora como lo eras para mí y aunque pareciera que ese chico terco e impulsivo podría perder el control ante su padre, sabrá cómo tratarlo, créeme. Y no es como si su padre no mereciera un golpe— lo miré horrorizada. — Tranquila, estoy seguro de que no llegará a eso. ¿Puedes prometerme que se lo contarás?

— Yo, lo prometo— dije no convencida.

— Entonces vamos, ya tardamos mucho y creo que él debe estar buscándote.

Me puse de pie y apenas habíamos pasado la puerta cuando Charles regresó a su habitación. Pidió que lo esperase y a su regreso trajo una casaca negra que tenía el logo de Ferrari.

— Ten, póntelo. Tu hematoma no luce bien y si alguien te ve con él, va a ser un escándalo.

Caminamos en silencio y antes de llegar al garaje de Red Bull me detuve.

— Gracias, Char. No tenías que haber intervenido y lo hiciste. Te lo agradezco— le sonreí genuinamente.

— No tienes que agradecer, Lu— siempre estaré para ti. —Me sonrió devuelta. — Por favor, no olvides tu promesa. Cuéntaselo.