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A la mañana del lunes, el joven de cabello rosa llegó muy temprano a la universidad, queriendo aprovechar al máximo los minutos libres para llevar a cabo su plan. Se vio entrando en una oficina donde el ventilador estaba encendido todo el tiempo y el silencio era acompañado por el ruido de papeles escritos y sorbos de café.

—Jin —dijo a modo de saludo.

—Hey —el rubio levantó la vista y le sonrió—. ¿Qué haces aquí? ¿Otro favor?

—¿De nuevo? No suelo pedirte favores tan seguido, pero debo admitir que tienes razón.

—Toma asiento.

Seokjin era como un hermano mayor para Yeonjun. Un hombre graduado en psicología que trabajaba como consejero en el edificio de la Facultad de Arte y Diseño¹, guapo y protector con el más joven, ya que se conocían desde antes de que el pelirosa ingresara a la universidad, unidos por lazos familiares. Sin embargo, el hombre había desarrollado un gran cariño por Yeonjun.

—Quiero recibir terapia —soltó de repente al sentarse en la silla frente al escritorio de Seokjin.

—¿De la nada? ¿Por qué? ¿Te has estado sintiendo mal?

—Uhum... Un poco.

—Hmm... Podría hacer ajustes en mi horario. Últimamente he estado viendo más estudiantes de lo que parece.

—¡Y estuve pensando en eso! —se apresuró a agregar—. Eres el único consejero en este edificio, y tengo entendido que en el edificio de humanidades solo está el profesor de Psicología General. ¿No podría atenderme algún estudiante en prácticas?

El mayor lo miró algo desconcertado.

—¿Quieres que te atienda un estudiante? —Yeonjun asintió—. No seas ridículo. Las prácticas comienzan a finales de este año, y los de quinto año están en instituciones, no aquí.

—¿No podría hacerse una excepción para mí?

—¿Cuál es tu plan? No te compliques tanto. Puedo hacerte un hueco en mi horario.

—Jin...

—No seas berrinchudo, estaré bien con el trabajo extra. ¿Sabes lo que significa? Más dinero.

—Jin, es que quiero que me atienda un estudiante en particular.

El mayor pareció intrigado e indignado a la vez.

—¿Qué? —Yeonjun rió nervioso—. ¿Quién es y por qué ese estudiante?

—Se llama Choi Soobin y... me parece una buena opción como psicólogo. En parte, porque no quiero que ajustes el horario por mí. Sé que eso implica mover citas de otros estudiantes, y últimamente todos estamos con proyectos. Él está en su cuarto año. ¡Creo que podría hacerlo!

—No lo sé. Necesita un certificado para comenzar pruebas individuales.

—¿No podría hacerlo sin más?

—¿Estás tan desesperado?

—¡Lo estoy! Quiero tratar lo que siento antes de que empeore. Y no aceptaré que tú seas mi psicólogo.

—¿Sabes que lo que dices hiere profundamente mis sentimientos?

—Lo sé.

Se miraron, Seokjin incrédulo e indignado, mientras que Yeonjun permanecía determinado e inocente.

Carajo, maldito niño malcriado con complejo de superioridad.

—Intentaré hablar con él. Reza para que acepte y no para que termine delatándome con los profesores de humanidades. Además tienes suerte... Que yo te atienda puede perjudicar tus sesiones, así que hagámoslo como quieres.

Entre La Razón Y La Pasión  |  SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora